MADRID (EFE). El campo español va camino de cerrar en 2024 otro ejercicio como uno de los de mayor siniestralidad agraria impulsado por el cambio climático y una mayor gravedad de los episodios de sequía, heladas y pedriscos, que generarán indemnizaciones de entre 750 y 800 millones de euros.
Todo ello a pesar de que los datos son bastante mejores que los de 2023, si bien el pasado fue un año de récord en el que se aunaron muchos factores que impulsaron las indemnizaciones hasta los 1.200 millones, según recuerda a EFE el director de Agroseguro, Sergio de Andrés.
Por ahora, los datos a 31 de agosto de esta entidad cifran en 1.086.580 los siniestros registrados, que han supuesto 1.379.519 hectáreas dañadas, lo que implicaría 526 millones de euros en indemnizaciones.
Eso significa que habrá una reducción del 56 % en hectáreas siniestradas mientras que la caída en la indemnizaciones se queda en un 45 % y se mantiene en un nivel parecido el número de siniestros.
La explicación, según de Andrés, es que el año pasado fue el peor año con creces en los 45 años de historia del seguro agrario, especialmente por la sequía que afectó a toda España.
Ahora, en 2024, en Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana y, en Castilla-La Mancha, Albacete, siguen con una pluviometría escasa y por eso hay 115 millones ya en indemnizaciones, pero no es tan generalizada como en 2023.
Además, los episodios de pedrisco o la "lluvia a destiempo" ha sido más localizada, concentrada en "parcelas concretas".
Al extender el análisis a 2021 y 2022, las cifras se asemejan más a las de este año, lo que deja como conclusión que este ejercicio se encuentra "entre el segundo y el tercer año de mayor siniestralidad de la historia", apunta De Andrés.
Lo que se nota "clarísimamente" es que las tendencias climáticas dejan eventos que "son mucho más intensos y mucho más extensos y mucho más a destiempo", abunda el director de Agroseguro.
De vuelta a 2024, y entrando al detalle por cultivos, son los herbáceos los que acumulan más previsión de indemnización, con 123 millones; le siguen la uva de vino, con 111, y en tercer lugar se encuentran los frutales, con más de 97 millones ya previstos a falta de un cuatrimestre por contabilizar.
Por su parte, los seguros ganaderos, en concreto los de retirada y de destrucción de animales, suman 920.000 siniestros, lo que supone el 84 % del total; si bien solo generan 62 millones en indemnizaciones y un 11 % del montante total.
Ante esta situación en el campo, desde Agroseguro se ha detectado el interés de los agricultores y ganaderos por asegurar sus producciones.
"En cuanto a contratación, estamos en dos dígitos de crecimiento por lo que en eso también se está notando", abunda De Andrés.
Del otro lado, también se está trabajando para agilizar los trámites y abonar las indemnizaciones en el menor tiempo posible; en estos momentos trabajan con 450 peritos estructurados en 11 direcciones territoriales y con la ayuda de la nuevas tecnologías.
Actualmente, el plazo está entre 25 y 30 días desde la tasa definitiva que se hace en diferentes momentos, según el cultivo en cuestión.
Así, sin llegar a los datos de récord del pasado año pero con el efecto de la borrascas con nombre propio como Nelson o Mónica, los episodios de pedrisco y la pertinaz falta de agua en el cuadrante noreste, el campo español se defiende a duras penas del impacto de la crisis climática.