VALÈNCIA. (EFE). El Ayuntamiento de València, a través de la Concejalía de Sanidad, ha puesto en marcha el operativo de vigilancia y control de los puestos de churros y buñuelos, así como los de venta de alimentos que se establecen en la ciudad con motivo de las Fallas.
La concejala de Sanidad, Salud y Deportes, Maite Girau, ha anunciado que el equipo de trabajo iniciará las inspecciones desde este lunes hasta el próximo día 19 de marzo, día de San José, y último día de las fiestas grandes de València, ha informado el Ayuntamiento en un comunicado.
Los operativos que se encargan de comprobar que las instalaciones cumplen con todas las exigencias normativas realizan inspecciones diarias en horario matutino, vespertino y nocturno a todos los puestos autorizados de masas fritas y venta de alimentos.
Esto grupos de inspección están constituidos por tres inspectores farmacéuticos que controlan instalaciones, alimentos y a manipuladores de los puestos autorizados, y por un equipo formado por un farmacéutico de aguas y un auxiliar, que comprobarán que todos los puestos autorizados cuentan con agua potable.
Además, el Servicio de Sanidad cuenta con siete inspectores veterinarios que visitan los puestos de todos los mercados con venta de alimentos para comprobar que estos son aptos para el consumo y que poseen la documentación y autorizaciones pertinentes.
El número de establecimientos autorizados a día de hoy es de 119, mientras que el de mercados ambulantes es de 59, a falta de determinar el número de puestos que se instalarán en cada uno.
Durante las Fallas del 2018, los inspectores municipales realizaron 766 visitas a 146 establecimientos y realizaron 343 inspecciones en 71 mercados.
Las mismas fuentes han informado que desde el día 15 de marzo y hasta el 19, se colocarán 300 urinarios públicos básicos en diferentes zonas de la ciudad, 70 más que el año pasado, y 40 adaptados para personas con diversidad funcional.