VALENCIA. El Ayuntamiento de Valencia prepara un plan de choque para consolidar la red de alquerías en mal estado de la ciudad, una iniciativa que ya se dejó intuir la semana pasada con la actuación municipal sobre la de la Torre, donde quince operarios llevan a cabo trabajos de limpieza y acondicionamiento.
Todas las alquerías susceptibles de ser rehabilitadas ya han sido fotografiadas por los técnicos municipales, quienes ya han determinado cuáles son las reformas necesarias para su determinar su salvación. Haciendo uso de esta información, desde la administración se está realizando actualmente una previsión del gasto que puede suponer para las arcas municipales.
“Es un tema prioritario aunque, cuando sepamos nuestro presupuesto, podremos saber qué tipo de actuaciones se pueden hacer”, explica el concejal de Contratación, Personal y Servicios Técnicos Centrales, Sergi Campillo. Aunque faltan apenas unos días para conocer con detalle los presupuestos municipales de cara al próximo ejercicio, el compromiso del Ayuntamiento es extender este tipo de actuaciones al resto de inmuebles protegidos.
“Este gobierno es muy sensible con el tema del patrimonio”, indica Campillo, pues la administración quiere poner en marcha el plan de choque en un plazo breve. Pero la consolidación de estos inmuebles es solo el primer paso, pues el Ayuntamiento también se plantea dar uso a algunas de las alquerías abandonadas que se reparten por el cap i casal. Para María Oliver, concejala de Gestión del Patrimonio Municipal, este es un asunto “prioritario” y desde la delegación ya han estado “sistematizando la información de manera que sean las propias concejalías las que se hagan cargo de su rehabilitación a partir de sus presupuestos”.
En cuanto a los uso de los inmuebles, dependerá del estado de cada una aunque, explica la propia Oliver, “si las concejalías no le encuentran, entonces nos dirigiremos a la sociedad civil”. Esto quiere decir que se contactará tanto con asociaciones como con empresas aunque, eso sí, siempre priorizando actividades que tengan un fin social y “de una manera transparente y reglada”.
Aunque el plan de consolidación de las estructuras de alquerías está todavía en fase de desarrollo, pero “avanzado”, ya se está trabajando en la adecuación de algunos de estos espacios. Precisamente, la semana pasada un grupo de quince operarios de las brigadas del plan de empleo de este año participaron en las labores de limpieza y acondicionamiento de la alquería de la Torre.
El conjunto, declarado Bien de Relevancia Local, tiene su origen en una edificación de la última parte de la Edad Media, rehabilitada durante los siglos XVII y XVIII. Las actuaciones se centran en el desbroce de la entrada para facilitar el acceso y la poda de la zona ajardinada exterior, aunque también se cegarán los huecos de la fachada en la primera planta. Además, en su interior, se están eliminando restos del material de obra, restos orgánicos de palomas y otros enseres abandonados por personas que han ocupado el inmueble en los últimos años.
Una vez finalice la actuación sobre la alquería, el próximo objetivo de la concejalía es el Casino del Americano, donde los efectivos desbrozarán el jardín. El palacete, cuyo nombre oficial es la Quinta de Nuestra Señora de las Mercedes, data de 1869 y se ubica en el barrio de Benicalap. Aunque el Consistorio se hizo en 2011 con la propiedad de la que fuera casa de Joaquín Megía Ortega y Mercedes González-Larrinaga, la falta de presupuesto para ejecutar su rehabilitación la condenó al abandono.
El gasto de la adquisición se situó en 3,5 millones y, en un primer momento, el gobierno local iba a localizar en el palacete la sede de la Universidad Popular, antes de renunciar al proyecto por su alto coste. Desde entonces la edificación ha sufrido numerosas intromisiones y ha sido el escenario de un incendio.
Los Arcos de Alpuente es considerado Yacimiento Arqueológico y declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento
