VALÈNCIA. Tras pasar varios meses estropeados, los aparatos audiovisuales del Centro Arqueológico de la Almoina volverán por fin a estar disponibles para el público. Así lo indicó este miércoles en un comunicado la concejala de Patrimonio y Recursos Culturales, Glòria Tello, quien señaló que la reparación de estas pantallas finalizó el pasado 23 de octubre.
El Ayuntamiento ha incluido esta actuación dentro de un Plan Integral aprobado el 10 de octubre para remodelar y adecuar el centro. Y es que, según la concejala, el espacio se enfrentaba a tres grandes obstáculos: “el funcionamiento incorrecto de los aparatos audiovisuales, un proyecto museográfico mal concebido y el problema estructural de la obra”. Todas estas deficiencias provocaron que el 14 de agosto se decidiera dejar de cobrar entrada a los visitantes a causa de los “malos servicios que se estaban ofreciendo”, explicó Tello. De hecho, la responsable municipal del área de Desarrollo Económico Sostenible y Turismo, Sandra Gómez, ya había manifestado la gravedad de la situación en una reciente entrevista con Cultur Plaza en la que mencionó lo ocurrido en dicho enclave como ejemplo a evitar. “Es importante que hagamos inversiones que nos permitan mantener nuestros espacios en las mejores condiciones posibles para que cosas como lo que ha pasado con la Almoina no pasen”, apuntó entonces.
Como parte de ese Plan, además de reparar las pantallas dañadas, se ha programado una remodelación museográfica, “que está en marcha”; y un informe técnico para identificar las problemáticas estructurales del edificio y hacer propuestas de resolución. En este sentido, la regidora explicó que “dignificar” este emplazamiento resulta relevante “ya que es el espacio arqueológico más importante que narra la historia fundacional de la ciudad de València”.
La primera actuación, referida a la reparación de los aparatos audiovisuales, ha tenido unos costes de 8.000 euros. En este proyecto se han arreglado las pantallas del sótano y la principal de la entrada, “ya que las demás eran irreparables por su tecnología obsoleta”, explicó Tello. Tras esta intervención, la concejala espera que el museo abra la semana que viene “con normalidad” y “cobrando entrada”. Por otra parte, la segunda medida de este plan se enmarca en un proyecto de remodelación museográfico con el fin de crear “un nuevo discurso” desde este espacio expositivo, ya que, como indicó la regidora “se consideran caducos algunos de los contenidos y de la tecnología con la que contaba”. Al frente de esta iniciativa se encuentra Dani Nebot, encargado de ampliar y complementar los contenidos ofrecidos. Por otra parte, Tello subrayó que “cuando se inauguró el museo solo se pensó en hacer visitas guiadas y eso hizo que la información fuera muy escasa, al poco tiempo se amplió la información, pero no era suficiente”.
La tercera iniciativa consta de un informe técnico desde el punto de vista de la ingeniería y de la arquitectura, con la finalidad de detectar los problemas estructurales del museo, además de proponer soluciones y estudiar si es necesaria una reforma. Aunque el principal problema que se identifica es la lámina de agua, también se contempla la intervención en el ascensor de la Almoina para cerrarlo “a causa del deterioro que está sufriendo por problemas externos como, por ejemplo, la caída de bebida cuando se hace botellón”, comunicó la responsable de Cultura.
Según explicó Tello, el propio edificio “arrastra dificultades desde el primer día de su construcción, ya que en 2009 empezaron a detectarse problemas en los contenidos, dispositivos audiovisuales y la infraestructura, y además, en 2010 se detectaron problemas en la lámina de agua”. Además, la regidora añadió que cuando empezó en el Gobierno, “el centro estaba sin dirección y sin gestión. Por otra parte, la gestión ordinaria y diaria del museo era realizada por los funcionarios del servicio de Patrimonio Histórico que no podían dedicar todo su tiempo porque también gestionan otros espacios”.