VALÈNCIA. Los galardonados de los Premios de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana (ADCV) se reunieron una vez más, casi dos meses después de la entrega de premios, para atender la llamada del President de la Generalitat, Ximo Puig, en un acto que reunió al sector en el Palau de les Comunicacions, el antiguo edificio de Correos ahora usado por el gobierno autonómico para distintos actos sociales o culturales. Fue el pasado mes de mayo cuando el Teatre Principal de València reunió al sector en la entrega de premios, un acto al que le siguió, a principios de junio, la inauguración de la exposición que recoge en Las Naves los trabajos destacados. Los premiados se reunieron una vez más este lunes para celebrar el diseño valenciano en un año clave: el de la Capitalidad Mundial del Diseño.
“[Es] un hito que nos posiciona a la vanguardia del diseño y ha supuesto un punto de inflexión”, declaró el jefe del Consell durante su intervención, en la que se refirió al impacto económico del diseño en la Comunitat Valenciana. Para muestra, un botón: las industrias intensivas en diseño generan más del 13% del empleo, “un sinónimo de progreso”, ha subrayado Puig, porque “hoy no se entiende el fondo de nuestra economía sin la riqueza de su forma”. Asimismo, el president animó al sector industrial y empresarial valenciano a apostar por la “innovación, la creación y el diseño” como factores de éxito y felicita los galardonados nacionales en los sectores del textil, el mueble o la iluminación.
La Generalitat celebra el diseño, pero, ¿cómo lo impulsa dentro de la administración? Fue en mayo de 2021, durante la presentación de las líneas de actuación de la Capitalidad, que su director, Xavi Calvo, apuntó que la llamada a proyecto había sido una suerte de “caballo de Troya” para la entrada del diseño en la administración pública, una entrada que debía definirse con un proyecto mayor que se ubicara en el “corazón” de la institución, proyecto en el que se estaba trabajando por una doble vía: la local y la autonómica. Desde entonces, ha sido el Ayuntamiento de València el que ha tomado la delantera a la Generalitat por lo que respecta a la gestión del diseño. Si bien ambos modificaron sus sistemas de contratación hace años, de la mano de las distintas asociaciones representantes del sector, lo cierto es que es el consistorio el que ha profundizado en el mismo.
El pasado mes de diciembre anunciaba la creación de un Consell del Disseny, un organismo consultivo formado por distintos profesionales del sector que tienen como misión guiar a las distintas concejalías en asuntos relacionados con su sector. El Consell, por cierto, fue formalmente creado este mismo mes, dando a conocer, además, su composición, con un plantel de miembros entre los que se encuentran los premios nacionales Marisa Gallén y Nacho Lavernia o el codirector del Arxiu Valencià del Disseny, Xavier Giner, entre otros.
Si bien los profesionales del sector siguen trabajando de la mano del gobierno autonómico para que forme parte de su arquitectura, lo cierto es que todavía no se ha concretado ni el cómo ni el cuándo, a diferencia del consistorio. Tampoco hay noticias, de momento, del consejo asesor en materia de comunicación, publicidad y creación de valor que Puig prometió impulsar en el año 2018, durante un discurso en La Lluna, el festival de comunicación y publicidad, organizado por ComunitAD (Empreses de Comunicació Publicitària de la Comunitat Valenciana).
Con todo, la Generalitat Valenciana es, junto con el Ayuntamiento, el gran ente que financia la Capitalidad, pues entre uno y otro aportan un mínimo de 4,5 millones de euros de manera directa. Esta inyección, además, ha sido clave para el desarrollo de una actividad que ha sido afectada sin duda por la baja participación del sector privado, a causa, entre otras cosas, de una pandemia que llegó en pleno proceso de construcción del proyecto. Si bien en un primer momento se esperaba que el presupuesto total del proyecto corriera a partes iguales entre la administración pública y la privada, finalmente estos últimos se han quedado atrás con una aportación de 411.762,51 euros.
Doce meses después de que València dejara de ser Capital Mundial del Diseño, la ciudad tiene pendiente desatascar el Consell del Disseny o regular su uso de la IA. La Fundació del Disseny ha mantenido una parte del calendario de actividades, aunque también acaba el curso con conflicto
