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advierte que para subir las pensiones más del 0,25% hay que bajar antes el déficit

El Banco de España sube al 2,7% su previsión de crecimiento del PIB para 2018

20/03/2018 - 

VALÈNCIA. (EP). El Banco de España ha revisado al alza el crecimiento de la economía española para el próximo trienio y pronostica un crecimiento del PIB del 2,7% este año, tres décimas más, que se desacelerará hasta el 2,3% en 2019 (dos décimas más) y al 2,1% en 2020 (una décima más), mientras que la tasa de paro se reducirá hasta el 11% a finales del periodo analizado.

En su informe sobre las proyecciones macroeconómicas de la economía española, la autoridad monetaria afirma que el PIB, que habría crecido un 0,7% en el primer trimestre de este año, igual tasa que en los dos trimestres anteriores, sigue mostrando un "elevado dinamismo" y que las perspectivas para 2018-2020 dibujan una "prolongación de la etapa expansiva", si bien espera que la intensidad del crecimiento se vea "gradualmente mitigada".

Estas proyecciones favorables se apoyan, según el Banco de España, en la corrección de los desequilibrios de la economía, así como en la firmeza de la actividad y el comercio mundiales, en la persistencia de las condiciones propicias para la financiación de familias y empresas y en el tono de una política fiscal "algo más expansiva" que hasta ahora, dado que se incorpora el acuerdo en materia salarial y de empleo público alcanzado entre el Gobierno y los sindicatos para el período 2018-2020.

En todo caso, afirma que la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para este año en el momento de elaboración de estas previsiones implica una "elevada incertidumbre" sobre el tono final de la política fiscal, si bien prevé que el déficit público se vaya reduciendo en el periodo analizado.

Menos incertidumbre por Cataluña

Además, destaca que esta mejora de las previsiones también se ha visto apoyada por una "cierta moderación" de las incertidumbres políticas ligadas a la situación en Cataluña; sin embargo afirma que no se puede descartar que tenga lugar un "recrudecimiento de las tensiones", que impactaría "negativamente" sobre la evolución de la actividad en su conjunto, pero de manera "más acusada" en la propia comunidad autónoma.

En el periodo de proyección, el gasto en bienes y servicios de consumo seguirá apoyándose en la fortaleza del proceso de creación de empleo y en las persistencia de las condiciones financieras favorables, por lo que la demanda interna crecerá un 2,4% este año (cuatro décimas más que la estimación de diciembre), un 2,1% en 2019 (tres décimas más) y un 1,9% en 2020 (una décima más).

No obstante, el Banco de España constata una desaceleración del consumo por el agotamiento del proceso de compra de bienes duraderos tras los años de la recuperación y porque las familias tenderán a recomponer su tasa de ahorro, tras el reducido nivel del 6% con que cerró en 2017. Asimismo, prevé un repunte de los tipos de interés, que tendrá un impacto negativo sobre las rentas de los hogares y sobre sus decisiones de consumo.

A su vez, las exportaciones continuarán registrando tasas de avance superiores a las de sus principales socios, con un aumento del 4,9% este año, del 4,8% en 2019 y del 4,5% en 2020, por encima de las importaciones los tres años, con lo que la demanda externa aportará tres décimas al crecimiento en 2018 y dos décimas los dos ejercicios siguientes.

Crecimiento del empleo

Sobre la evolución del empleo, el Banco de España prevé un crecimiento del empleo muy cercano al aumento del PIB en el periodo analizado y, por tanto, una moderación de los elevados ritmos de crecimiento observados en el último trienio, con alzas del 2,7% este año, del 2% en 2019 y del 1,9% en 2020 (mejoras de entre cuatro y tres décimas), lo que permitirá que la tasa de paro se reduzca hasta el 15,1% este año, al 13,3% al año siguiente y el 11% al final del periodo analizado, "aún muy superior" a la tasa previa a la crisis.

Según el Banco de España, esta "elevada desocupación" será uno de los factores que contribuirán a contener el crecimiento salarial. No obstante, espera un repunte de los salarios a lo largo del próximo trienio, si bien estima un crecimiento similar de la productividad, por lo que dicho repunte salarial será compatible con la continuación de las ganancias de competitividad de la economía española.

En cuanto a la evolución del IPC, estima que este año crecerá un 1,2% de media, con una trayectoria influenciada por el componente energético, que experimentará un repunte en los próximos meses, hasta alcanzar un pico en verano, antes de volver a desacelerarse a finales de año. En los dos ejercicios posteriores, el IPC se aceleraría hasta el 1,4% y el 1,7%, respectivamente.

