VALÈNCIA. La ópera barroco vuelve a la Sala Principal de Les Arts por la puerta grande. Lo hace tras 14 de años de silencio desde el estreno en 2008 de Orlando de Händel. Vuelve el mismo compositor, pero con Ariodante, con Andrea Marcon en la dirección musical y Richard Jones en la de escena.
El pasado mes de noviembre, este diario titulaba, a raíz de un ciclo organizado con el Centro Nacional de Difusión Musical, que Les Arts “abría el abanico” y que “era el momento del barroco”. Ahora, esa misma apertura vuelve a su ciclo principal, el de ópera, con el objetivo de quedarse y de que suponga un revulsivo para la diversidad de la programación de la casa: “queremos que el público venga sin prejuicios y que no vengan a ver 200 veces la misma obra. Nos estábamos perdiendo 200 años de historia musical, al igual que hemos hecho con la ópera contemporánea”, explicaba en un encuentro con medios de comunicación el director artístico, Jesús Iglesias Noriega.
Y esta vuelta se hará con el entusiasmo de Ariodante, que aseguran “tiene un altísimo nivel”. “La gente tiene que animarse y venir a ver algo diferente en València, nosotros nos encargaremos de que, una vez venga, lo que vaya a ver sea de una gran calidad”, aseveraba Iglesias Noriega. Marcon, gran experto en este repertorio, confesaba que Ariodante es su ópera barroca favorita y se sorprendía “al ver esta apuesta en la programación de un teatro de ópera, siendo esta producción digna de cualquiera de los grandes festivales de verano” —de hecho, está co-producida por el Festival d’Aix-en-Provence, además de Dutch National Opera & Ballet, Canadian Opera Company y Lyric Opera de Chicago—.
“Todos los papeles cuentan un parte virtuosa, hay mucho virtuosismo”, seguía motivando el director musical de la obra. Se encargan de ello Luca Tittoto en el papel del Rey de Escocia, Ekaterina Vorontsova como Ariodante, Jane Archibald como Ginevra, David Portillo como Lurcanio, Christophe Dumaux como Polinesso, Jacquelyn Stucker como Dalinda, y Jorge Franco, del Centre del Perfeccionament, como Odardo. Todos ellos estarán bien acompañados por el Cor y por una Orquesta, a la que Marcon ha alabado su papel de adaptación a un repertorio novedoso para ellos: “no ha sido fácil, pero ha salido mucho mejor de lo que esperaba. Estoy tranquilo y satisfecho con el trabajo, y saldrá bien gracias a la motivación y el trabajo de los músicos”.
Marcon ha explicado que el repertorio barroco realmente lleva recuperándose y tocándose de manera “historicista” desde la década de los 70. Desde entonces hasta ahora, ha sido un camino lento pero seguro, y ya ha conseguido afianza público y oferta en muchas óperas alrededor del mundo. “El barroco gusta porque las emociones se presentan con muchos contrastes”, explica. Esta recuperación “historicista” del barroco “es lo moderno ahora”, asevera Marcon, “y tiene mucha vigencia en la actualidad”.
Con la apuesta escenográfica no se baja el listón: será la primera vez que Richard Jones coloca una propuesta suya con la dirección en la reposición de Benjamin Davis. Ariodante traslada su acción a una isla del norte de Escocia en la década de los 70, y lo hace con vestuario y decoración realizada por artesanos de la lana de allí. La escenografía delimita los espacios a través de marcas para que quede abierto y el público pueda ver la multiplicidad de tramas y sea omnipresente. Las danzas son sustituidas, en este montaje, por marionetas, que aparecen al final de cada acto. Lo hacen como metáfora “meta-teatral para hablar del poder de manipulación que tiene la propia sociedad”, explica Davis.
Tras dos años de ensayo y acierto del programa Preestrena fins al 28 anys, una función exclusiva para gente joven con entradas a 10 euros, Iglesias Noriega anunció ayer que “tenemos que buscar la fórmula para que ese público no pase de pagar ese precio a 140 euros de una entrada general, de un día para otro”. El programa es todo un éxito y habitualmente agota localidades, pero el público se pierde cuando pierden la ventaja económica. Por eso, con Ariodante se estrena la primera medida, que desde Les Arts aún no confirman que sea la definitiva: un descuento del 50% sobre la entrada a menores de 35, para que durante otros seis, tengan un precio intermedio entre esos 10 y 140 euros.
Aún no se asegura desde Les Arts, que vaya a ser de implantación fija, pero sí que el objetivo es afianzar a los y las espectadoras jóvenes ganados estos años, tanto en la Preestrena fins als 28 anys como en Matins a Les Arts.