AL OTRO LADO DE LA COLINA / OPINIÓN

El Cáucaso arde... de nuevo

El hombre parece que es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra dice el refrán, pero en algunos lugares tropiezan tres, cuatro e infinidad de veces, este es el caso

3/10/2020 - 

Hace una semana saltaron las alarmas en el Cáucaso, otra vez se producían intercambio de disparos en el frente de Nagorno Karabaj (N-K), uno de los conflictos postsoviéticos congelados, en un incidente entre Armenia y Azerbaiyan claramente en escalada, que ha derivado en un enfrentamiento bélico mucho más abierto y profundo, que el acaecido en abril del 2016, conocido como la "guerra de los Cuatro Días".

De qué conflicto hablamos, pues de aquel que tuvo su eclosión (junto con otros similares) con motivo de la destrucción de la URSS (1990-1991), que produjo su división en las 15 Repúblicas que la conformaban. Y que a consecuencia de las migraciones, a veces forzadas (las famosas deportaciones al gulag comunista), de pueblos enteros, trajeron consigo enfrentamientos étnicos, religiosos, etcétera, en esos momentos de caos nacionalista con sus brotes supremacistas. En concreto, éste es el ocurrido en una parte de la extinta República Socialista Soviética de Azerbaiyan, el llamado Óblast autónomo del Alto Karabaj, habitado por población de etnia y cultura armenia, cuando decidió independizarse de la República al perder su gobierno autónomo. Para ello contó con el apoyo de otra República Socialista Soviética, la de Armenia e indirectamente de la URSS, por lo que se produjo una autentica guerra de 1992 a 1993, consiguiendo separarse de facto del gobierno de Bakú. 

Pero no solo ocuparon la región azerbaiyana habitada por armenios, Nagorno Karabaj, sino que también ocuparon otras áreas. En concreto, siete regiones a su alrededor, el corredor de Lachyn (zona situada entre Armenia y N-K), Kalbajar, Aghdám, Fuzulí, Yabraíl, Gubadlí y Zangilán, representando un total del 16 % del territorio de Azerbaiyan. Es así como diferentes resoluciones de la ONU, tanto de su Consejo de Seguridad, la nº 884, de 12 de noviembre de 1993, como de su Asamblea General, la nº 243 del 14 de marzo de 2008, por ejemplo, han reafirmado la soberanía y la integridad territorial de la República Azerbaiyan, así como han condenado la ocupación de sus territorios. Por otra parte, desde el principio del conflicto se constituyó el Grupo de Minsk de OSCE, copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos, e integrado por Bielorrusia, Alemania, Italia, Suecia, Finlandia, y Turquia, además de los enfrentados Armenia y Azerbaiyan, con el objetivo de resolver el conflicto por medio pacíficos.

Tras el nuevo inicio de hostilidades, este 27 de septiembre pasado, parece que la iniciativa la han llevado las tropas azerbaiyanas. Ya saben que en las guerras, y sobre todo durante su desarrollo, hay que ser muy escéptico con las informaciones que provengan del frente, pues son auténticas municiones para la guerra psicológica, que intenta debilitar la moral, tanto de los combatientes como de la población civil que los respalda. Lo que desde luego parece, por las imágenes que circulan en diferentes medios, es que los drones, al igual que en Libia y Siria, han hecho acto de presencia con cierto protagonismo, sobre todo del lado azerbaiyano, que parece avanzar en dos partes del frente. 

Primero en el norte, los azeries han conseguido un tímido avance de pocos kilómetros en Talysh, esquina del noreste de N-K, también en Murovdag de más kilómetros (10 kms por 5 kms) en el centro del frente norte de N-K,  en ambos casos en la zona montañosa del Cáucaso menor. Después en el sur, existen dos cabezas de puente en el dispositivo armenio, logrando penetrar los azeríes, en uno de ellos en una extensión de unos casi 30 kms por 10 kms acercándose a la ciudad de Fuzuli, capital de la región con el mismo nombre, y otra más pequeña, de unos 10 kms por 5 kms, aguas arriba del valle del rio Arax, segundo rio en importancia de Azerbaiyan.

