VALÈNCIA. El mantenimiento del estado de alarma y la consiguiente limitación de todos los viajes salvo aquellos inaplazables ha reducido a la mínima expresión la actividad en el Aeropuerto de València y el resto de la red de Aena. Hace semanas que no rueda por sus pistas ningún avión de rutas regulares. Las contadas operaciones que se mantienen son las programadas por los operadores de carga, algunos vuelos charter de repatriación de ciudadanos desplazados y los cargueros que traen material sanitario para luchar contra el coronavirus.
El regreso de cualquier situación parecida a la anterior al 14 de marzo, fecha en la que se decretó el primero de los sucesivos estados de alarma, continúa siendo una incógnita, tanto en el cuándo como en el cómo. Por el momento, la instalación lidia con esa incertidumbre en estado latente, con dos de sus tres terminales clausuradas desde el pasado 23 de marzo.
Desde ese día, coincidiendo con el cierre de las fronteras exteriores, Aena aplicó un paquete de medidas en los aeropuertos de su red para reducir costes, aumentar la seguridad y acompasarse a esa mínima actividad en el tráfico aéreo.
La situación es similar en Alicante-Elche. Allí solamente aterrizan tres veces a la semana los aviones de Vueling que cubren la conexión regular entre Alicante y Barcelona. El resto de la actividad es la mínima esencial, como un vuelo especial de Transavia que este viernes llevó de regreso a Ámsterdam a ciudadanos holandeses.
En ausencia casi total de pasajeros, la reorganización de los aeropuertos ha llevado al cierre de la mayoría de las áreas operativas de las terminales al menos hasta el 1 de mayo, excepto lo relacionado con repatriaciones, vuelos médicos o militares.
La mínima actividad que se mantiene en el de València se desarrolla en la Terminal 2, la secundaria del aeropuerto destinada habitualmente a vuelos nacionales e internacionales, tanto comunitarios como de zonas no Schengen, y que ahora opera con cuatro puertas de embarque para salidas. En la parte de llegadas se ha establecido un pasillo para llegar al Metro y a la oficina de objetos perdidos.
La Terminal 1y la Regional, por el contrario, permanecen clausuradas, así como la sala vip, toda la zona comercial y las zonas de aparcamiento fuera del parking general. De esa manera, explica un portavoz de Aena, se ahorran costes energéticos y de mantenimiento y se permite a los trabajadores como los de limpieza o mantenimiento trabajar con mejores condiciones de seguridad al reducir riesgos.
La operación se limita a los vuelos esenciales para garantizar la llegada de material sanitario y de productos para el abastecimiento de la población y en facilitar el retorno de los españoles que aún permanecen en el extranjero y la salida de los extranjeros no residentes hacia sus países de origen, ambos movimientos mediante vuelos charter.
Según informó este martes la propia Aena en su comunicación sobre los resultados del primer trimestre, la reducción en la cifra de pasajeros por la crisis del Covid-19 se manifestó desde el 13 de marzo. En promedio, la reducción en la segunda quincena del mes llegó al 59% (32% en el acumulado del mes) acentuándose progresivamente hasta llegar actualmente a descensos por el encima del 95%. Actualmente, el conjunto de los aeropuertos españoles no llega ni a los mil pasajeros al día.
El gestor aeroportuario no detalla la cifra por aeropuertos, pero los datos de tráfico del conjunto del mes de marzo en el Aeropuerto de Valencia ya reflejan el progresivo descenso de la la actividad durante la segunda mitad del mes hasta la parálisis total en la que se encuentra ahora al no operar los vuelos regulares. De hecho, el tráfico de pasajeros en Valencia ya cayó un 64% en marzo, mientras que las operaciones lo hicieron por encima del 45%.
En paralelo Aena está trabajando ya a través de un Grupo de Recuperación Operativa (GRO) en la identificación de procesos aeroportuarios seguros y coordinados para que, una vez eliminadas las restricciones a la movilidad, "los aeropuertos de la red puedan retomar la operatividad de una manera segura y que genere confianza a los pasajeros".