Ficción, realidad y viceversa: el cine se reencuentra en La Nau

VALÈNCIA. Si hiciéramos una fotografía de los sectores culturales -y sus expectativas- hace un año y la comparáramos con la de 2021 encontraríamos más de siete diferencias. Si antes los mensajes eran de cancelación o aplazamiento, este verano es el de los reencuentros. Entre ellos, el reencuentro con el cine en compañía, en comunidad. En fin, el cine. Después de dos años, Nits de Cinema regresa al claustro de La Nau, un reencuentro con el público y, también, con las creadoras y creadores que dan forma a las historias. De esta forma, el proyecto se reivindica este año como el punto de conexión entre espectadores y directores, una oportunidad única para indagar por aquello que rodea la obra, especialmente tras un año en el que la cultura tuvo que conformarse únicamente con la ventana online. 

Y es que la cita, que se celebrará entre el 13 y el 23 de julio, llega con la intención de conectarse con algunas de las firmas más interesantes del audiovisual, como Nuria Giménez Lorang o Javier Polo, entre otros, y es que por primera vez las sesiones contarán con las directoras y directores de las películas programadas, quienes mantendrán un coloquio con el público tras la proyección. Será todo bajo el lema ‘Fronteras de la ficción’, un ciclo que indaga entre algunas de las últimas y mejores propuestas de cine documental, en las que realidad y ficción borran sus límites. “La relación del cine con la realidad está fuera de cualquier categoría e imposición: las cinco propuestas hacen estallar los límites entre documental y ficción, desafiando nuestra mirada", expresa Áurea Ortiz, directora académica del Aula de Cinema de la Universitat de València.

"A pesar de que, ni siquiera en los tiempos de los Lumière, esa frontera estaba clara, se han tenido que acuñar nuevos conceptos como por ejemplo ‘documental de creación’ o ‘documental de autor’ o, incluso, inventar un término a partir de lo que no es, como ‘no-ficción’ (muestra absoluta de impotencia), para referirnos a obras como las que aquí presentamos. La palabra ‘documental’ se ha quedado corta. Otras términos, como por ejemplo ‘autoficción’, ‘falso documental’ o ‘found footage’ (metraje encontrado) intentan poner orden, pero las películas se escapan de la clasificación. No es caos, es la verdadera libertad creativa", relata.

Esas fronteras con la ficción se retorcerán a partir del 13 de julio con la proyección de My Mexican Bretzel. El falso documental de Nuria Giménez Lorang estrenado en el D'A Film Festival y nominado al Goya, da forma al diario íntimo de una mujer de clase acomodada, ilustrado por las grabaciones caseras de su marido en un viaje a los años 40 y 60 del siglo pasado. “Cuando mi abuelo murió, encontramos unas 50 bobinas (la mayoría de 16mm, pero también había algunas de 8mm) en el sótano de su casa. Tardé unos meses en digitalizarlo todo. El visionado, cribado y organización del material fue continuo y constante a lo largo de casi todo el proceso, que duró siete años”, relató la directora durante una entrevista con Culturplaza. “Paralelamente y sin pensar necesariamente en las imágenes, fui escribiendo todo lo que se me venía a la cabeza sobre cualquier cosa, por absurdo que me pudiera parecer. A partir del cuarto año empecé a buscar cómo encajar texto e imágenes”.

Este viaje entre la realidad y la ficción tiene una segunda parada con Ainhoa, yo no soy esa, de Carolina Astudillo, que define como una crónica alternativa a la historia oficial de la España de los noventa, contada a través de los diarios de vida de una mujer. Precisamente será Astudillo y Nuria Giménez Lorang las encargadas de inaugurar esta nueva edición de Nits de Cinema con un diálogo moderado por Áurea Ortiz, que tendrá lugar el 13 de julio a las 19.30 en La Nau.

El 15 de julio vamos con un proyecto ‘marca Valènca’, Lobster Soup, de Pepe Andreu y Rafa Molés. El proyecto, galardonado en el prestigioso Lau Haizetara, el Foro de Coproducción de Documentales del Festival de San Sebastián, viaja al pequeño café Bryggjan, un rinconcito gris en la fascinante Islandia. Allí, mientras Krilli prepara la sopa de langosta, se reúne su hermano Alli junto con los viejos pescadores, el último boxeador de la isla y el traductor del Quijote al islandés, un grupo que da forma a esta deliciosa comedia. 

Y también se nutre de talento valenciano The Mystery of the Pink Flamingo, de Javier Polo, que se presenta el 16 de julio. La cinta, que inauguró la pasada edición de La Mostra, mezcla documental y ficción para desvelar las claves de ese hiperbólico icono kistch que es el flamenco rosa, un hilarante viaje que sigue los pasos del excéntrico Rigo Pex, que quiere llegar a conocer a personajes como el actor Eduardo Casanova o el cineasta de culto John Waters. Cerrará el ciclo el día 18 la proyección de Letters to Paul Morrissey, de Armand Rovira y Saida Benzal, que se ponen como objetivo filmar cartas para enviárselas a Morrisey, director de Trash, Flesh y Heat, colaborador de Andy Warhol y representante de la Velvet Underground.