VALENCIA, (EP). Un estudio en el que participa la Universitat de València (UV) muestra que el 'bullying' aumenta la probabilidad del consumo de alcohol en la edad adulta. Estos resultados indican la importancia que tienen las experiencias sociales adversas durante la adolescencia y sus consecuencias en la edad adulta y abren el camino para explorar herramientas farmacológicas y psicológicas, según ha explicado la institución académica a través de un comunicado.
El trabajo, que ha sido publicado este enero en la revista 'Addiction Biology', está dirigido por el profesor de Psicobiología de la UV, José Miñarro, y por el catedrático de Farmacología de la Universidad Miguel Hernández d'Elx, Jorge Manzanares. El equipo de investigación de la Universitat está formado por las profesoras Marta Rodríguez-Arias, Asunción Aguilar y Maria Blanco, del Grupo de Psicobiología de las Drogodependencias.
El estudio ha sido el resultado de la colaboración entre la UV, la Miguel Hernández d'Elx-CSIC, el Hospital Universitario 12 de Octubre y dos laboratorios integrados en la Red Temática de Investigación Cooperativa en Salud (Instituto de Salud Carlos III), concretamente en la Red de Trastornos Adictivos (RTA).
Según han señalado, la adolescencia es un periodo de transición gradual de la niñez a la edad adulta durante la cual se experimentan cambios fisiológicos, cognitivos, conductuales y psicosociales. Al encontrarse en pleno desarrollo, áreas como el hipocampo o la corteza prefrontal pueden sufrir modificaciones más profundas debido a estresores sociales.
Los expertos sostienen que diversos estudios indican que el estrés social durante esta etapa del desarrollo, como el 'bullying escolar', producen una baja autoestima, sentimientos de soledad y puede incrementar el riesgo de desarrollar trastornos psicológicos como la depresión o la ansiedad en la edad adulta.
El acoso escolar (bullying) es "un problema importante en nuestro país" y el número de casos se incrementa cada día. El 'bullying' es una forma de acoso y violencia entre iguales que se da con frecuencia en el ambiente escolar, siendo una o más personas las que ejercen un conducta dañina, de forma intencionada y recurrente, contra uno o varios individuos. En los últimos años esta forma de violencia juvenil se ha relacionado con el consumo y abuso de drogas y la aparición de trastornos afectivos, según ha indicado la institución.
Según el estudio, entre los principales factores de riesgo implicados en el consumo de drogas destaca el estrés. "Este no sólo tiene un papel fundamental en la recaída en el consumo, sino también en el inicio, la escalada y el mantenimiento del patrón de consumo", ha apuntado Miñarro. "Además, los estresores ambientales pueden provocar cambios a largo plazo en la función del sistema cerebral de recompensa, favoreciendo esta conducta", ha añadido.
En el trabajo, el equipo de investigación utilizó un modelo de derrota social (paradigma intruso-residente) para evaluar los efectos de este tipo de estrés durante la adolescencia en la edad adulta. El estudio pretendía observar en concreto si la derrota social durante la adolescencia (modelo de 'bullying') provocaba cambios en los efectos reforzantes y motivacionales en el consumo de alcohol de los roedores cuando son adultos.
Los resultados han puesto de manifiesto por primera vez como una experiencia de derrota social durante la adolescencia --el 'bullying' durante la adolescencia-- incrementa significativamente el consumo de alcohol de estos roedores en la edad adulta, lo que significa que este tipo de estrés en este periodo del desarrollo incrementa los efectos reforzantes del alcohol. "Estos datos nos indican la existencia de una mayor vulnerabilidad en el desarrollo de adicción al alcohol en estos sujetos", ha explicado Miñarro.
Además, como consecuencia de este tipo de estrés se ha podido apreciar un incremento de la tirosin-hidroxilasa y del factor liberador de corticotropina en el área tegmental ventral y en el núcleo paraventricular, así como una disminución en la expresión de los receptores opioides mu en el núcleo accumbens. Resultados que podrían estar relacionados con este incremento en el consumo de alcohol, ya que están afectando a estructuras cerebrales relacionadas con el sistema de recompensa cerebral, alterando el eje hipotálamo-hipofiso-adrenal, según han expresado en el comunicado.
Según el investigador de la Universitat, estos resultados "indican la importancia que tienen las experiencias sociales adversas durante la adolescencia y sus consecuencias en la edad adulta". Además, ha sostenido que "abren el camino para explorar herramientas farmacológicas y psicológicas en relación con este tipo de estrés temprano y el consumo de alcohol".