Harto de trabajos precarios, decidió solicitar una beca Erasmus en París de su segunda carrera, Ciencias Políticas. Cuadrará el calendario para hacer campaña, pero también tiene "otras obligaciones que atender", recalca
VALENCIA. Desde sus inicios, Podemos ha centrado buena parte de sus esfuerzos en señalar con dedo acusatorio a la llamada "vieja política". Precisamente el término 'casta', ahora ya casi en desuso, cumplió durante varios meses esa función: poner el foco en los privilegios de los dirigentes aferrados a sus cargos y la enorme distancia, por no decir abismo, con los ciudadanos de a pie. Aunque la formación morada ha perdido 'punch', sigue teniendo gran cantidad de activos que se caracterizan por tener vidas de lo más corriente.
Ferran Martínez (Valencia, 1988), licenciado en Economía por la Universitat de València y estudiante de tercer curso del grado de Ciencias Políticas y de la Administración por la UNED, decidió el pasado mes de enero solicitar una beca Erasmus para Francia, concretamente París. En aquel momento, trabajaba de repartidor de pizzas en una cadena americana: este economista, también ha sido camarero, administrativo, comercial... "Lo que nos ha tocado a la mayoría de nuestra generación", comenta.
Es decir, Martínez podría hacer las maletas de regreso para ocupar un escaño en el Senado tras el 20-D. Para ello, la confluencia entre Podemos y Compromís debería producirse y repetir unos resultados similares a los que se dieron en las elecciones autonómicas, en las que la coalición superó al PSPV-PSOE en la provincia de Valencia.
Pero, conviene no olvidarlo, antes habrá una campaña en la que trabajar. "Evidentemente, voy a estar lo más que pueda esos días, pero también tengo obligaciones aquí que atender. Trataré de cuadrarlo de la mejor manera", explica Martínez.
En cuanto a su periplo francés, su relato es la viva imagen de miles de jóvenes valencianos. "Estaba enlazando trabajos precarios desde hace tiempo así que decidí solicitar la beca para practicar el francés, que había estudiado en el instituto y en la universidad. Pero no he venido solo a estudiar, también he elegido este camino con la intención de poder trabajar aquí de lo mío si se da la posibilidad. Vine aquí porque me replanteé mi vida, en Valencia no avanzaba", relata, aunque recalca: "Las elecciones pueden alterarlo todo, porque si salgo elegido entraré en el Senado porque me hace ilusión poder cambiar las cosas desde las instituciones".
En cuanto al envite de las próximas elecciones, es obligado preguntarle por la posible confluencia: "Creo que va a haber acuerdo. Aunque no conozco los términos concretos, pienso que la mayoría de gente de Podemos, entre ellos yo, estamos a favor de que exista ese grupo parlamentario propio valenciano y encontraremos la fórmula", señala.
Respecto a las elecciones generales, deja una reflexión sobre la clave para un buen resultado de Podemos y sus socios: "Es tan fácil y difícil como conseguir que la generación de nuestros padres coja antes nuestra papeleta que la del PP y la del PSOE", concluye.
Ferran Martínez creció en el entorno de la avenida Tres Forques. Alumno de La Gavina, su implicación activa en política empezó con 17 años, cuando formó con un grupo de compañeros una asamblea de jóvenes. Activo en las movilizaciones estudiantiles promovidas por las asambleas de estudiantes, primero contra el Plan Bolonia y más tarde contra el aumento de las tasas, los recortes y la LOMCE.
Algunos de los temas que más le han interesado a nivel formativo son las identidades políticas y el estudio de la ciudad. Participa en el Círculo de Valencia desde su creación. Además, es miembro del Consell Ciutadà Valencià de Podem y miembro de la comisión negociadora del Pacto del Botánico.
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