El Consell del Botànic II. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA. Este viernes está previsto que el pleno del Consell apruebe el decreto que determine las direcciones generales con las que contará el nuevo Gobierno valenciano. Una normativa que podría venir acompañada también de algunos nombramientos, como ya sucedió la semana pasada con la mayoría de secretarías autonómicas: además de aprobarse la creación de un total de 29, se nombró a 24 responsables de este denominado segundo escalón.
En este apartado, las previsiones apuntan a que se producirá también un aumento de en torno a una decena de estos altos cargos, con lo que en total el Ejecutivo conformado por PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem se situará por encima de las 70 direcciones generales de las 61 con las que contaba en la legislatura pasada.
Las cuentas son sencillas. Fuentes de la negociación dan por seguro que habrá al menos 58 de estos altos cargos exceptuando las áreas de Presidencia y Vicepresidencia, que en estas conversaciones suelen abordarse aparte dado que corresponden a los dos máximos responsables de PSPV y Compromís, Ximo Puig y Mónica Oltra, partidos con mayor representación dentro del bloque de izquierdas.
Así, la premisa es que cada secretaría autonómica tenga dos direcciones generales, por lo que teniendo en cuenta que la pasada semana se acordó que habría 29 de ellas, la suma es clara. Ahora bien, en este cálculo habría que añadir los departamentos que se añadan por los dos líderes, que en la anterior legislatura sumaron un total de 16. Por tanto, la lógica indica que se mantendrán como mínimo en esas cifras e incluso podrían superarlas, por lo que no es descartable que la cifra final ronde las 75 direcciones generales.
Por otro lado, fuentes de la negociación señalaron a este diario que, tal y como ocurrió en el pasado mandato, no existirá mestizaje en el tercer escalón de Vicepresidencia y Presidencia y, por tanto, Unides Podem no entrará en estos departamentos tal y como ha ocurrido con las secretarías autonómicas.
De las 58 direcciones generales que tendrán las diez consellerias restantes del Gobierno valenciano, a Unides Podem le corresponderían un total de 8,7. Una cantidad que desde la coalición integrada por Podemos y Esquerra Unida calculan teniendo en cuenta que representan el 15% del Consell.
Con esto, desde la coalición liderada por Rubén Martínez Dalmau advierten que quieren que se les redondee al alza para llegar a obtener un total de nueve direcciones generales dado que en las negociaciones de las secretarías autonómicas les correspondían 3,6 y finalmente han ocupado tres plazas, no cuatro. Un redondeo a la baja que quieren que se subsane en esta ocasión para compensar lo perdido en las negociaciones de la semana pasada del segundo escalón.
En este sentido, este jueves está previsto que se celebre una reunión que podría ser la definitiva para cerrar los flecos pendientes de la estructura del Ejecutivo valenciano. Sobre esto, uno de los asuntos que queda pendiente de resolver es el destino de la Inspección General de Servicios (IGS), que en la legislatura pasada dependía de la Conselleria de Transparencia que dirigía Manuel Alcaraz (Compromís). Esquerra Unida, partido que ostenta esta cartera en este mandato, avisó hace unos días que no quería gestionar esta competencia y el PSPV propuso trasladarla a la Conselleria de Justicia, gobernada por los socialistas. Sin embargo esta idea es rechazada por Compromís y la discrepancia, de momento, sigue sin resolverse.
Por otro lado, existen algunas dudas respecto a la división en dos de algunas direcciones generales y, por supuesto, sobre qué formación estará al frente de algunas áreas especialmente atractivas. Un debate este que puede alargarse varios días más dado que la idea es proceder a la aprobación del esqueleto pero los nombres pueden posponerse en algunos casos.
