Hoy es 1 de enero
GRUPO PLAZA

TODO DA LO MISMO

El canto del cisne de The Cure

29/12/2024 - 

VALÈNCIA. Aunque sólo eran unos adolescentes cuando dieron sus primeros conciertos, a The Cure la vida ya les atormentaba. Siempre lo apostaron todo a ser taciturnos. A veces se les notaba más -Faith, Seventeen Seconds, Pornography, Disintegration, Bloodflowers- y otras, menos –Three Imaginary Boys, The Head On The Door, Kiss Kiss Kiss, High, Wild Mood Swings-. En Songs Of A Lost World se les nota muchísimo porque lo que antes era una actitud ahora es una inapelable realidad. Smith ha cumplido ya los 65 años. Sus padres y su hermano mayor fallecieron en 2019. Ese fue el momento en el que empezó a hablar de un nuevo disco de The Cure. El grupo llevaba entonces once años sin sacar disco nuevo. La pandemia y el confinamiento aún no habían llegado, pero cuando terminaron, la realidad –la de Smith y la de todos nosotros- ya era otro. El mundo que conocimos está cada vez más cerca de ser un mundo lejano, algo que alguna vez existió. La tecnología nos permitirá recordar cómo fue con todo lujo de detalles, pero eso no cambia nada. Quienes tenemos más o menos la edad de Robert Smith somos mucho más vulnerables ante las catástrofes porque contamos con menos tiempo y menos energía para reponernos de ellas. Somos una especie en extinción.

De todo eso habla Songs For A lost World, obra a través de la que Robert Smith proyecta sus experiencias personales para convertirlas en mensajes universales. ¿Qué ha sido de ese viejo mundo y qué ha sido de mí?, se pregunta. Sus fans de siempre han recibido el disco con los brazos abiertos. Está bien envejecer escuchando a tus ídolos, pero es mucho mejor aún si tus ídolos, con sus obras, te cogen de la mano para abordar ese trayecto. Robert Smith nació en 1959, en la Inglaterra inmediatamente posterior al fin de la II Guerra Mundial. “Crecí durante esas gloriosas tres décadas que siguieron al fin de la guerra”, le explicaba al periodista Matt Everitt en la revista Uncut. Y cuando cumplí los 16, en 1975, fue como si el mundo se hubiese estancado y desde entonces hubiésemos ido a menos. Ese es el pulso de este disco. Canciones de un mundo perdido. Mi joven yo forma parte de ese mundo”. Si en 1989 Disintegration reflejaba la angustia de haber cumplido los 30, lo que refleja Songs For A Lost World tiene más de certeza que de postura. En una cultura como la anglosajona, en la que la expresión de los sentimientos siempre se ve constreñida, que Smith sea capaz de abrirse como lo hace en “I Can Never Say Goodbye” y hablar de la muerte de su hermano Richard es un acontecimiento. Fue Richard quien le mostró el camino, quien le puso discos de Jimi Hendrix –en su primer álbum, The Cure versionaron “Foxy Lady”- y Captain Beefheart, artistas ambos que le dieron la vuelta a la adolescencia de Robert. El mismo año en que perdió a gran parte de su familia, The Cure se embarcaron en una gira. En esos conciertos estrenaron la canción que da título a un nuevo álbum. Hubo nueva gira en 2022 y otra serie de temas inéditos fueron cobrando forma desde el escenario. Pasaba el tiempo y el álbum seguía sin llegar. Aunque la banda llevaba tiempo trabajando en él, los resultados no convencían a Smith conocido por su afán de perfeccionismo. Las partes vocales tenían que contener el nivel emocional adecuado. Durante la promoción del disco ha reconocido que durante un tiempo llegó a plantearse que este fuera únicamente instrumental.

La portada de Songs Of A Lost World es la fotografía de una obra -Bagatelle- del escultor esloveno Janez Pirnat, datada, quizá no por casualidad, en 1975, el año en el que todo comenzó a estancarse. Pirnat, que falleció en 2021, se describía a sí mismo como “un hombre de la Edad de Piedra, un cantero, enamorado de todo lo que es viejo, cuanto más viejo mejor”. Y fue un poema de Ernest Dowson el que impulsó la creación del álbum. El verso de “Dregs” que dice: “Cada canción que cantamos, la cantamos solos”. Smith asegura que una vez tiene claras las canciones que abrirán y cerrarán un álbum, siente que ya hay un camino trazado porque el disco empieza a armarse en su cabeza. Han sido cinco años de trabajo, más de 25 temas registrados en el estudio, algunos de los cuales quizá acaben incluidos en otros dos álbumes en los que el grupo ha estado trabajando paralelamente a Songs... “En este disco todas las canciones son importantes”, asegura el autor. Ninguna de ellas tiene un estribillo cercano al pop. Hay una generación de jóvenes admiradores de The Cure que aún no habían vivido el lanzamiento de uno de sus discos. Dieciséis años, un tiempo en el que Smith también llegó a barajar la posibilidad de disolver la banda, “para poder dedicarse a hacer otras cosas”. Hoy nos deja caer que cuando llegue el 50 aniversario del The Cure en 2028, todo terminará. Hay que saber cuándo se forma parte de un mundo perdido, y empezar a contemplar el que viene a continuación con la conciencia de una labor hecha. En la antesala a su vejez, Robert Smith cumple con esas premisas. Se considera afortunado porque le sigue gustando aquello que le gustaba de joven y por eso mismo, dice también que detestaría no poder justificarse ante la persona que fue a los 19 años.

La vida es un proceso de erosión constante. También de aprendizaje, aunque por más que aprendamos, convivir con la pérdida nunca resulta fácil. La pérdida de las personas que amamos, de nuestras capacidades físicas y mentales, la pérdida de la coherencia o de la integridad. La pérdida de la ilusión. Hay un punto de inflexión vital en el que la noción de la existencia ya se puede acotar. A partir de determinada edad, el tiempo es limitado, los que se van lo hacen para siempre y el margen para alcanzar ciertas metas se ha borrado. Vislumbrar este escenario se convierte en todo un logro. Ser capaz de plasmarlo a través de una obra concreta es un triunfo que, en cierta manera, equilibra la situación. Por mucho que uno se haga mayor y el mundo se vuelva implacable, la posibilidad de encontrarle sentido a todo eso es un desafío a la propia muerte. Eso es lo que ha hecho Robert Smith con el nuevo disco de The Cure.

next

Conecta con nosotros

Valencia Plaza, desde cualquier medio

Suscríbete al boletín VP

Todos los días a primera hora en tu email


Quiero suscribirme

Acceso accionistas

 


Accionistas