VALÈNCIA (VP). Jose Francisco Monserrat, investigador de la Universitat Politècnica de València, ha sido seleccionado por el Banco Mundial como experto para la elaboración de su informe sobre el despliegue de la tecnología 5G en países en vías de desarrollo. El catedrático de la UPV trabajará con un equipo integrado por otros diez expertos de Estados Unidos y tres de Corea del Sur.
Monserrat ha participado a lo largo de esta semana en la sede del Banco Mundial, en Washington, en el primer encuentro del equipo que a lo largo de los próximos tres meses elaborará el estudio. En él, analizarán el potencial, retos y oportunidades de la implantación de esta tecnología en cuatro áreas: energía, ciudades inteligentes, agricultura y transporte.
El trabajo del investigador de la UPV se centrará precisamente en el área de transporte, en la que junto con su equipo del Instituto de Telecomunicaciones y Aplicaciones Multimedia (iTEAM), es una referencia internacional. De hecho, este mismo grupo del iTEAM UPV lideró el último informe sobre automoción y 5G de la Comisión Europea.
"Fue precisamente a raíz de este informe cuando recibimos la petición del Banco Mundial para elaborar un nuevo estudio para ellos. Con él, quiere analizar hasta qué punto la 5G puede contribuir al bienestar e impulso de los países en vías de desarrollo, cuál sería su impacto y estimar la inversión necesaria para desplegar esta tecnología", apunta Jose Francisco Monserrat.
En el caso concreto de la UPV, y dentro del ámbito de transporte, uno de los temas principales del estudio será la viabilidad del coche autónomo y conectado en los países en vías de desarrollo. El trabajo de los investigadores del iTEAM permitirá conocer la inversión necesaria en infraestructuras viarias para convertirlas en vías 5G y cuál sería su beneficio tanto en términos económicos como para la salud y bienestar de estos países. Y ofrecerá también al Banco Mundial una planificación temporal para el despliegue de esta tecnología.
Según explica Monserrat, esta tecnología resultaría clave, por ejemplo, para evitar el caos circulatorio típico de países asiáticos. Y, en términos globales, destaca su beneficio medioambiental: "el hecho de que los coches se paren continuamente ya sea por congestión del tráfico, en los semáforos, etc. implica directamente un consumo y emisión altísima de CO2. En el momento en que los coches sean autónomos y en las carreteras haya mayor fluidez, la emisión de CO2 será mucho menor y el consumo de petróleo también", defiende Monserrat, quien destaca además otra ventaja: la seguridad. "La conversión a vías 5G permitirá reducir los accidentes de tráfico. Solo en Europa, más de 25000 personas mueren al año en las carreteras europeas víctimas de estos accidentes. La tecnología 5G hará las carreteras mucho más seguras", concluye Monserrat.