VALENCIA, (EFE). El estreno de la peatonalización y el cambio de sentido de la calle de Serranos de Valencia, detrás de las torres de Serrano, ha sorprendido hoy a varios conductores de vehículos a motor que trataban de acceder a esta vía como era lo habitual hasta ahora.
Los conductores se han encontrado una señal de prohibido el paso con un cartel que limita el acceso solo a las bicicletas.
Mientras varios agentes de la Policía Local informaban a una motorista, al conductor de un camión y a varios vehículos más de que la calle era desde hoy prohibida en ese sentido y tenían que acceder por la paralela calle de Náquera, el concejal de Movilidad Sostenible de Valencia, Giuseppe Grezzi, presentaba a los medios la actuación municipal en este entorno y la campaña informativa.
El edil ha explicado que se ha regulado el tránsito por esta calle y su entorno, que soportaba 5.000 vehículos diarios, solo para vecinos, comercios y servicios de emergencias y ha apuntado que se ha cambiado el sentido de la calle de Serranos para que sea de salida para las más de 150 plazas de aparcamiento con entrada por Náquera o Salvador.
Junto a la diseñadora del cartel, la ilustradora Laura Pérez, el concejal ha explicado que han editado un díptico explicativo con un mapa que se repartirá en comercios y a los vecinos, además de un cartel que se situará en un circuito de mupis.
Grezzi ha asegurado que la actuación es un "hecho histórico que recupera el centro histórico para las personas sin perder acceso a la vida cotidiana y para potenciar el comercio de proximidad".
Hasta el próximo 30 de junio, los residentes en la zona tendrán que sacarse una tarjeta de acceso, cuya documentación se encuentra en la web municipal.
El edil ha incidido en que como zona peatonal, las motos no podrán circular ni aparcar y los taxis podrán acceder pero "no dar vueltas para buscar clientes".
Respecto al despiste de algunos conductores, ha asegurado que es "normal después de 30 o 40 años" y que se necesita "un periodo de adaptación" y que la gente "asuma que ha cambiado el entorno".
Según ha dicho, los comerciantes "están encantados" con la medida e incluso algunos han duplicado las ventas desde que se cortó la calle para iniciar las obras, mientras que los vecinos, aunque con "algún temor normal", están "contentos porque no tendrán el tráfico continuado y podrán disfrutar de la zona de valor sentimental e histórico. Ganará mucho el centro histórico y la ciudad".
Grezzi ha asegurado que están estudiando el sistema de cámaras que aprobaron los vecinos y al que hay asignado 150.000 euros en los presupuestos participativos y ha indicado que esperan poder colocarlas este año.
"Será un sistema en bucle de entrada y salida y con ello se hará un control y a partir de ahí, se hará el proceso de instalación de las cámaras, definiendo el modelo de gestión, y luego la licitación. La idea si todo va bien, es que sea este año", ha comentado.
Respecto a las sanciones, ha apuntado que son cometido de la Policía, a quien ha pedido que haga campañas de información.
Cuestionado sobre si la peatonalización cambia el sistema de licencia, ha apuntado que habrá que analizarlo porque si "se recupera espacio para las personas", el Ayuntamiento quiere que sea "de calidad y no para otro uso".
"No se trata -ha añadido- de liberar zona a coches para que lo ocupen terrazas y haya que regularlo, como en Ruzafa".
Preguntado por la regulación del aparcamiento de la zona naranja en exclusiva para vecinos, ha explicado que están estudiando modificar la ordenanza porque "no se adapta a las necesidades de los vecinos del centro histórico" y ha señalado que solo el 14 % de las plazas lo ocupan no residentes, por lo que "no se sostiene que esas plazas sean para todo el mundo".
