VALÈNCIA. Según un estudio de la Universidad de Stanford, en Palo Alto (California) -aquí se la he colado, ya que la investigación la ha realizado la que suscribe entre una muestra variopinta- los nombres de grupos de WhatsApp coincidentes entre los valencianos son: 'Papás del cole', 'Fútbol nanos', 'Compis gym', 'Insti'... Pero si fueran, como yo, una cuarentañera divorciada, que vive en pecado, con un gato (no vivo en pecado con un felino, no confundir, que para eso he puesto una coma), en un ático de Ruzafa, les aseguro que los grupos que iluminarían la pantalla de su móvil serían más del tipo: 'Massiel, Carmina y Sue Ellen'; 'Drogas y divanes'; 'Divas y divinas' o 'Pollos planes', grupo este último con más de 50 integrantes en el que formulamos propuestas de ocio y adoptamos a separados, desvalidos o gente con ganas de pasárselo bien. Imagínense cómo serán los eventos a los que me han invitado grupos de este y similar pelaje durante las últimas semanas.
Diego Ruíz de la Torre -“Diego” o “MacDiego” para los que le queremos, pues dice la leyenda que fue el primero en tener un Mac en Valencia- me incluyó en un grupo con este título: Comida de "Gilipollas”. Al principio me desconcertó, y le dije que no pensaba asistir al evento que daba nombre al grupo porque yo soy Jilipollas con J. Y además solo conocía a 10 de los 90 comensales. Poco a poco, se fue desvelando el entuerto: se trataba, como bien explicó MacDiego en su whatsapp, de una “comilona 99% gili gili, 1% polla polla”, que incluía en el menú una “ensalada GiliGili” y un “plato de cuchara PollaPolla”, en homenaje a la canción El amor te vuelve gilipollas, compuesta por José Manuel Casany y Paco Roca, y cuyo estribillo reza: ¡Ay gili gili, ay polla polla!.
La comida fue un exitazo, aunque al anfitrión no se lo pareció. Argumentos esgrimidos por el susodicho: escasa afluencia de público y ausencia de los protagonistas. Maticemos. De los 90 convidados, “solo” hicieron acto de presencia 35. Pero eso no le importó al buenazo de Fernando Monforte, al que todos queremos con el alma. Él es el propietario del restaurante La Masía de Rocafort y de Mercado de Tapinería, el lugar en el que cada viernes nos reunimos ante los micrófonos de la 99.9 y la batuta de Ramón Palomar los tertulianos de 'Barra de bar' (Mon Spider, Diego Batisse, Lidia Cardenas y servidora) y 'La tertulia Friki' (MacDiego, Paco Roca, José Manuel Casany y algún que otro adosado). Y es cierto: nosotros le fallamos. “Es como si celebras una comunión y te olvidas al niño en casa”, apuntó MacDiego un tanto dolido. Entre los 35 gilipollas que apoyaron la iniciativa se encontraba el diseñador Koke Bazán; los ilustradores Mai Hidalgo y Martín Forés; Carmen Ferrando, la profesora de moda Amparo Pequero, el impresor Chano Vernetta, Nacho Villalba, Roberto el Gato o Juan Martínez Lahiguera. Los regalitos tenían su aquel: una antena parabólica; un libro del año 84 sobre los alcaldes españoles; “lencería fina” de los años 60; camisetas de la Volta a Peu de Bancaja o un perro de jardín (que siempre da menos miedo que un enanito), por citar solo algunos. Si yo no llego a estar postrada en la cama con esa gripe que me ha robado dos de mis 44 kilos, hubiese llevado un preciado ejemplar del libro Ambiciones y reflexiones (supuestamente escrito por Belén Esteban, a la que tuve el “placer” de conocer cuando nos contrataron para la promoción de su libro en Valencia -aunque eso merece otro artículo-).
Por allí se movía con maestría, esquivando a la panda de gilis, la gerente del restaurante Laura Alcón y el cocinero jefe Matías Sepúlveda, quien ha trabajado en Habitual (de Ricard Camarena) y en Seu Xerea (de Steve Anderson). Aprovecho para felicitar al restaurante, que acaba de cumplir un añito el pasado 12 de enero.
La siguiente convocatoria me llegó del grupo 'La última fila', integrado por los miembros de la primera promoción de Periodismo que nos sentábamos en dicho lugar cuando acudíamos a las aulas del CEU San Pablo los ratos en los que no estábamos jugando al billar o al mentiroso en el bar Maxim de Moncada. Entre ellos se encuentran mis mejores amigos, mi ex marido y el amor de mi vida. A saber: la directora de cine, Susi Gozalbo; la pedazo de artista que aún no ha descubierto el mundo, Belén Pons; la reina del paddle surf en el mar de Jávea, Rocío de la Vara; “el tigre” Leo Part; Quique García –alias “el Nene”-; el Guti (integrante de los Montiérrez); el equipo de investigación del programa de Ana Rosa Quintana formado por Cristina Soriano “la sister” (que acuesta al mismísimo Mario Vaquerizo y cierra luego Madrid) y Fèlix Tena (al que se le quiere de día y de noche); la hermanita Rosaura Fortuny y el escritor-periodista-restaurador-músico-y seguro que aún se reinventa en algo más, Botella. Siempre dejando un asiento libre para nuestro adorado Jesús Casamayor.
En esta ocasión el whatsapp me lo envió la chica de Botella, Sesé, esa pelirroja de sonrisa perpetua que le ha estampado otra de pánfilo a nuestro Rafeta. Un mercadito en el Sporting Club de Ruzafa en el que participaba su amiga Eugenia Bosca y mi querido José Pla. Allá que me fui arrastrando mi gripe. Total, me desplacé solo dos calles. En el mismo local que años atrás albergó un club de boxeo convivían en perfecta armonía las obras de pintores, escultores y artesanos. La primera a la que me encontré, vieja conocida de otra vida, fue a Alicia Bisier. Nuestros orígenes nos sitúan en el exclusivo club de Santa Apolonia, en el Vedat de Torrent. Al cabo de los años me enteré de que se había trasladado a vivir a Ibiza y más tarde me la topé en la Feria Alternativa. Alicia se define así: “Yo, Alicia Bisier, empecé siendo la oveja negra de mi familia, después una oveja negra del Estado y ahora soy la oveja negra de mi propia mente”. Pero Alicia no es en absoluto negra. Ella es Toda una mujer, tema que le dedicó “Girasoules” (grupo del que más tarde hablaré). Esta artista multidisciplinar lo mismo te cura el insomnio que las alteraciones menstruales; te pinta la corteza de un árbol para decorar un espacio de tu casa como publica haikus y elabora cremas con ingredientes naturales que envasa “en tarros de 200 pavos que le cojo a mi madre”. En el mercadito encontré también a José Pla y a Eugenia compartiendo espacio, pues han decidido unir su arte, al parecer con gran acierto pues una de sus piezas fue seleccionada en la bienal de cerámica de Manises. También estaban allí el escultor y pintor Julio Castillo; la artista Elena Martí; los ilustradores Juanjo Gasull, Carlos Polo y Jaume Castañer, Lucía Peiró o Ximo Micó. Al local se acercaron para empaparse de arte el dibujante Lalo Kubala, Merche Medina y José Ramón Alarcón, Caló Carratalá o la comisaria de exposiciones y directora del Museo del Ruso de Alarcón, Marisa Giménez.
Se ve que Rafa de Corral -que también participaba en la muestra- le cogió gusto al espacio, ya que días más tarde inauguraba expo en solitario. Claro, que es muy cómodo poder exponer tu obra en el mismo estudio en el que creas y compartes con otros artistas sin necesidad de pasar por la engorrosa mudanza. En este caso su hermana María Eugenia actuaba de marchante. Ella nos envió el flyer del último trabajo de Rafa a 'Pollos Planes', y como ya he comentado que somos más de 50 miembros en el grupo y muchos de ellos aún no han coincidido en ningún evento, María Eugenia aprovechó el whatsapp para pedir que los habitantes del corral (¡anda, cómo su apellido!) se le acercaran a saludar para ponerles cara (o plumaje).