Muchos de ustedes se preguntarán, si estos pequeños países (entre los dos son un 20 % de España) y su conflicto tienen importancia. Pues para poner de relieve esta región, permítanme que les recuerde como el politólogo Zgbiniew Brzezinski, consejero de Seguridad Nacional con el presidente norteamericano Jimmy Carter, identificaba a  Azerbaiyan como uno de los pivotes estratégicos del mundo, al ser un estado cuya situación geográfica le otorga un poder al estar en el centro, y tener acceso a regiones vitales y potencialmente inestables, y desde el cual se puede alterar las hegemonías. Sin olvidar a Rudyard Kipling que hablaba de "el Gran Juego", a la disputa entre los dos grandes imperios mundiales de finales del siglo XIX, el Ruso y el Británico, por el control de Asia central y el Cáucaso (donde se ubican los dos países enfrentados).

Pero además de esas connotaciones histórico académicas, hoy podemos hablar de la geopolítica de hidrocarburos por ser una zona, en concreto Azerbaiyan, importante por ser productora de, sobre todo, gas, y además zona de paso del gas del Cáspio, y ya saben lo dependientes, energéticamente hablando, que somos los europeos. Pero además, ambos países, se encuentran situado entre tres grandes potencias, Rusia, Turquía e Irán, lo que les lleva a un complicado equilibrio. Dado que pueden ser utilizados como estados tapón de esas potencias.

Así, Turquía guarda un relación especial con Azerbaiyan, dado que ambos forman parte de los pueblos Túrquicos, misma familia de lenguas, y ademas entre las naciones del mundo musulmán es la que más ha copiado el modelo de Republica secular de Kemal Ataturk, siendo las relaciones económicas muy importantes entre ambos. Por su parte las relaciones entre Turquia y Armenia, no pueden ser peores, desde el llamado Genocidio Armenio, de principios del siglo XX. Con Rusia, Azerbaiyan guarda una relación, consecuencia del pasado de dominio soviético de Moscú, con sus evidentes desencuentros, así como el posicionamiento ruso favorable a los armenios en el conflicto de N-K, porque casi Armenia se podría considerar un protectorado ruso. Y finalmente Irán, a pesar de que Azerbaiyan comparte con la Republica Islámica el Chiismo, y que aproximadamente un 20 % de la población Iraní es de etnia azerí, la República Teocrática de Irán se ha puesto del lado de la cristiana Armenia (primer reino cristiano de la historia en declararse como tal) en contra de sus hermanos de fe azeríes, dada su alianza con Rusia, y su colisión con Turquia en la guerra de Siria, y ya saben el dicho, la política hace extraños compañeros de viaje. 

Ya ven todo un “juego” de alianzas que diría Kipling, y pulsos geopolíticos en los que diferentes potencias utilizan esos conflictos del Cáucaso, como una de sus estrategias; demostrándose como en geopolítica, el interés se antepone a cuestiones morales. Y el gran problema del conflicto actual es su escalada, pues los armenios acusan a los turcos en intervenir con medios aéreos, e introducir Yihadistas de Siria (al igual que han hecho en Libia) en apoyo de los azeríes. Por supuesto los rusos, parecen que están interviniendo enviado pertrechos de guerra a Armenia, a través de Irán. Y por su parte Francia, mejor dicho Emmanuel Macron, dada la importante e influyente minoría armenia existente en el país galo, y sus últimos enfrentamientos con Turquia, se ha puesto del lado Armenio, avisando a sus aliados de la OTAN de las incongruencias del socio otomano, y eso que Azerbaiyan forma parte de diferentes partenariados con la OTAN. En fin, si no fuera por las victimas, sería todo un juego..

Esperemos una solución final razonable, aunque hay que estar preparado para lo más desfavorable, como una colisión abierta entre Rusia y Turquía que no se dará por supuesto, o una guerra total entre Armenia y Azerbaiyan que esperemos que tampoco. Lo razonable sería que este conflicto congelado, gracias a este enfrentamiento concreto, por fin se deshiele, que haya un acuerdo internacional en base al grupo de Minsk, que no ha hecho mucho hasta ahora, ya saben que Recep Tayyip Erdogan, acaba de afirmar “La Troika de Minsk dejaron este problema sin una solución durante 30 años que no han podido resolverlo. Estaba claro que la situación conduciría a tales desarrollos (la guerra)”. Y por supuesto con la intervención de Naciones Unidas, que tropas internacionales, cascos azules, sean turcos, rusos o iraníes, o todos ellos se desplieguen en esa zona, para ir recobrando la normalidad la legalidad internacional, es decir que ese territorio vuelva a la soberanía azerí, bajo control del gobierno de Baku, y se respete la autonomía y las libertades de los armenios que viven allí desde hace siglos. Ya saben Si vis Pacem para Bellum.