VALÈNCIA. El Ayuntamiento de València ya se prepara para buscar una nueva concesionaria para la gestión del Balneario de la Alameda después de haber rescindido de manera anticipada el contrato con la actual gestora, como publicó Valencia Plaza, por incumplir el contrato y deber más de 450.000 euros del canon anual. El consistorio licitará el nuevo contrato para que entre una nueva empresa a explotar las instalaciones de aguas termales y prevé hacerlo en el último trimestre del año.
"La concejalía de Patrimonio está trabajando para poder sacar a concurso el nuevo contrato en el último trimestre de este año", explicaron a este diario fuentes municipales una semana después de haber acordado la rescisión anticipada del contrato. El departamento que dirige el concejal José Marí, encargado de infraestructuras como el Balneario de la Alameda, "está llevando a cabo las tareas necesarias para revisar los pliegos y actualizarlos para que sean competitivos", aseguraron en ese sentido.
Una de las posibilidades que están abiertas es que, por ejemplo, el que fuera asilo de la Lactancia, pueda ofrecer otros servicios más allá del propio balneario de aguas termales, como hostelería. Asimismo, se va a aprovechar el impás para "evaluar el estado en el que se encuentran las instalaciones" y verificar si son necesarias nuevas inversiones. Cabe recordar que el centro está clausurado desde finales de 2022 tras obligar el ayuntamiento a su cierre por haber detectado la presencia de bacterias como legionela en las aguas termales.
El Ayuntamiento de València inició el proceso para resolver anticipadamente la concesión tras constatar, entre otros incumplimientos del contrato, que la compañía gestora adeudaba a las arcas municipales más de 450.000 euros entre los impagos del canon anual de entre 2017 y 2022 y de la deuda que arrastraba la anterior concesionaria, que se subrogó la actual explotadora de manera prorrateada anualmente.
En ese sentido, el Ayuntamiento ha roto el contrato, que tenía vigencia hasta 2055, pero va más allá y ha ordenado iniciar "las actuaciones pertinentes para determinar, en su caso, la indemnización por los daños y perjuicios causados", también para proceder a la liquidación del contrato e incluso apreciar "la posible concurrencia de la prohibición de contratar" de la compañía.
Así figura en la resolución de la Junta de Gobierno Local del pasado jueves, como adelantó este diario, en la que el gobierno municipal rechazaba, con los informes municipales sobre la mesa, todas y cada una de las alegaciones presentadas por la empresa gestora, Balneario La Alameda 2016, que había pedido una indemnización por el cierre obligado durante el confinamiento y que acusa al Ayuntamiento de no autorizar su proyecto de hotel tramitado en 2021.
Ante la oposición de la concesionaria, el Ayuntamiento de València tuvo que solicitar un informe al Consell Jurídic Consultiu (CJC) para esclarecer si procedía o no resolver el contrato de manera anticipada. Y el organismo concluyó que sí: el Ayuntamiento debía romper la relación contractual.
Por un lado, porque "no concurre actuación alguna" del consistorio que implique una indemnización y porque el cierre por la pandemia no puede justificar los impagos, que se venían produciendo ya desde 2017, "mucho antes de que irrumpiera ella". Y en segundo lugar, porque el Consell Jurídic Consultiu rechaza todas las acusaciones de incumplimientos al Ayuntamiento porque "no han sido acreditados" y "no revisten la suficiente entidad para desvirtuar" los motivos de la resolución anticipada.
Desde que se inició el proceso, el consistorio ya trabajaba en la redacción de unos nuevos pliegos para sacar a concurso la gestión del mencionado balneario, ubicado en el barrio de Exposición. Sin embargo, el diseño de un concurso público de estas características no acostumbra a ser sencillo, entre otras cosas porque también es preciso evaluar el estado del inmueble. Así pues, la previsión del gobierno municipal es poder sacarlo a concurso en el último trimestre. Hasta que se adjudique, el centro permanecería cerrado.