Fotos: FERNANDO RINCÓN
Con la muestra 'Inside', el artista abre un paréntesis en su trayectoria para llevar a cabo un ejercicio de introspección. Y aquí nos ponemos serios. Rafa y su familia han vivido un año muy delicado marcado por la muerte repentina de su hermano Marcelo. Y lo que los pinceles le pedían esta vez a Rafa era untar el blanco y el negro para representar lo lleno y lo hueco. Acompañándole en el resultado de este duelo estaban los artistas Javier Chapa, Calo Carratalá, Enrique Carrazoni, Consuelo Chambó, Fuencisla Francés, José Luis García Ibáñez, Antonio Barroso; críticos y personalidades del mundillo como José Garneria, Jesús García Cívico, Ximo Rochera (de la revista de Arte Canival) o Nan Pizcueta (ex de Vicente Talens); Goitzane Marcaida, del Hospital General de Valencia; la directora de compras del grupo Aitana, Elena Santos Hernádez; la embrióloga del IVI, Amparo Mifsud; Maite Aparisi, de Are Museum, o los periodistas Amparo Mallén y Javier Gutiérrez. Y ustedes la podrán visitar hasta el 28 de enero.
En su día yo fui una 'Amapoula'. El grupo de hermanas, de whatsapp y de grupis que formamos Gemma Mayordomo, Loles Ruíz, Pilar Paredes, Susana Navarro y aquí la que firma. Todas con derecho a roce excepto yo, ya que lo integraban las mujeres de los miembros de la banda de rock valenciano y una servidora. El grupo (el de rock) se disolvió con el nuevo siglo y cada uno miró hacia un lado. Quique Tarrasó hacia dentro: yoga, shiatsu, macrobiótica y mantras. Fernando Martínez del Real hacia el frente: hacia las paredes de las que cuelgan sus collages y diseños gráficos que ilustran photocalls o carteles. Javier Vela hacia arriba, pues sigue atento a las luces de los escenarios con el grupo Seguridad Social. Y Ramón Vela, el que nos ocupa, hacia abajo: concretamente hacia los pies, ya que fue el ideólogo, junto a la familia Mayordomo, de la marca de calzado Coolway. De ahí emprendió nuevos caminos en el mundo de la moda hasta que aterrizó en Cuba… en la calle Cuba. En el número 25 ha abierto las puertas de Yukanatura. En la inauguración de esta nueva tienda de ropa y complementos estuvimos la que suscribe tomando nota (bueno, ahora ya es apretando el teclado del móvil); Javi - el hermano del figura- con su mujer Susana Navarro y sus hijos; Fernando Martínez, Carlos Pérez Tarazona -abogado y músico del grupo Imprescindibles-; el Dr. Manolo Serra; Gemma Bosch de bookmeup.net y modelo de la marca; María y José Manuel Bosch; Elena Buldu “make up”; Laura y Cristina Marco; Amparo Vela y su marido el biólogo Pepe Estebán –al que yo, sin darme cuenta, le quise comprar la chaqueta; ¡la culpa es suya por colgarla de un perchero de la tienda!- Pablo y Raúl Vela –los retoños de Ramón-; Claudia Serrano, Carlos Miralles, Fernando Pérez, Mariluz y María José Monterde; Pablo Triguero, Gloria Santacreu y Diego Rupérez (Panaria); José Vicente Estellés, Laura De Fez, Enrique García, Leo Part y Cristina Soriano.
Por cierto, los seguidores de Girasoules a los que se les muevan los pies tan solo con leer títulos como Te parece bonito, Vale la pena luchar o Estoy aburrido - aunque ya les digo que a fan no me ganan porque soy capaz de recitar al pie de la letra canciones inéditas de las que no se acuerdan ni los mismos integrantes del grupo valenciano- los veo el 9 de febrero en la sala El Loco. Si van, prometo sacarles en mi siguiente crónica. Pero tienen que venir y presentarse.