VALÈNCIA. (EP) El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aconseja estudiar la posibilidad de extender los avales públicos para los préstamos a empresas por encima de los 100.000 millones de euros dispuestos.
Hernández de Cos cree que las empresas podrían contar con dificultades para acceder a la financiación si persiste el elevado nivel de incertidumbre actual, según consta en un discurso incluido en el informe anual de 2019 del organismo.
En su opinión, la situación de las empresas de menor tamaño y las que se han visto más afectadas por la crisis económica generada por la expansión del coronavirus podrían verse en una situación complicada en ausencia de instrumentos de apoyo público.
De este modo, pide que se estudie una ampliación del programa, en función de cómo evolucione la actividad económica, y en cuyo rediseño debe primar el acceso a estos recursos por parte de las empresas con perspectivas sólidas de viabilidad, de cara a facilitar el necesario proceso de reasignación de los recursos productivos entre empresas y sectores.
El director general de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce, ha explicado también que se debería extender este instrumento siempre y cuando se continúe percibiendo su necesidad para ayudar al tejido productivo.
"El programa está funcionando bien, pero me temo que para algunos sectores y empresas seguirá haciendo falta este tipo de ayudas públicas", ha indicado Arce.
Por otro lado, del informe se desprende que las entidades financieras están aplicando un tipo de interés medio del 2,1% a las pequeñas y medianas empresas que solicitan préstamos a través del programa de avales puesto en marcha junto al Instituto Oficial de Crédito (ICO).
Mientras, el tipo medio de las grandes empresas se sitúa en el 2,2%. A estos porcentajes se ha de sumar la comisión inicial media de las operaciones de la línea ICO, que se coloca en el 0,2%.
En cualquier caso, el organismo presidido por Pablo Hernández de Cos ha afirmado que estos precios son "significativamente" inferiores a los de las operaciones crediticias realizadas durante el mismo periodo al margen de la línea ICO o en las semanas anteriores al estado de alarma, que oscilan entre el 2,6% y el 2,8%.
No obstante, más que el tipo de interés, destacan como condiciones favorables en este tipo de operaciones los plazos medios y los importes, que en ambos casos son claramente superiores.
El plazo medio de los créditos de la línea ICO en los dos segmentos de empresas supera en más de tres años el observado para el resto de las operaciones de crédito antes y durante la pandemia de coronavirus.
Este dilatado plazo de vencimiento permitirá elevar la vida media de la deuda de las empresas, lo que mitigará los posibles riesgos de refinanciación a corto plazo.
A su vez, el importe de los préstamos acogidos al programa de garantías públicas es también superior al asociado al resto de las operaciones.
Por otra parte, se constata que, aunque la línea ICO ha contribuido significativamente a la cobertura de las necesidades de liquidez de las empresas más arriesgadas, hasta ahora, este tipo de compañías ha podido cubrir en menor medida estas necesidades que las empresas menos arriesgadas.
El Banco de España ha indicado que esto podría reflejar la existencia de mayores restricciones a las compañías más arriesgadas en el acceso a la financiación bancaria, fundamentalmente las grandes. Las empresas más arriesgadas son aquellas con una probabilidad de impago superior al 2%.
El 92% del importe de las nuevas operaciones de crédito bancario originadas en marzo y abril de 2020 se destinó a compañías que presentaban necesidades de liquidez.
Estas empresas suponen el 67% de las sociedades no financieras españolas y emplean al 73% de los trabajadores del sector. De la nueva financiación recibida por las compañías con necesidades de liquidez, cerca del 35% corresponde a préstamos de la línea ICO.
El peso de la línea ICO es comparativamente más elevado en los segmentos de empresas con peores condiciones de acceso al crédito: pymes (57%), compañías que operan en sectores más afectados por la crisis sanitaria, como transporte, hostelería, restauración, ocio y vehículos de motor (47%) y empresas más arriesgadas (56%).
Por el contrario, el programa de avales se utilizó en menor medida en las operaciones de financiación de las empresas grandes y las menos arriesgadas, para las que el peso del crédito de la línea ICO se situó en el 22% y el 24%, respectivamente.
El crédito total destinado a financiar actividades productivas aumentó durante marzo y abril de 2020 en comparación con un año antes, alcanzándose los 98.300 millones de euros.
El importe de la financiación bancaria no vinculada con la línea ICO fue de 63.800 millones de euros, lo que superó ampliamente los volúmenes de las nuevas operaciones de crédito durante el mismo periodo de 2019, que ascendió a 48.300 millones de euros.