Si por algo se caracterizó la Valencia de Rita Barberá, esa tan demonizada por Compromís cuando estaban en la oposición, era por la cantidad de luz que había en calles, parques y diferentes espacios públicos. Tal es así que se realizaron informes técnicos que avalaban la “contaminación lumínica”
Si nos ponemos podríamos tener una buena serie de À Punt. Después de Santángel, Colón, Cervantes o Jaume I nos toca de nuevo Sant Vicent. Y mientras tanto la Roqueta sin uso. Esto de las expediciones municipales es de CSI
Ante la ausencia de prevención y conservación se nos cae el patrimonio. Ha sido el caso del muro de los Silos de Burjassot del siglo XVI. Tranquilos. No pasa nada. Ya lo reconstruirán con ladrillos y algo de cemento.
Cartografía de nuestras vías mejores. O cómo definir un tipo de ciudad a través de la predilección por unas calles concretas. Incluye recomendaciones para transitarlas
Continuamos con propuestas de bajo alcance y sesgada militancia. Ahora toca al Convento de Santo Domingo. A algunos les viene bien el ruido pero con razones de poco calado. Estas Corts nuestras retratan su nivel.
Lo que nos pone es arrasar. Cuanto más mejor. Pintadas, actos vandálicos sobre el patrimonio y hasta esculturas urbanas que el mundo valora y nosotros arruinamos. Lamentable abandono de la realidad.
La potencialidad de este nuevo universo aún está por explotar, y solo la creatividad de direcciones y políticas culturales multiplicará los efectos de un patrimonio antiguo para una sensibilidad nueva
A vueltas con el valor que tienen edificios presumiblemente incalculables. Cómo tasar el peso cultural y social de un emblema arquitectónico