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La falta de lluvias acumulada, las altas temperaturas y el descenso hídrico en verano agudizan la sequía

El año 2017 es el año del siglo XXI con menos agua embalsada al comenzar el verano

3/07/2017 - 

MADRID, (EP). Los embalses españoles se encuentran al 54,8 por ciento de su capacidad en la semana en la que ha comenzado el verano, lo que sitúa 2017 como el año del siglo XXI con menos agua embalsada en esta época y el noveno de los últimos 41 años, según datos del Ministerio de Alimentación, Agricultura y Pesca y Medio Ambiente a los que ha tenido acceso Europa Press.

Así, desde 1976, el año en el que la reserva estaba más menguada en estas fechas, concretamente al 40 por ciento de su capacidad, fue 1995. Le siguen 1992, con un 46 por ciento; 1993, con un 48 por ciento; 1982, con un 49 por ciento; 1976, con un 51 por ciento; 1993 y 1984, con un 52 por ciento; y 1989, con un 54 por ciento.

En todo caso, estas cifras reflejan los valores en todos los ejercicios en la misma época del año, el comienzo del verano, lo que no significa que más avanzada la época estival la reserva hidráulica haya estado en niveles aún más bajos en otros ejercicios o en los mencionados.

13% menos de lluvias

Las lluvias acumuladas en el conjunto de España en lo que va de año hidrológico (1 de octubre de 2016 a 30 de septiembre de 2017) se sitúan un 13 por ciento por debajo de sus niveles normales y el presente verano, que será "más caluroso de lo normal", ha llegado después de la primavera más calurosa en 52 años y un 23 por ciento más seca de lo normal, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Además, los embalses españoles están al mencionado 54,8 por ciento de su capacidad total, puesto que almacenan 30.678 hectómetros cúbicos de agua, frente a los 40.771 de las mismas fechas del año pasado, es decir, en torno a un 20 por ciento menos, y en la última semana han perdido 631 hectómetros cúbicos, el 1,1 por ciento del total, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Por ámbitos, la reserva en el Cantábrico Oriental se encuentra al 83,6%; en el Cantábrico Occidental, al 88,0%; en Miño-Sil, al 65,7%; en Galicia Costa, al 73,2%; en Cuencas internas del País Vasco, al 76,2%; en Duero, al 49,0%; en Tajo, al 49,6%; en Guadiana, al 56,4%; y en Tinto, Odiel y Piedras, al 88,6%.

Además, en Guadalete-Barbate se sitúa al 52,5%; en Guadalquivir, al 48,6%; en Cuenca Mediterránea Andaluza, al 46,1%; en Segura, al 28,5%; en Júcar, al 36,7%; en Ebro, al 74,6% y en las Cuencas internas de Cataluña, al 82,3%.

Por otro lado, la portavoz ha indicado que la situación se produce después de la primavera "extremadamente cálida", la más calurosa en 52 años, desde 1965, y también en lo que va de siglo.

En su conjunto, el trimestre comprendido entre el 1 de marzo y el 31 de mayo de 2017 tuvo una temperatura media de 15,4 grados centígrados, esto es, 1,7 grados centígrados más que la media de la estación, respecto al periodo de referencia 1981-2010.

Por zonas geográficas, Casals ha dicho que la primavera fue "extremadamente cálida" en amplias zonas de Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña, Extremadura e interior de Andalucía y resultó "muy cálida" en el resto de la Península, excepto en algunas áreas del mediterráneo, en las que tuvo un carácter "cálido".

En este contexto, ha valorado el "marcado contraste" entre las anomalías de las máximas, que se situaron una media de 2,5 grados centígrados por encima de lo normal para el trimestre y las de las temperaturas mínimas, que "tan solo" fueron 0,9 grados superiores a las normales.

Sobre este aspecto, ha precisado que la primavera comenzó con un marzo "cálido", con una temperatura de 0,9ºC superior a la media; que abril fue "muy cálido", con una media de 1,9ºC más de lo normal y que mayo fue "extremadamente" cálido, con una temperatura que superó la media normal en 2,4ºC.

En una rueda de prensa multitudinaria, la portavoz se ha referido también a los episodios extremos o más destacados de la primavera. En concreto, ha citado los días 17 y 18 de abril, cuando en toda España hubo temperaturas más altas de lo normal y se registraron las "más altas" de la primavera en Canarias, y los días del 21 al 27 de mayo en la Península y Baleares, donde tanto las máximas como las mínimas fueron "muy superiores" a las normales.

Las máximas de la estación se alcanzaron en Orense, con 37,6ºC el 24 de mayo; en Granada aeropuerto, con 37ºC el día 25 de mayo y Bilbao, con 36,4ºC el día 25. En Canarias, las máximas de la estación llegaron el 17 de abril, con 36,1ºC en el aeropuerto de Lanzarote y 34,2ºC en el aeropuerto de Gran Canaria.

También se ha referido a los episodios fríos, que ocurrieron del 21 al 26 de marzo y del 25 de abril al 1 de mayo en la Península y Baleares y la más baja de la estación fueron en el Puerto de Navacerrada, con -8,8ºC el 23 de marzo; León, con -5,2ºC el 27 de abril; Molina de Aragón, con -4,5ºC el 3 de abril y Burgos aeropuerto, que registró -4,4ºC el 28 de abril.

Primavera seca

En cuanto a las precipitaciones, ha informado de que la primavera tuvo 133 litros por metro cuadrado de media, lo que supone un 23 por ciento menos que las lluvias normales en el trimestre. En conjunto, marzo fue un mes húmedo, con un 29% más de lluvia; le siguió un abril muy seco (con una precipitación del 60% menos de lo normal) y terminó con un mayo seco, con un 23% menos de precipitación.

Casals ha indicado que "tan solo" tuvo un carácter húmedo o muy húmedo en el suroeste de Andalucía, en un área entre Huesca y Lérida y en otra en el sureste de la Comunidad Valenciana.

En este contexto, en declaraciones a Europa Press ha comentado también que aunque la evolución de las precipitaciones en el conjunto del país apunta a que en la zona de Murcia y otros puntos del Levante los valores duplican a los habituales, esto no se debe a que haya llovido en las últimas semanas, sino que se deben a las precipitaciones tan acusadas que se registraron en la zona durante el invierno. "Se ha acumulado más que otros años pero no está repartido de forma homogénea en el tiempo", ha comentado.

Por su parte, este mismo viernes, la ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha valorado que "no es una de las peores sequías de los últimos años en términos globales de toda España", pero "sí es especialmente importante en algunas cuencas".

La ministra ha informado de que en el conjunto de España ha llovido un 13 por ciento menos de lo normal en el presente año hidrológico y que el nivel medio de los embalses están en torno a un 52 por ciento, cuando la media de los últimos cinco años ha estado entre un 68 y un 70 por ciento, "casi 20 puntos por debajo".

Así, ha precisado que están en situación de emergencia o alerta en las cuencas del Duero, Júcar y Segura, "especialmente mal está esta última en cuanto a agua embalsada".

En todo caso, ha garantizado que no hay riesgo de abastecimiento de agua para la población pero sí se han establecido ya restricciones en el Duero para la agricultura.

"Igual que con los incendios, el agua en España es uno de los recursos naturales que más debemos de cuidar. Siempre cada gota cuenta pero ahora especialmente. Todos tenemos que tener la conciencia de que el agua que no desperdiciemos, es agua que ahorraremos por si la necesitamos el futuro. El medio ambiente lo construimos entre todos, teniendo cuidado cuando salimos al campo y también cuidando nuestros recursos", ha concluido la ministra.


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