VALÈNCIA. (EP). La Mesa del Congreso ha acordado tramitar por el procedimiento de urgencia la proposición de ley que registraron el PSOE y Unidos Podemos para acabar con el voto rogado que desde 2011 se exige a los electores residentes en el extranjero.
Cuando presentaron esta reforma electoral, los socialistas y el grupo confederal ya avanzaron que pedirían al órgano de gobierno de la Cámara Baja su tramitación exprés y por lectura única, con el fin de que la reforma pudiera estar lista antes de las elecciones previstas para mayo.
En su reunión de este martes, la Mesa de la Cámara Baja ha admitido a trámite la reforma electoral planteada por el PSOE y Unidos Podemos y ha aceptado el procedimiento de urgencia, que supone reducir los plazos de enmiendas a la mitad.
De entrada, la reforma ha sido enviada ya al Gobierno para que le dé el visto bueno, como se exige con todas las propuestas de ley de la oposición. El Ejecutivo cuenta con un plazo de 30 días, pero desde el PSOE aseguran que no se agotará y que en pocos días dará su conformidad para que se debata.
Y es que la reforma recoge el grueso de las propuestas que el Gobierno remitió la subcomisión del Congreso que desde 2017 se encarga de estudiar una posible reforma de la Ley Electoral y sobre las que los grupos han venido trabajando.
El PP, que tiene dudas sobre las recetas del Gobierno, se ha opuesto a que la Mesa del Congreso acepte la tramitación en lectura única, esto es, que sólo sea debatida por el Pleno en una semana sin pasar por ponencia ni comisión. Según informaron a Europa Press fuentes parlamentarias, este segundo punto se someterá a votación en un próximo Pleno.
En su iniciativa, el PSOE y Unidos Podemos plantean la supresión del voto rogado a los españoles en el extranjero --que los propios socialistas pactaron con el PP y los nacionalistas en 2011-- con el fin de revertir la caída de la participación de los inscritos en el Censo de Residentes Ausentes (CERA).
La proposición de ley, recogida por Europa Press, parte de la eliminación del ruego del voto, lo que permitirá que todos los españoles residentes en el extranjero reciban la documentación en su domicilio, y para agilizar los trámites permite que se les adelante una papeleta en blanco, lo que facilitará que los electores dispongan de esa documentación en plazo.
Con el sistema del voto rogado ocurre que en muchos casos los españoles en el exterior no consiguen recibir a tiempo la documentación al ser imposible su envío desde que formalizan su solicitud de voto y se proclaman las candidaturas tras resolverse las correspondientes impugnaciones.
Pues bien, lo que plantean PSOE y Unidos Podemos en esta reforma es que los electores ya no tendrán que esperar a conocer todas las candidaturas, sino que recibirán una papeleta en blanco donde escribir el sentido de su voto y una documentación con las instrucciones sobre cómo podrán conocer las candidaturas proclamadas, de las que se informará en la página web del Ministerio de Exteriores, vía telefónica o a través de la oficina consular correspondiente.
Y los electores seguirán teniendo, como hasta ahora, dos opciones, para emitir su voto: bien acudir presencialmente al Consulado, para lo cual se amplía de tres a siete días los plazos, o hacerlo por correo ordinario o certificado. En ambos casos, se certificará la emisión del voto con un sello.
Según defienden sus proponentes, con esta reforma se mantienen las garantía existentes en el sistema de identificación de los votantes introducido de la reforma de 2011, puesto que continuará siendo obligatorio incluir en el sobre dirigido a la Junta Electoral correspondiente, junto con el sobre de votación, una fotocopia del pasaporte o del DNI.
Entre otras medidas, y con el fin de fomentar el voto presencial, los dos firmantes de la proposición también abogan ampliar la red de 'colegios', añadiendo a la embajadas o consulados otros centros de votación, para poder votar en el extranjero.