VALÈNCIA. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, hacía oficial este viernes tras el pleno del Consell el nombramiento de la subsecretaria de Sanidad, Isabel Castelló, como nueva directora general del Sector Público, Modelo Económico y Patrimonio mientras que Juan Ángel Poyatos, hasta ahora en dicho cargo, era designado en el cargo que deja vacante su compañera. Un movimiento que había adelantado Valencia Plaza y que resultaba cuanto menos sorprendente, pero que parecía justificarse en cierto modo en un refuerzo de las dos áreas.
Por un lado, la maniobra suponía designar a Poyatos para lidiar con conflictos como la reversión del Hospital de Dénia, los autoconciertos o la relativa a las resonancias magnéticas, mientras que Castelló, pasaría a volcar sus conocimientos jurídicos en los problemas del Sector Público para encontrar el encaje del personal laboral en la administración pública tras los dictámenes del Consell Jurídic Consultiu. Sin embargo, la realidad dista en cierta medida de lo que parecía la explicación razonable sobre la cuestión: no es que sea incierta pero otros factores fueron los decisivos en el cambio de cromos que, eso sí, se solventó aplicando cierta lógica de cara a la gestión.
Así, distintas fuentes de ambos departamentos, apuntaron a discrepancias entre Castelló y la consellera de Sanidad Universal, Ana Barceló, y en concreto a la negociación del autoconcierto con el personal sanitario para reducir las listas de espera como uno -posiblemente el principal- de los detonantes que provocaron el intercambio de altos cargos entre Sanidad y Hacienda.
Este lunes médicos y enfermeros de los hospitales La Fe, Clínico y Peset de València, el General de Castellón y otros centros de Alicante suspendían las operaciones por la tarde en protesta por las retribuciones, que consideraban bajas. La subsecretaria de Sanidad se reunía con representantes de los trabajadores para explicarles la situación y defender la postura de la Conselleria pero después se topó con que los planes habían cambiado y que finalmente aumentaría el precio, tal como pretendían los sindicatos. Esta falta de coordinación fue determinante para deteriorar la relación entre Castelló y la consellera de Sanidad, Ana Barceló, que ya se había tensado a lo largo de las últimas semanas.
En esta línea, algunas fuentes también apuntaron a un enfrentamiento días atrás de la subsecretaria de Sanidad con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra. Una escena que, aunque no fue más allá en la relación entre Castelló y Oltra, sí habría incomodado a la consellera de Sanidad, quien se ha caracterizado desde la entrada en el departamento por su perfil discreto y alejado de polémicas.
No obstante, para dirigentes próximos a Barceló, el problema es que llovía sobre mojado y cada desencuentro iba distanciando a dos altos cargos cuya colaboración es fundamental en cualquier conselleria. Así, también se apunta a que no había existido la mejor de las sintonías entre consellera y subsecretaria debido a ciertas tensiones en reuniones de la cúpula del departamento. Un cierto goteo que se agravó con la situación de tensión acaecida con Oltra.
Según distintas fuentes, la escalada de desavenencias se remató al final de esta semana cuando la subsecretaria no acudió al Consellet, nombre por el que conocen los altos cargos a la reunión de los jueves preparatoria del pleno del Ejecutivo valenciano que se celebra el viernes por la mañana.