VALÈNCIA. El proyecto PAM!PAM! vuelve a las Atarazanas, una exposición que se enmarca en el programa PAM! de la Universitat Politècnica de València iniciado en 2013 con el objetivo de visibilizar y poner a disposición de la sociedad valenciana el trabajo de las universidades públicas. De esta forma, el alumnado de los Másteres en Producción Artística y Artes Visuales y Multimedia lleva a la práctica las investigaciones y conocimientos adquiridos en su formación, mostrándolos a la sociedad y haciéndola partícipe de sus capacidades y potenciales en las que la cultura se pone en el punto de mira.
La exposición está formada por los trabajos de un total de diez artistas. En primer lugar, David Ábalos Aliaga presenta su obra Separa la penumbra, compuesta por un atril sujeto a una rama del que pende un librillo en el que se puede leer un soneto. La propuesta continúa con Play On de Carmen Armenteros, una pieza que "está ideada como un espacio de ensoñación en el que uno entra y sale aceptando el juego", según explica la propia artista.
Lucía Blas presenta 49/5, una obra que propone un estudio entorno a un total de 49 bolígrafos usados y 49 contenedores de tinta gastados durante 5 años. La propuesta pretende experimentar alrededor de las posibilidades y aplicaciones de estos objetos. Por su parte, Santiago Fernández Honrubia trae Escenografías del poder, pieza en la que plantea reflexiones sobre el poder de las instituciones políticas.
La obra de Sara Gurrea es Naturales de segundo de la ESO, un proyecto participativo en que personas de todas las edades seleccionan un título real de alguno de los portales gratuitos de pornografía y lo escriben en hojas de una libreta escolar. La artista Suri Kim trae 3 A.M., una instalación inspirada en rituales espirituales.
La artista Noelia Medina presenta su pieza Hablar al aire, en la cual propone la posibilidad de la existencia de una interfaz ficticia que permite interactuar con los que ya no están. Remedios para el mal de ojo, de Micaela Maisa presenta una serie de "amuletos" colgados del techo "para protegerse de los efectos del mal de ojo". Por su parte, Ana Monzó presenta Mirar sin prisa, proyecto que consiste en "visibilizar y materializar la luz, el reflejo o el color a través de un conjunto de piezas abordadas desde una visión pictórica". Por último, Víctor Visa trae Frivolizar con los símbolos, una obra compuesta por "99 dibujos y pinturas, símbolos que forman parte de un todo".
La selección de artistas llevada a cabo por un comité de expertos en el que están representados los colectivos artísticos más estrechamente vinculados al mundo del arte, garantiza la calidad de los proyectos presentados una edición tras otra. Asimismo, la procedencia y prestigio de los miembros del comité garantiza, por otra parte, la pluralidad de las opciones y la trasparencia a la que se debe una selección.
El conjunto de los proyectos expuestos presenta una amplia diversidad de lenguajes, algo común en las manifestaciones artísticas últimas. De este modo, encontramos pintura, escultura, instalaciones, vídeos y fotografía. Sin embargo, más allá de esa multidisciplinariedad y de la variedad de planteamientos temáticos, subyacen una serie de líneas argumentales en torno a las que giran estas propuestas. Estas líneas reflejan distintos núcleos de interés como la construcción de la imagen, las nuevas formas de comunicación y su uso, el cuestionamiento de la práctica artística y la precariedad de sus poéticas en muy diversos contornos relacionales.