Sacrilegio para sus amantes, bendición para intolerantes
Si le preguntas a un vegano o vegetariano qué es lo que más echan de menos de su anterior alimentación, es bastante probable que todos coincidan en que es el queso. Te contarán historias que van desde soñar con ellos hasta afirmar sentir “el mono” por un solo bocado. Y es que, el queso, ya sabemos que levanta pasiones. Están los que se lo echan, literalmente, hasta en la sopa, y los que se comerían la cuña entera de una sentada.
Pues bien, aparecieron las intolerancias, las conciencias y los cambios en las dietas, lo que nos llevó a muchos a sacar de nuestra vida a este antiguo y fiel compañero de desayunos, comidas y cenas. Pero gracias a Dios, para cada problema siempre hay una solución. El problema principal, abandonar ese sabor. El segundo, que te hace un papelón a la hora de cocinar brutal. ¿La solución? Hubo mentes inteligentes (y solidarias) que vieron el nicho claro, el “queso” vegano, y vinieron a hacernos a algunos cuantos las vidas más bonitas.
Si le preguntas a un vegano o vegetariano qué es lo que más echan de menos de su anterior alimentación, es bastante probable que todos coincidan en que es el queso
Aunque el término queso se emplea tradicionalmente para el lácteo, se ha tomado prestada la palabra ya que viene bien para dar respuesta a la nostalgia derivada de éste. Y sí, muchos no entienden (o entendéis) que se le llame igual y se convierten en haters de las alternativas vegetales. A tí, que no lo entiendes, te animo a decir goma de mascar en lugar de chicle, piruleta en lugar de chupa chups o pañuelos en lugar de kleenex. Es una cuestión de practicidad.
Pues bien, ha sido tal el boom del queso vegano que Mercadona y Consum ya lo tienen entre sus lineales, ya te habrás dado cuenta. Y sabemos que estas grandes no son tontas, que son unas visionarias y saben muy bien lo que tiene salida. Y mira si saben que después de los quesos, llegaron las pizzas y mil procesados más que entre todos darían para otro artículo. Lo que pasa es que para dar respuestas rápidas, se crean productos rápidos y muchas veces, debido a ello, muy poco saludables. No se tú, pero yo lo de que lleven más de 10 ingredientes con nombres impronunciables, no me da buen rollo. Prefiero irme a opciones más naturales, artesanas y de confianza.
Menos mal que, como decía antes, nacen empresas y proyectos, que se preocupan por hacer las cosas bien. Hablamos con 3veggie, una marca que fabrica quesos veganos nacida en Valencia de la mano de 3 hermanas.
María Ángeles, Paula y Begoña son las creadoras de esta pequeña marca de quesos vegetales. Hace 3 años, decidieron emprender y qué mejor que dando respuesta a su propia necesidad. Paula, nutricionista y vegetariana, sumado a sus hermanas que también empezaron a tomar conciencia de su alimentación, supieron ver que por mucho que dejes de tomar lácteos, el amor por el sabor del queso nunca se va. Por eso se lanzaron a la piscina y en aquel verano de 2017 se pusieron manos a la obra, comprometiéndose cada una a crear durante esos meses 3 quesos.
Paula, como nutricionista que es, se decantó porque sus quesos tuviesen propiedades antiinflamatorias, creando así el de curry con pimentón, el de chile y el de cúrcuma con pimienta. Nos explica que el objetivo no fue solamente crear un producto sabroso, sino que también nutritivo. Por eso todos los ingredientes que usan son naturales, ecológicos y no llevan aditivos. A parte de estos 3 quesos, podemos encontrar otros más clásicos como el de orégano y tomate seco (uno de los que más se compran) o el de finas hierbas. Aunque, si queréis flipar mucho, probad el de espirulina, puro sabor a queso curado. Increíble. Si no sabéis cuál elegir, tienen a la venta una cuña con los 4 sabores más top.
Nos cuenta que el principio fue difícil, hubo que hacer mucho test, mucha cata y el reto más grande, pasar las analíticas ya que era un producto tan nuevo que no había marcados unos parámetros fijos. Pero poco a poco han ido abriéndose paso hasta conquistar un hueco en las tiendas, pudiendo encontrarlos en 35 locales alrededor de toda España.
¿Y cuál es el feedback de la gente? A la gente le encanta. Saben que lo que quieren es cuidarse, que quieren calidad en el producto. La base del producto es el anacardo fermentado, y el hecho de que sea certificado como 100% ecológico es algo que ayuda, ya que existe un público muy fiel que valora esto por encima del precio.
Vale, suena muy bien todo, pero, dame recetas. Paula nos cuenta formas de disfrutar cada uno de los quesos. Tampoco varían mucho del uso tradicional, pero para cada sabor un truco. El queso con mostaza, por ejemplo, nos dice que va genial en hamburguesas y nos da en la nariz que es cierto. También podemos preparar un risotto de calabaza con el queso de espirulina, o unos nachos con guacamole y el queso de chile. Se nos cae la baba un poco. Y si no te va cocinar mucho, a la tostada rica de toda la vida.