LONDRES (EP). El comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,25%, según ha anunciado la institución, que también ha mantenido intacto el volumen de su programa de activos en 435.000 millones de libras esterlinas (520.810 millones de euros).
La decisión de mantener los tipos ha sido tomada de forma unánime por los nueve miembros del Comité, que también han respaldado sin fisuras continuar con el actual programa de compra de deuda empresarial por importe de hasta 10.000 millones de libras (11.970 millones de euros) y el plan para invertir 60.000 millones de libras (71.816 millones de euros) en bonos soberanos del Reino Unido hasta alcanzar 4350.000 millones de libras.
"El Comité había indicado con anterioridad que la senda de la política monetaria después del referéndum sobre la pertenecia a la UE dependería de la evolución de las perspectivas sobre la demanda, la oferta y, por tanto, de la inflación", indicó la institución para justificar su decisión.
La decisión del Banco de Inglaterra llega dos días después de conocerse que la tasa de inflación interanual del Reino Unido se situó en noviembre en el 1,2%, frente al 0,9% de octubre, lo que supone la lectura más elevada del índice desde octubre de 2014, duplicando el nivel registrado en julio, primer mes tras la victoria del 'Brexit' en el referéndum sobre la permanencia británica en la UE, cuando los precios registraron un incremento interanual del 0,6%.
En este sentido, la institución expresó su confianza en que la tasa de inflación aumentará en el curso de los seis próximos meses hasta el objetivo del 2%, destacando la apreciación del 6% observada en la cotización de la libra desde su pasada reunión, frente al alza del 14% precio del petróleo en dólares, lo que podría contribuir, de mantenerse constante, a una trayectoria alcista de los precios menos intensa de lo previsto en noviembre.
En su análisis, el Comité del Banco de Inglaterra destaca que la actividad económica ha continuado creciendo a un ritmo moderado, respaldada por el consumo, aunque los indicadores adelantados sugieren cierta ralentización a lo largo de 2017, cuya intensidad dependerá de la evolución de los salarios y de la resiliencia del consumo de los hogares a las presiones sobre los ingresos derivadas de la mayor inflación.