VALÈNCIA. El Centre del Carme vuelve a lavarse la cara. En diciembre, el centro cultural iniciará unas obras en su claustro renacentista. Para ello, y sumado al factor del mal tiempo, se ha reubicado la recientemente inaugurada BED (Biblioteca Expandida y Deslocalizada) en la primera planta. Se trata de el primer paso de un plan de inversiones para la rehabilitación de diferentes estancias del Centre del Carme, presupuestadas en un total de 2,5 millones de euros. En los próximos días empezará la fase de actuaciones previas, saneamiento y aislamiento de estancias adyacentes al claustro renacentista.
Pero, a lo largo de 2023, se iniciarían otras obras de mayor calado. Según afirmó ayer el responsable del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana en un encuentro con medios de comunicación, 4.000 de los 14.000 metros cuadrados de los que dispone el recinto del Centre del Carme están, no solo sin utilizar, sino en ruinas. En su mayoría, se trata del edificio de la Escuela de Artes y Oficios, que ahora mismo solo tiene habilitada una planta para oficinas y el aula del máster Permea. No tiene el por qué suponer que la habilitación de este nuevo espacio vaya a significar más salas expositivas: tal y cómo también apuntaba Pérez Pont, hacen falta más aulas para talleres o incluso un salón de actos o auditorio.
En todo caso, las actuaciones que empezarán esta misma semana servirán para empezar a quitar las ruinas de los espacios adyacentes al claustro renacentista. Este primer paso tendrá un coste de más de 400.000 euros, pero aún quedarían ejecutar hasta 2,5 millones de fondos europeos en diferentes anualidades.
La rehabilitación del Centre del Carme es uno de los asuntos pendientes del recinto más icónico del Consorci de Museus: desde la llegada del propio Pérez Pont a la gerencia de este, ya planteó la necesidad de que se fueran recuperando espacios ruinosos. Era 2016, y por ahora no ha habido cambios significativo en el número de metros cuadrados. Los fondos europeos pueden cambiar eso.
Casi simultáneamente, y por casualidad, se han desbloqueado las obras para convertir la antigua Sala Capitular en cafetería. Culturplaza fue el que desveló en enero de 2021 que las obras, que empezaron en verano de 2020, se habían paralizado por el hallazgo de unos arcos de yesería que necesitaban volver a redactar el proyecto para incluirlos en el conjunto arquitectónico. Según adelantó Levante-EMV, durante ese proceso, una de las empresa de la UTE constructora quebró y no ha sido hasta ahora que se ha encontrado otra empresa que pueda ocupar su lugar. Pérez Pont confirmó ayer que las obras ya estaban bastante avanzadas —especialmente en la antigua entrada, que no recuperará su uso original, sino que servirá de salida.
El personal, el gran asunto pendiente
Lo que parece no tener capacidad de mejora es la Relación de Puesto de Trabajo del Consorci de Museus, que salió publicada hace unos días en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana. El documento no recoge la demanda histórica del gerente del ente, que ha pedido por activa y por pasiva más recursos humanos para absorber la multiplicación de la actividad expositiva, educativa y editorial que se ha experimentado en los últimos años y que se presentó ayer a la prensa nacional.
La Generalitat mima al Consorci en su presupuesto, pero no le permite tener a más gente para poder gestionarlo. El gran muro parece ser la ley que regula el funcionamiento de consorcios, que le impiden suplir las plazas directamente. Son los organismos que lo constituyen quiénes han de proveerlas.
Actualmente, están previstos 14 puestos de trabajo (13 más el del gerente), pero de estas, cuatro plazas están sin cubrir. La Generalitat ha cedido de otros departamentos a cuatro personas funcionarias, pero sin llegar a cubrir esos puestos. Ni las diputaciones ni los ayuntamientos han hecho lo propio.