Urólogos elaboran un documento de consenso que identifica ocho creencias erróneas sobre la hidratación y el agua mineral natural
MADRID (EP). La Asociación Española de Urología (AEU) ha elaborado un documento de consenso que identifica ocho creencias erróneas sobre la hidratación y el agua mineral natural, en el que entre otras cuestiones niega que la mineralización de este alimento sea perjudicial para los riñones.
Con la publicación de la obra Mitos y realidades del agua mineral natural. Evidencia científica consensuada sobre el agua mineral natural y sus minerales, se pretende aumentar el conocimiento sobre los beneficios del agua mineral, fomentar una educación fiable y "promover una correcta hidratación", ha destacado José Manuel Cózar Olmo, presidente de la AEU.
Entre las creencias erróneas rebatidas en el documento de consenso destaca que no hay ninguna evidencia científica de que la mineralización sea perjudicial para los riñones, ya que "simplemente les proporciona su identidad, su gusto particular", ha añadido Isidro Vitoria Miñana, pediatra experto en Nutrición Infantil.
Asimismo, hacen referencia al término "residuo seco", una medida que responde a la mineralización del agua, la cantidad de minerales que se encuentran de forma natural en las aguas minerales naturales. "Contrariamente a lo que se cree, el residuo seco nos indica la cantidad de minerales que existen en el agua, como el calcio y el magnesio, ambos necesarios para nuestro organismo", ha añadido este experto.
En este mismo sentido, en el documento de consenso también se señala que los minerales en forma de sales presentes en las aguas minerales naturales son necesarios y saludables, ya que "los principales son el calcio, el magnesio y los bicarbonatos, y juegan un papel clave en muchos procesos metabólicos".
En cuanto a los niveles de sodio, los autores del documento aseguran que no hay evidencia científica que su presencia constituya un riesgo para la salud ya que en beber dos litros diarios proporcionaría 40 miligramos, equivalentes a 0,1 gramo de sal, que representan únicamente el 2 por ciento de la ingesta diaria de sodio máxima recomendada dentro de una dieta equilibrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Otro de los mitos que se rebaten es el hecho de que este tipo de agua sea sometida a alguna manipulación o tratamiento, ya que según la reglamentación oficial el agua mineral está exenta de contaminantes y, por tanto, no contiene impurezas", añade Cózar.
Durante todo el proceso de embotellado, desde el momento de su extracción en el manantial hasta su consumo, el agua mineral natural no puede ser manipulada ni tratada por ningún agente externo, por lo que no necesita ningún tratamiento de desinfección ni de filtrado para su consumo.