Un recurso pone el foco en el concurso del nuevo director de la Banda Municipal de València

VALÈNCIA. La Banda Sinfónica Municipal celebra en apenas unos días su 120º aniversario. Lo hace en pleno proceso de transformación de su estructura y un plan del nuevo equipo del Ayuntamiento de València para “potenciarla”. Sin embargo, los primeros pasos de este proceso no están yendo con buen pie. La búsqueda del “mejor director de la Banda Municipal”, según calificó el Consistorio el pasado viernes con el anuncio de la constitución del jurado que lo elegirá, se ha topado con reticencias.

La elección del que será el principal responsable artístico de la formación ha sido cuestionada: el Sindicato Profesional de Administración Local (SPPLB) ha interpuesto un recurso sobre las bases del concurso abierto porque, según estas, la persona elegida tendría facultades para “proponer la selección del Subdirector artístico entre los componentes de la agrupación”. Al tratarse de una convocatoria abierta a cualquier profesional y que el contrato es de directivo, el Sindicato recuerda que, a luces de las Normas Reguladoras del Personal Funcionario del Ayuntamiento, este no tiene la capacidad de tomar la decisión de elevar a un empleado público. Preguntado por este recurso y su posición ante este, el Ayuntamiento no ha querido pronunciarse.

En todo caso, no es lo único de esta convocatoria que ha levantado ampollas. Diferentes fuentes consultadas han destacado a este diario tres carencias de las bases que serían cruciales para el normal funcionamiento del proceso. En primer lugar, estas no especifican la composición del jurado, que fue anunciada el pasado viernes cuando ya se había cerrado la recepción de candidaturas. En segundo lugar, no hay baremos numéricos para saber qué peso tendrá cada competencia del currículum presentado por los candidatos. Por último, tampoco se especifica la duración del contrato. Esta falta de transparencia ha levantado sospechas. Y es que son muchas las aristas de este proceso.

Una transformación anunciada… pero no consultada

La potenciación de la Banda Sinfónica Municipal llega en un contexto muy concreto. Tras años de lucha a raíz de los planes del Ayuntamiento de València de trasladar a sus miembros de su estructura al Organismo Autónomo Municipal Palau de la Música, la formación se encontraba en horas bajas. La temporada 2022-2023 empezó con una “guerra civil” abierta tanto entre los miembros de la propia formación como entre estos y su entonces director, Rafael Sanz-Espert, que dio un paso al lado en octubre de 2022.

La Concejalía de Cultura, entonces en manos de Glòria Tello, trazó entonces una hoja de ruta: elegir en comisión de servicios (es decir, un proceso reservado a personal de la Administración) una dirección de carácter provisional y convocar después unas oposiciones para cubrir el puesto de manera definitiva más tarde. Del primer proceso salió elegido Miquel Rodrigo i Tamarit en abril de este mismo año, un músico de la Banda que llevaba en excedencia tres décadas con una carrera destacada (como su paso por la North-Holland Philharmonic Orchestra de Haarlem como Director Residente, o la Sinfonietta Geleen como director titular, además de ejercer como asesor musical en la Diputació de València desde hace años).

Rodrigo i Tamarit se encontró con el caos organizativo que llevaba denunciando la Banda desde hacía tiempo: no había siquiera programas confeccionados para los conciertos ni ensayos calendarizados. Además, el ambiente laboral llegó a ser objeto de una auditoria en el Ayuntamiento. En estos meses de cargo, tal y como relatan diferentes fuentes internas, el director provisional ha conseguido pacificar a la formación y ha puesto orden tanto en lo artístico como en lo burocrático. Con ello, los ánimos de la formación “han dado un vuelco”.

Pero nuevo gobierno, nueva hoja de ruta. Jose Luis Moreno, actual Concejal de Cultura en la corporación presidida por María José Catalá, anunció a principio de curso un plan integral para potenciar tanto el Palau de la Música como la Banda Sinfónica Municipal. En el caso de la segunda, la dirección se dividirá en dos puestos diferentes (uno artístico y una jefatura del servicio), una medida que también puso sobre la mesa Miquel Rodrigo al ver excesivas las tareas administrativas. Esta dirección bicéfala tendrá también dos naturalezas: la artística será un ‘fichaje’ a través de un concurso público abierto; y la jefatura de servicio será, claro, un puesto funcionarial. Además, se creará el mencionado puesto de subdirección, que recaería en un miembro de la formación. Este es el puesto que el Sindicato denuncia que no puede ser elegido por un directivo no-funcionario.

Este plan fue desvelado en una reunión con la Banda, en la que se sacó pecho de la “nueva etapa” y de querer buscar al “mejor director” para esta. Las declaraciones fueron hechas en una visita de miembros de la Corporación a la banda, delante de los músicos… Y del propio Miquel Rodrigo. Ese ha sido el único contacto por parte del Ayuntamiento en estos meses, algo que censuran desde la Banda, que esperaba que el cambio de hoja de ruta se les preguntara y se decidiera después de evaluar el buen momento que atraviesa ahora mismo esta. Tras seis meses de tranquilidad, algunas fuentes internas temen que vuelvan a sonar las alarmas de injerencias políticas.

Miquel Rodrigo no seguirá frente a la Banda Municipal

El proceso ha hecho cambiar la atmósfera de la Banda casi de manera instantánea, pero diferentes voces externas también observan el concurso por la dirección artística con cierta reticencia. La llamada del Ayuntamiento de València para ser “el mejor director de la Banda Municipal” ha reunido nueve candidaturas, según ha podido saber Culturplaza extraoficialmente. Una cifra discreta en comparación con la comisión de servicio convocada hace tan solo unos meses, a la que se presentaron más de una treintena de aspirantes.

Miquel Rodrigo i Tamarit ya ha anunciado a los miembros de la Banda Municipal que no se ha presentado al proceso. Lo hizo la semana pasada y, entre las razones, esgrimió que no se siente “llamado” en esta nueva hoja de ruta. Por lo tanto, cuando concluya el proceso, Rodrigo i Tamarit dejará la dirección artística, aunque mantendrá la jefatura de servicio, que aún no ha iniciado el proceso de renovación. En todo caso, previsiblemente también le relevaran de ahí.

Pero otro nombre resuena desde el mismo día del anuncio del proceso. Varias fuentes de distinta naturaleza coinciden en conversaciones diferentes en cuál sería el favorito para el puesto. Se trataría de un músico de larga trayectoria en diferentes formaciones y muy vinculado a la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana, además de formar parte del claustro de Esmar, la academia que dirige Manuel Tomás, coordinador de Estrategias, Estudios y Proyectos del Ayuntamiento de València, que ha apadrinado el cambio de rumbo tanto en el Palau de la Música como en la Banda Municipal. Este candidato ya se postuló como director en la comisión de servicios y, quedándose fuera en la terna final frente a Miquel Rodrigo, presentó una alegación contra el nombramiento de este aduciendo que tenía mejor currículum como director-intérprete. El Ayuntamiento ratificó su decisión explicando que Rodrigo tenía un perfil más “plural”. Este diario ha podido confirmar que este favorito sí se ha presentado a este proceso.