VALÈNCIA. El centro de menores de Buñol, público de gestión privada, está en la picota por las condiciones de habitabilidad del inmueble pero, junto a estos fallos ‘técnicos’, hay un tema que le quita el sueño a la dirección del centro y a los trabajadores. De los 22 menores -20 desde este lunes- que viven en el centro, cuatro tienen medidas judiciales, uno de régimen cerrado, al menos 10 son discapaces diagnosticados y el resto son menores en acogida. Pero todos viven juntos.
Que uno de los menores que debería estar en régimen cerrado continúe allí es algo que en la Conselleria de igualdad y Políticas Inclusivas que dirige Mónica Oltra saben que no es adecuado y no se ajusta a la legalidad. Sin embargo, la situación se prolonga pese a las quejas de la dirección del centro.
La Conselleria de Igualdad asegura que no tiene notificado el cambio de medidas del menor por parte del juzgado y explica, respecto al resto de casos, que "los técnicos de la Conselleria aseguran que se ajusta a la legalidad tener a menores con medidas judiciales semi abiertas con el resto de menores en acogida".
Las mismas fuentes de Conselleria aseguran que "la información que está saliendo desde el centro por parte de los trabajadores es una especie de venganza, está sesgada y es incorrecta, porque saben que se van a la calle". Aseguran que "no han hecho su trabajo pues tienen menores con discapacidad para los que ni han solicitado las ayudas a la dependencia". La patria potestad del menor corresponde a la Generalitat, pero desde la Conselleria afirman que la solicitud de las ayudas a la dependencia corresponde a los empleados del centro. "Es su trabajo porque ellos son los que le tienen que cuidar", insisten.
Menores juntos
Según ha podido saber Valencia Plaza, tras la inspección del centro por parte la Fiscalía de Menores el pasado mes de enero, la directora general de Infancia y Adolescencia de la Generalitat, Rosa Molero, se presentó en Buñol y se reunió con la directora del centro. En dicha reunión, la dirección se quejó de tener en el mismo espacio a menores con discapacidad con otros en régimen de protección y cuatro con medidas judiciales. Además, uno de ellos debería haber sido trasladado a un centro de régimen cerrado después de ser el presunto cabecilla de una pelea que terminó con tres jóvenes del centro detenidos y dos educadores en el hospital, según la dirección del centro.
Sin embargo, la Conselleria ha preferido trasladar de centro a dos niños y dejar junto a los discapaces y los menores en desamparo al agresor, que ya tuvo otro cambio de medidas cuando en el mismo centro le pegó a un niño con discapacidad.
En la reunión que Molero mantuvo con la dirección del centro, según ha podido saber este periódico, la alto cargo pidió a la directora de la instalación 15 días para solucionar el tema de los traslados. Pasados esos 15 días, explican las fuentes que Molero "siempre pide 15 días más, pero ni da soluciones ni mucho menos envía ningún papel que acredite nada".
Añaden estas fuentes que Molero, más allá de hablar con la dirección del centro, no quiso visitarlo ni ver en qué condiciones se encuentran los allí internos. Es más, llamó a la Fiscalía de Menores (año y medio después de estar en el cargo), para saber por qué había varios tipos de perfiles juntos, a lo que desde el Ministerio Público le respondieron que "debería saber que la asignación de plazas es competencia suya".
La Conselleria ya ha enviado una notificación diciendo que van a trasladar al niño, pero no han informado ni si es a un centro cerrado o, si es un centro semi cerrado. Es más, según fuetes del centro, la madre del menor se ha enterado por los trabajadores y no por la Conselleria.
Será de gestión privada
El centro de menores de Buñol será gestionado directamente por la Conselleria a partir del próximo 1 de julio, cuando vence el contrato con la empresa que lo explota desde principios de 2015.
Según afirmó Mónica Oltra el pasado sábado, la mercantil no quiere continuar con la gestión del centro porque "pierde dinero todo los meses". "Nosotros no podemos arreglar un contrato que viene mal parido porque el sistema de contratación en el ámbito de menores se iba a precio y cuando vas a precio siempre hay uno que baja más y después no salen las cuentas y tenemos lo que tenemos", lamentó.