VALÈNCIA. Las obras de la plaza de la Reina podrán empezar en las próximas semanas después de que el proceso de contratación haya superado hasta tres recursos interpuestos por diferentes empresas. Unas paralizaciones que han trastabillado el inicio de las actuaciones para la reforma de este entorno desde el pasado verano y han supuesto un retraso sustancial en el calendario previsto. Por ello, las obras con toda probabilidad se solaparán con las actuaciones de reforma en las plazas del Mercat y de Brujas, que darán comienzo también esta primavera.
Una coincidencia temporal que ha generado no poca inquietud en el sector comercial del casco histórico de València, especialmente de aquellos negocios que se encuentran en la franja nuclear de Ciutat Vella flanqueada por ambas plazas. Por ello, la presidenta de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València, Julia Martínez, ha lanzado la voz de alarma por el impacto económico que las obras van a provocar en el sector. Tras conocer que las obras en la Reina coincidirán con las del entorno de la Lonja, lamentó la casualidad: "Son las obras más esperadas en el momento menos deseado".
Este solapamiento, explica Martínez, es "el mayor problema que ya avisamos que debía evitarse a toda costa" y que confluye "en un momento más que delicado para dicho entorno". Huelga recordar que esta almendra de la ciudad vivió hasta la llegada de la pandemia en buena parte del gasto de los turistas, por lo que la drástica reducción de llegada de visitantes ha mermado sobremanera la afluencia en negocios. A ello se le suman las restricciones de movilidad en las propias ciudades y las limitaciones horarias, por lo que temen en la asociación de comerciantes que estas obras supongan la estocada final para los locales situados entre ambas reformas.
"Toda obra conlleva un impacto negativo sobre las ventas en comercios y servicio", asegura la presidenta de la asociación, quien recuerda que no sólo es una de las áreas más dañadas de la ciudad por la falta de turismo, sino que también hay que atender los "escasos residentes" que hay y el hecho de que ya no se celebran eventos como antes de que llegara el coronavirus. De ahí que tras tener conocimiento de la concurrencia de estas obras al mismo tiempo durante los próximos meses, el comercio del centro busque en la administración medidas para paliar la afección económica que provocará la conjunción de factores.
"Habrá que compensar a los directamente afectados, a los que les va a resultar muy dificultoso sobrevivir en dichas circunstancias", explica la asociación. Uno de los principales reclamos en este sentido es que el Ayuntamiento de València atienda las circunstancias y pueda implementar, por ejemplo, algunas bonificaciones fiscales puntuales a todos aquellos negocios que se sitúan en las 70 calles que estarían afectadas. Los comerciantes buscan que se apliquen estas bonificaciones en gravámenes municipales como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o del resto de tasas dependientes del consistorio.
En todo caso, son cuestiones que los afectados intentarán negociar con el propio Ayuntamiento de València y más concretamente con la concejalía de Hacienda, que dirige el socialista Borja Sanjuán. Por otro lado, también plantean algún tipo de ayudas para poder sobrepasar el bache de los próximos meses que podría suponer el cierre de algunos negocios. Pero más allá de esta compensación, lo que reclaman en la asociación es entendimiento y coordinación entre las concejalías de Movilidad, que dirige Giuseppe Grezzi, y la de Urbanismo, que encabeza Sandra Gómez, dado que la reforma de la plaza de la Reina depende de la primera, y la de la plaza del Mercat, de la segunda.
Así pues, Martínez reclama una calendarización para la ejecución de ambas obras "de forma que se evite un "colapso" o un "estrangulamiento" de la actividad económica esparcida por el espacio intermedio. Así pues, reclaman al consistorio conocer qué grado de ejecución de las actuaciones se prevé para verano y para finales de año, cómo ayudar para que el impacto del turismo no sea tan negativo, y qué se puede hacer para dinamizar este entorno en los próximos meses y especialmente de cara a final de año y las fechas navideñas.