VALÈNCIA. Las obras de renovación de algunas salas del Centre del Carme sufrirán un retraso cuya magnitud aún no está clara. Según ha podido saber este diario, el hallazgo arqueológico ha obligado a parar los trabajos y modificar el proyecto original. Una vez estén integrados estos cambios, se podrán retoma y finalizar las labores que afectan a la Sala Capitular y su patio adyacente.
Al parecer, se han encontrado unos arcos de yesería en la estructura del edificio. La idea de Cultura y Patrimonio es que el proyecto incluya estos restos arqueólogicos en las obra final como se ha hecho en otras ocasiones. Si bien no ha trascendido la importancia de este hallazgo, algunas fuentes apuntan a que no se trata de un cambio sustancial sobre las obras a hacer.
Sin embargo, este descubrimiento ha hecho frenar en seco los trabajos y Cultura ya ha reprogramado los gastos, al igual que ha hecho con La Nau de Sagunt. Desde el departamento de Carmen Amoraga no han apuntado a una fecha concreta. La empresa encargada de las obras es Talent Ingenieria, instalaciones y servicios, S.L -Bluedec, S.L, por un importe de adjudicación de 768.178,67 euros (IVA incluido).
La conocida como Aula Capitular, a la que se accedía desde el claustro gótico, acogía hasta este pasado verano, presentaciones y ruedas de prensa. Ahora se ubicará la cafetería en este espacio, un servicio de restauración que si bien sí existía en el centro, ahora contará con un lugar mucho más cómodo. Además de la propia sala, contará con una terraza exterior en el claustro gótico. En el Aula Capitular, según explicó el centro en julio, se proyecta un "espacio neutro en el que los elementos y la arquitectura sean los protagonistas". La obra incluye también la realización de cuartos de baño que quedarán enfrentados a la salida del patio exterior que queda detrás de la Sala Capitular.
Un Centre del Carme en plena renovación
Lo que sí ha quedado entregado y plenamente funcional son los trabajos de adaptación de la Salas Ferreres-Goerlich. Los trabajos, que se desarrollaron a lo largo de tres meses, "han servido para recuperar la imagen original del conjunto de ambas salas, la dotación, por primera vez, de dos salidas de emergencia, así como la instalación de un novedoso sistema de iluminación I+D que sitúa al CCCC a la vanguardia en la museografía actual", explicaba el centro en un comunicado.
La intervención arquitectónica en estas salas ha consistido en la eliminación de la rampa que unía Goerlich con Ferreres, montada sobre la escalera que une ambas alturas. Esta rampa entorpecía estéticamente el conjunto y tampoco resultaba cómoda en su uso. También se ha habilitado una nueva en la sala anexa (Goerlich 2), que conecta ambos niveles con una solución que invita a los visitantes a recorrerla, y se gana un pequeño escenario para otros usos culturales.
Y la Sala Refectori, si bien no ha sufrido modificaciones arquitectónicas, sí lo ha hecho de su propia naturaleza, heredando y ampliando el uso que tenía hasta ahora el Aula Capitular. Es decir, es el nuevo salón de actos y sala de prensa, que servirá también como espacio diáfano que albergue otras actividades paralelas a la oferta expositiva como proyecciones de cine o propuestas escénicas.
Ahora falta conocer qué ocurre con el resto de obras, las que afectan a la entrada del museo y a la librería, a las que -en principio- no les concierne los arcos de yesería y la consecuente paralización. En la actuación del hall de entrada se redistribuirán los espacios para dotarlos de zonas claramente diferenciadas. En la recepción tendrá cabida el mostrador para informar sobre exposiciones del momento, mientras una pantalla de leds en el muro frontal al acceso emitirá o proyectará los acontecimientos del Centre, actuales o futuros. Anexa se encontrará la tienda de catálogos, libros de exposiciones, independiente de la zona de paso al resto del recinto para que se pueda cerrar en un horario diferenciado. Por último, las actuaciones proyectan una renovación del sistema de iluminación, tanto exterior como interior.
Foto: EVA MÁÑEZ