El Banco de España también pronostica la evolución de las finanzas públicas y prevé que el déficit público cierre este año en el 2,5% del PIB, tres décimas más de lo comprometido con Bruselas, en el 2,1% en 2019 y en el 1,7% en 2020.

 

Riesgos al crecimiento

Respecto a los riesgos a los que se enfrentan estas proyecciones, en el contexto exterior, los riesgos en torno al escenario central de crecimiento del PIB están sesgados al alza en el corto plazo, por la mejora del ritmo de crecimiento de la economía mundial, mientras que, a medio plazo, persisten diversas fuentes de riesgos a la baja.

En el ámbito interno, además de la situación de Cataluña, el Banco de España advierte de que "algunos anuncios recientes" sugieren la posibilidad de una "relajación de los esfuerzos de consolidación presupuestaria en el corto plazo", que si bien tendrá efectos expansivos a corto plazo, en un horizonte temporal más amplio, "agravaría la vulnerabilidad" de la economía ante eventuales perturbaciones adversas, dado el elevado endeudamiento público.

En el plano exterior, como posibles riesgos cita la intensificación de las presiones inflacionistas, la posibilidad de que la aprobación de aranceles en Estados Unidos desencadene la adopción de medidas similares por parte de otros países, lo que tendría efectos adversos en el comercio mundial, y los focos de tensiones geopolíticas, como la salida de Reino Unido de la UE o la incertidumbre sobre la formación de gobierno en Italia.

Por último, el Banco de España recomienda "evitar políticas presupuestarias expansivas y, por tanto, procíclicas" y apuesta por "priorizar" la consolidación fiscal, que permita una reducción gradual del déficit público en términos estructurales y de la ratio deuda pública sobre el PIB. "La consolidación fiscal resulta necesaria para mitigar la vulnerabilidad de la economía derivada del elevado endeudamiento público actual y para recuperar la capacidad estabilizadora del presupuestos público ante eventuales perturbaciones adversas", subraya.

En paralelo a la consolidación fiscal, defiende la necesidad de acometer las reformas estructurales aún pendientes, que deben dirigirse a mejorar la dinámica de la productividad, afrontar los retos derivados del envejecimiento población y reducir el desempleo estructural.

Estima que los salarios privados crecerán un 1% este año, un 1,4% en 2019 y un 1,6% en 2020

El Banco de España cree que España incumplirá hasta 2020 sus objetivos de déficit y que este año se situará en el 2,5%, tres décimas por encima del objetivo, tanto si se prorrogan los Presupuestos del año pasado como si las nuevas cuentas públicas adoptan un tono más expansivo, con medidas como el acuerdo suscrito con los sindicatos sobre la subida salarial de los funcionarios. El organismo cree que la retribución de los funcionarios no podrá incorporar las alzas adicionales ligadas al crecimiento económico y que por tanto será del 1,75% este año, del 2,25% en 2019 y del 2% en 2020.

Así lo ha señalado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante la presentación de las proyecciones macroeconómicas de la economía española (2018-2020), en la que ha alertado de la posible "relajación" del esfuerzo en materia de consolidación presupuestaria y ha avisado de que si el borrador presupuestario que aprobará el Gobierno el próximo 27 de marzo incorpora un tono "más expansivo", podría tener un efecto positivo a corto plazo pero retrasaría la reducción del déficit público estructural, ralentizaría la "necesaria" reducción de la deuda pública y aumentaría la "vulnerabilidad" de la economía, con efectos "negativos" a medio plazo.

En concreto, el organismo supervisor pronostica un déficit público del 2,5% para este año, tres décimas por encima del objetivo, y proyecta un déficit del 2,1% para 2019 y del 1,7% para 2020, tras haber revisado sus previsiones una décima al alza en cada ejercicio.

Hernández de Cos ha indicado que la situación presupuestaria de las administraciones públicas españolas se puede permitir un incremento salarial para los funcionarios como el suscrito por Hacienda con los sindicatos, siempre que esté "condicionado" al cumplimiento del déficit público, haya "bonanza" económica y se reduzcan otros gastos o se incrementen los impuestos.

Por ello, ha advertido de que, con la información actual del cuadro macro y la relativa al acuerdo de los salarios públicos, a falta de conocer el borrador presupuestario, el objetivo de déficit público del 2,2% para este año está "en riesgo" y se desviaría en tres décimas.

"Si el borrador presupuestario incorpora otras medidas expansivas por el lado del gasto que no son compensadas por una reducción del gasto equivalente o un incremento de los impuestos, la presión sería mayor", ha enfatizado.

