Camí dels Plans, que enlaza la playa de El Puig con el casco urbano de interior. FOTOS: JULIO BADENES.VALÈNCIA. El inicio de la reconquista de Valencia como enclave estratégico, su imponente monasterio, la victoria frente al musulmán Zayyan, el castillo de Enesa, la orden mercedaria… El Puig constituye una localidad evocadora de la Edad Media y, sobre todo, de la figura crucial de Jaume I. Lo hace en su conjunto monumental, en sus vestigios y, también, en un milenario camino.
La playa y el casco urbano se hallan enlazados por el denominado Camí dels Plans, el más antiguo de la población que ha conservado esa denominación desde los tiempos del conquistador. No obstante, ya existía bastantes siglos antes.
"Era una antigua ruta ibero-romana, a la que Jaume I dedicó alrededor de un mes en acondicionar para poder traer todos los suministros desde el mar hasta el castillo. Antes, en esa época romana, conducía a una antigua villa desde la que se importaba y exportaba, y, del mismo modo, llevaba hasta el asentamiento ibero ubicado cerca del polideportivo actual", explica el historiador y cronista local Julio Samuel Badenes, un erudito que ha dedicado gran parte de su vida a investigar y documentar los orígenes de El Puig.
A modo de prueba de ese legado milenario el analista pone como ejemplo el ánfora encontrada hace tres años a un kilómetro de distancia de la localidad, hundida en el Mediterráneo, de terracota y datada en el siglo IV antes de Cristo.
Retomando la historia de la conquista de Valencia, Jaume I comprendió de inmediato la relevancia de asentar una vía de comunicación de alrededor de 2,5 kilómetros entre el frondoso marjal para que sus tropas, caballería y enseres no se hundieran en el barro.
Por ella podría trasladar todas sus vituallas y armamentos hasta el castillo y, en general, a la zona montañosa de El Puig. Para ese fin necesitaba un camino llano, plano. De ahí surgió la denominación dels Plans que se ha mantenido casi 800 años inalterable. Conectaba el embarcadero de la playa con el castillo de la Patá.
"Alrededor todo era marjal. De hecho, hasta los años 70 del pasado siglo se cultivó arroz. Elevó el camino sobre los campos. Resultaba crucial, porque enlazaba ya para ir a Valencia o Barcelona. Se trata del primer camino documentado hasta el mar", relata Badenes.
Esta senda histórica resulta un espacio de paseo o de deporte habitual para vecinos de El Puig y también para veraneantes de la zona residencial de Santa Bárbara. No obstante, pese a su trascendencia bélica como vía que marcó la antesala de la reconquista de Valencia, su nivel de conocimiento fuera de su entorno resulta escaso.
Para impulsarlo y continuar investigando su génesis existe un proyecto de catas arqueológicas en este camino con el objetivo de datar las diferentes épocas en las que fue utilizado.
Este proyecto, que tiene un espíritu de conservación histórica, también contempla dos construcciones bastante posteriores que forman parte del patrimonio de El Puig: la caseta de volta más cercana a la playa y el búnker de la Guerra Civil.
Incluso preservaría el fortín que emerge en el mar al final de la senda y que "hace algo más de 40 años se hallaba en la arena", tal como recuerda Badenes para, además, especificar el avance del mar "de unos 50 metros" sobre la tierra.
Sobre la base de estos elementos y, ante todo, cimentado en la época histórica de Jaume I y en su importancia crucial para la constitución del Reino Valencia, El Puig asienta un camino, el dels Plans, que supuso el paso inicial de todo lo que luego vendría.
