VALÈNCIA. El recurso interpuesto por el Sindicato Profesional de Administración Local (SPPLB) en el concurso público para elegir al nuevo director artístico de la Banda Sinfónica Municipal de València ha puesto las piezas en el tablero. Cabe recordar que este proceso busca, por primera vez, a una persona que se haga cargo, en exclusiva, de la batuta de la formación. Un concurso abierto del que el sindicato reprueba una única cláusula, la que se refiere a la posibilidad de que el nuevo director, sin ser funcionario, pueda escoger al subdirector asciendo a un miembro de la Banda.
Tras la publicación ayer de la información en exclusivo de Culturplaza, el Ayuntamiento sí quiso dar ayer su versión. Empezando por lo más urgente, que es el recurso, fuentes oficiales adelantan que la elección del subdirector no será un dedazo, sino “que tendrá un proceso con todas las garantías y ajustado plenamente a la legalidad” que estaría avalado por Personal, encargado de contestar el recurso interpuesto. “El sindicato puede estar tranquilo porque no se va a ascender a cualquiera porque sí”, prometen desde el Ayuntamiento.
El mismo Ayuntamiento ha querido quitarle hierro a las sombras de duda sobre el proceso explicando que “a pesar de tener la competencia para nombrar a dedo al nuevo director, como se ha hecho toda la vida”, han preferido iniciar “el proceso más transparente que se ha hecho nunca”. “Tiene un jurado y unas garantías para que cualquier aspirante pueda preguntar o recurrir”, aseguran.
Sobre las bases, el consistorio defiende que no se incluyan los baremos de puntuación de cada competencia porque así se hace un proceso “flexible” en el que el mismo jurado debata sobre qué aspectos creen más destacables de cada perfil y así poder elegir a la persona “más capaz”: “esto no es la elección de una plaza funcionarial, no tenemos que ser tan rígidos”, explican a las preguntas de este diario.
Sin salir de las bases, defienden la composición del jurado. En las bases no estaba reflejada cómo sería la composición (es decir, qué instituciones van a proponer a cada miembro), y con la convocatoria de candidaturas ya cerrada, el viernes se dio a conocer con nombres y apellidos quién será la comisión evaluadora: el presidente será Alexander Liebreich, director de la Orquesta de València; el secretario será el de la corporación. Como vocales ejercerán Virginia Martínez Fernández, exdirectora de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia; Vicente Llimerá, director del Palau de la Música, y Miguel Zapata, profesor de la Banda Municipal, miembro del sindicato mayoritario de esta y empresario responsable de Neomúsica.
Ante este jurado, Manuel Tomás, coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento de València, ha querido despejar cualquier duda de intervención para favorecer a ningún candidato: “El Ayuntamiento ha querido elegir a una comisión de primera calidad para que elegir al mejor candidato por méritos propios. Estoy seguro de que ningún miembro del jurado va a manifestar que haya recibido indicación alguna por parte del Ayuntamiento”.
En este sentido, preguntado por el que diferentes fuentes apuntan a que sería el favorito para el puesto, Tomás ha preferido volver a poner en valor la autonomía y la solvencia del jurado para tomar la decisión correcta: “El jurado elegirá al que entienda que es mejor. ¿Quién le va a apuntar un nombre al maestro Liebreich?”.
Glòria Tello, exconcejala de Cultura y expresidenta del Palau de la Música, ahora regidora de Compromís, ha manifestado que: “cuando una administración pública inicia un proceso para cubrir una plaza, este proceso obligatoriamente debe regirse por los principios de publicidad, transparencia e igualdad de oportunidades. Parece que el principio de igualdad de oportunidades no está claro en el proceso que ha iniciado el Gobierno del PP para cubrir la plaza de director de la Banda Sinfónica Municipal. En primer lugar, sentimos que eliminen el requisito de que la persona que ocupe la plaza sea funcionaria.De repente se quiere hacer un contrato de alta dirección, lo que supone un mayor gasto de dinero público. Por otro lado, nos hemos entrado en que un sindicato ha denunciado este proceso por considerar que a esta plaza se le otorgan funciones no propias del puesto de trabajo”.
Por otro lado, también denuncian que “no podemos obviar el hecho de que en el mundo musical de todo el país, hace semanas, se está hablando de quién será la persona que ocupará esta vacante”. Compromís pedirá explicaciones al Ayuntamiento “para que no juegue con las esperanzas y sentimientos del resto de personas candidatas”.
Por su parte, la concejala socialista Maite Ibáñez ha anunciado que su grupo municipal presentará una moción a la próxima comisión de Cultura para que Catalá renuncie “al dedazo en la designación de los cargos relacionados con la cultura como hizo en el Palau de la Música y, en su lugar, asuma el manual de buenas prácticas del sector para elegir a profesionales en los cargos de dirección y no a amiguetes”. La edil ha criticado que “el único intento de Catalá por hacer ver que ha abierto un proceso de selección abierto ha acabado con un recurso por las dudas que generan las bases de la convocatoria. Es lo que ha ocurrido con la selección del director de la banda municipal de València, donde ya han saltado las alarmas por las sombras en un concurso que debía ser transparente y en el que Catalá también ha puesto su sello de opacidad”.