De hecho, ha apuntado que si el tono de la política fiscal recogido en las nuevas cuentas públicas es más expansivo, podría llegar a elevarse su previsión de déficit por encima del 2,5% y llevaría a un descenso "moderado" de la ratio de deuda pública, que seguiría ligeramente por debajo del 95% del PIB en 2020.

Por ello, ha remarcado que es "absolutamente necesaria" la reducción de deuda, por lo que ha pedido a los políticos, de cara a la próxima campaña electoral, el cumplimiento de los objetivos de déficit públicos, que supone a su vez el cumplimiento de los requerimientos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento con la UE y de las leyes de estabilidad presupuestaria nacional.

A este respecto, Hernández de Cos ha opinado que "lo normal" es que España permanezca por ahora bajo el procedimiento de déficit excesivo, ya que sigue superando el límite de déficit, y que salga del mismo cuando se constate que lo reduce por debajo de ese nivel.

 

La evolución de los salarios

En cuanto a los salarios públicos, Hernández de Cos cree que el sueldo de los funcionarios no alcanzaría la subida máxima de hasta el 8,8% recogida en el acuerdo firmado entre el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y los sindicatos, ya que no se podrían incorporar en su totalidad las partes variables de la subida dado que augura crecimientos inferiores al 2,5% del PIB.

Así, cree que el incremento de los funcionarios se quedará próximo al 1,75% este año, al 2,25% en 2019 y al 2% en 2020, el aumento mínimo recogido en el acuerdo.

Por su parte, para el conjunto de la economía augura un alza de los salarios notablemente superior al de 2017 (+0,3%), al pronosticar un alza del 1% para este año, del 1,4% para 2019 y del 1,6% para 2020.

El director general de Economía y Estadística del Banco de España ha vuelto a incidir en que para una economía como la española, que sufrió una importante pérdida de competitividad y el desequilibrio de déficit y endeudamiento externo, la moderación salarial ha jugado un papel "fundamental" en la recuperación económica.
Según Hernández de Cos, la moderación salarial se ha traducido en un incremento de la confianza de las familias y ha permitido un aumento del consumo privado.

Así, considera que no se debe hablar de un incremento salarial general determinado, sino que las alzas retributivas y las condiciones laborales deben adecuarse a la situación específica de cada empresa e incluso a la productividad individual de los trabajadores, algo que por ahora "no sucede".

Subir las pensiones más del 0,25% exige bajar el gasto o elevar los ingresos

El Banco de España cree que el sistema público de pensiones está "garantizado" con las reformas de 2011 y 2013 contemplando escenarios de crecimientos económicos "boyantes" y una revalorización de las pensiones del 0,25%, y advierte de que un aumento superior a ese nivel requeriría modificar algunos parámetros del sistema por el lado de los gastos o de los ingresos.

Así lo ha señalado el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, durante la presentación de las proyecciones macroeconómicas de la economía española (2018-2020), en la que ha advertido de que el sistema de pensiones se enfrenta a medio plazo a riesgos "muy importantes" que se derivan de una evolución demográfica "muy adversa".

Hernández de Cos ha indicado que se prevé un aumento "muy significativo" de la tasa de dependencia para los próximos 40 años, que se llegaría a duplicar, si bien España hizo frente a algunos retos con la aprobación de las reformas de los años 2011 y 2013, que aumentaron la edad de jubilación e incorporaron el nuevo índice de revalorización de las pensiones y el factor de sostenibilidad a partir del año 2019.

Con esas reformas y contextos macroeconómicos "boyantes", que pasan por incrementar la tasa de actividad y reducir la tasa de paro hasta los países europeos homólogos, aumentar la productividad y una inflación en el entorno del 2%, Hernández de Cos considera que las reformas garantizan la sostenibilidad de las pensiones a medio plazo.

No obstante, esa garantía se contempla en un escenario de incrementos de las pensiones del 0,25% o muy próximos a ese nivel en los próximos ejercicios, ya que si la revalorización fuese mayor, se precisaría de medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema por el lado de los gastos o de los ingresos.

Asimismo, ha apuntado que en el corto plazo las reformas reducen el déficit de la Seguridad Social pero de manera "relativamente lenta", aunque progresivamente en la próxima década. A este respecto, Hernández de Cos ha recordado que un estudio del organismo apuntaba a que el déficit de la Seguridad Social actual, próximo a los 18.000 millones, se reduciría en torno a una décima al año con las reformas actuales y en función del crecimiento.

Sobre las últimas medidas aprobadas por el Gobierno referidas a los planes de pensiones, como la posibilidad de recuperar transcurridos 10 años lo acumulado en los fondos de pensiones y la reducción de las comisiones, ha apuntado que pueden generar "mayor incentivo" a la aportación de estos fondos.

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