VALÈNCIA. La luz roja del ‘semáforo’ creado por la Delegación de Alumnos de la Universitat Politècnica de València (DAUPV) para evaluar los programas de los candidatos a rector cambia a verde en el último momento antes de las elecciones. Dada la falta de consenso entre las peticiones de los estudiantes y las propuestas de las candidaturas, José Manuel Barat y Pepe Capilla trasladaron este domingo al alumnado “compromisos nuevos” que, según explica el delegado de alumnos de la UPV, Víctor Pittaluga, son “más específicos con las propuestas”.
Así, el objetivo de este documento -acordado entre todas las delegaciones de la universidad- es dar a conocer el grado de adecuación entre las demandas del estudiantado y los programas electorales de los aspirantes, a través de los tres colores de un semáforo. De este modo, antes de que dos candidatos aprobasen nuevas propuestas, más de la mitad estaban señaladas en rojo, con Pepe Capilla a la cabeza, que acumulaba un total de 61 puntos de este color -dos más que José Manuel Barat y Ángel Ortiz.
No obstante, este lunes la DAUPV publicó la actualización del listado, en el que Capilla reduce a 29 las marcas rojas, mientras que Barat cuenta con 19. Por su parte, Ortiz opta por no realizar cambios de última hora y se queda con 59, pese a que los delegados contactaron con todas las candidaturas para ofrecerles la posibilidad de realizar cambios. Ahora, los dos primeros aspirantes tienen luz verde en más de la mitad de sus propuestas.
Con todo, Pittaluga explica que algunas de estas medidas “están puestas en espíritu, pero nosotros queremos que estén más concretas para dar más garantías de que esto se pueda cumplir y que no solo sean ideas vagas”. En este sentido, la iniciativa del ‘semáforo’ tiene el propósito de informar a la comunidad universitaria y de contribuir a la decisión de voto.
En cuanto a las novedades mejor acogidas por el alumnado, destacan las del procedimiento Mistral -que consiste en el traslado de incidencias al personal docente-, dado que los tres aspirantes coinciden en la reducción de los plazos de respuesta. De la misma forma, plantean mejoras, aunque sin unanimidad, en el apartado de docencia y evaluación, con medidas concretas como la unificación de un “criterio general a todas las asignaturas de la UPV”.
Por otro lado, uno de los aspectos con más apoyo es el de transporte, en el que predomina el color verde en medidas como la “mejora de la conectividad entre los campus” o con “las localidades y puntos de la ciudad”. Los cambios también son notables en materia de actividades deportivas, donde hay un cierto grado de consenso en la “ampliación de las instalaciones del gimnasio del Campus de Vera” o en ofrecer “la posibilidad de formar equipos mixtos en las disciplinas deportivas que lo permitan”.
Sin embargo, uno de los vacíos en los programas son las prácticas de empresa, puesto que desde la delegación de alumnos aseguran que sobre esta cuestión “no lo han puesto mucho en el programa”, aunque explican que “todos están a favor de subirlo pero teniendo en cuenta que perderemos número de prácticas”, por lo que continua siendo "un debate abierto en la universidad”.
Respecto a las infraestructuras, el delegado del alumnado añade que “todos querían renovarlas”, aunque los resultados del ‘semáforo’ reflejan desacuerdo en aspectos como la mejora acústica de los edificios y equipos con megafonía, la reapertura de reprografía o la creación de un campus en Gandía para poder almacenar material de proyectos como Generación Espontánea.
También, las becas propias son un reclamo por parte del alumnado, que insta al aumento en inversión en ayudas de comedor y de acción social, del mismo modo que pretende “fomentar becas de colaboración, así como mejorar la difusión de las mismas”, aunque solo Barat y Capilla apoyan estas iniciativas.