El bajo de CCOO podrá convertirse en servicio público si el edificio pasa a ser de viviendas

VALÈNCIA. El Plan Especial de Protección de Ciutat Vella de València (PEP) permitirá que la sede de Comisiones Obreras sita en la Plaza de Nápoles y Sicilia se convierta en un edificio de viviendas. Ahora bien, su planta baja no podrá ser de uso terciario y el nuevo planeamiento abre la puerta a que sea un espacio en el que la administración preste un servicio público.

El planeamiento especial del casco histórico de la capital prevé salir adelante en la Comisión de Urbanismo el próximo jueves de forma provisional para, a continuación, darle traslado a la Conselleria de Cultura, que deberá suscribir su visto bueno. Así, el Plan recoge que la planta baja del céntrico edificio de CCOO, con 1.200 metros cuadrados de suelo, sea considerada como dotacional múltiple, lo que conlleva, según las normas urbanísticas de la ciudad, a que su uso predominante sea el de servicio público.

Así, el planeamiento general de València recoge que este uso comprende concretamente actividades destinadas a "dotar a la ciudadanía de los equipamientos y servicios, necesarios para su esparcimiento, educación, enriquecimiento cultural, salud, asistencia, bienestar y mejora de la calidad de vida". Se trata, al fin y al cabo, de una reserva de suelo dotacional en el casco histórico cuyo uso concreto se puede definir con posterioridad a la gestión del PEP.

De esta manera, el Ayuntamiento abre la puerta a que el bajo del edificio de CCOO se pueda dedicar para servicios públicos en un futuro. En realidad, el planeamiento permite que la planta baja y la primera planta se también se puedan dedicar a usos terciarios. Y es reseñable que el consistorio ha recibido solicitudes para que este bajo se pudiera cambiar al uso terciario. No obstante, se ha denegado "por razones de interés público" al necesitar el barrio dotaciones públicas en aras de recuperar su tejido vecinal.

De hecho, la Conselleria de Sanidad ha expresado ya su voluntad de establecer un centro sanitario en esta zona de Ciutat Vella para sustituir los servicios que está prestando en el centro de salud situado en la misma plaza de Nápoles y Sicilia, a escasos metros de la sede del sindicato. En este sentido, la planta baja de CCOO podría ser una opción a considerar para trasladar el servicio sanitario más adelante. Con todo, la planta primera si tiene la posibilidad de ser terciaria, por ejemplo, oficinas.

El edificio de viviendas y un bajo público

Todo está en manos del sindicato, que fue quien pidió a la delegación de Urbanismo que el PEP contemplara la posibilidad de convertir la finca en un edificio de viviendas. Es decir, cambiar su uso de dotacional privado -ahora denominado 'terciario especial'- a residencial. Finalmente, el Ayuntamiento ha accedido y ha incluido que este uso de terciario especial pueda ser compatible con el mayoritario en esta zona, que a la postre es el de viviendas.

Si CCOO decide convertirla en una finca residencial, el sindicato debería abonar al Ayuntamiento el 10% de las plusvalías generadas por el cambio de uso de la finca, así como ceder a la administración municipal suelo dotacional para compensar el aumento de la población que conllevarán las nuevas viviendas. Y en esta operación, sindicato y consistorio podrían llegar a un acuerdo para intercambiar el bajo de la finca por el deber de CCOO para con la administración, atendiendo siempre al valor del suelo y a la 'deuda' del sindicato para establecer la equivalencia.

32 viviendas y 92 plazas de aparcamiento

Un informe técnico pedido por el sindicato calcula que el edificio podría albergar un total de 32 viviendas a razón de ocho por planta. Así, la finca cuenta con un sótano y una planta semisótano. En la primera ya existen 46 plazas de garaje pero los arquitectos plantean la posibilidad de que en la segunda se puedan habilitar otras 46, sumando un total de 92 plazas de aparcamiento en pleno centro de la ciudad.

Consideran los técnicos para avalar el cambio al uso residencial que el espacio de aparcamiento es un puto "es de capital importancia" porque las normas urbanísticas oblian a prever, como mínimo una plaza de aparcamiento por vivienda. Continúan argumentando los arquitectos que con la construcción de las nuevas viviendas "la densidad de población de población se vería aumentada si comparamos con distintas zonas del Distrito".

Esto, apunta, "añadido a que el edificio recae sobre dos calles y la propia Plaza de Nápoles y Sicilia", sustentaría la adecuación del uso a residencial en cuanto a "la creación de espacio público y de viviendas con calidad constructiva". Al fin y al cabo, uno de los pilares fundamentales del Plan Especial de Ciutat Vella es recuperar su tejido residencial. "Es evidente que Ciutat Vella pide una densificación residencial y la trama heredada hace complicada la tarea de nueva edificación", insiste el informe. Así, el nuevo edificio vendría a solucionar esta necesidad del barrio.

Urbanismo “a la carta”

La portavoz del PP en el Ayuntamiento, María José Catalá, tras un primer estudio del Plan Especial de Protección de Ciutat Vella, manifestó que de este ordenamiento urbanístico “subyacen dos características que han definido la política urbanística de Ribó y del PSPV: el urbanismo a la carta y la falta de una definición concreta de temas que preocupan a los vecinos como son las viviendas turísticas y la accesibilidad a sus casas”. 

Catalá señaló que “el PEP deja preparado, como un traje a medida, los usos que va a tener la sede de CCOO, que pasará a ser residencial, donde se podrán levantar 32 viviendas y destinar el bajo para terciario, la antigua sede del PSPV de Blanquerias, con licencia para un hotel, y el edificio del Centro Excursionista en la plaza de Tavernes de Valldigna, del que el acalde fue socio histórico, y que tendrá un uso dotacional”.