El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la vicepresidenta, Mónica OltraVALENCIA. El Gobierno valenciano estudia la manera de encajar una tanda de asesores más en el Ejecutivo en este inicio del nuevo curso político. Tal y como avanzó este diario a finales de julio, en el Consell liderado por Ximo Puig flotaba la idea de buscar acomodo en los diferentes departamentos de una figura que ejerciera de intermediaria con los ayuntamientos. Esta iniciativa, que ya se comentó internamente en el Seminari de Torrevieja, apunta a ser una realidad más bien a corto plazo dado que prácticamente todas las consellerias han manifestado en privado la necesidad de más personal eventual para agilizar la gestión y, en particular, para atender las demandas de las estructuras locales.
La iniciativa, no obstante, todavía se encuentra en proceso de análisis. De hecho, no se ha concretado aún el número de asesores que se introducirán en esta maniobra, si bien las diferentes fuentes del Gobierno valenciano consultadas por este diario apuntan a que las primeras propuestas van dirigidas a que se nombren cinco en total. O lo que es lo mismo, un asesor por cada dos consellerias.
Cabe recordar que el Decreto 185/2015 aprobado por la Conselleria de Justicia, Administración Pública, Reformas Democráticas y Libertades Públicas el pasado mes de octubre fijaba en 74 el tope de puestos para personal eventual, 25 menos de los que disponía el anterior gobierno del PP. En este sentido, y tras los últimos nombramientos efectuados a principios de agosto, la página oficial GVA Oberta refleja que el personal eventual del Ejecutivo asciende a 66 efectivos, donde se incluyen asesores (52), jefes de Gabinete (9), secretarios (1) y conductores (4).
No obstante, fuentes del Gobierno valenciano admitieron a este diario que tras los nuevos nombramientos de secretarios autonómicos se contemplan algunas nuevas incorporaciones, por lo que de intentar contar con las designaciones de los citados cinco asesores de asuntos locales, el Gobierno valenciano se acercaría al tope fijado de 74. A partir de ahí, solo quedaría o ajustar al máximo o afrontar una modificación del decreto aprobado en octubre del pasado año.
Bien es cierto que la iniciativa del Consell, si finalmente se lleva a cabo en los términos previstos, resulta complicada de explicar dado que precisamente PSPV y Compromís fueron en la oposición especialmente beligerantes con los dispendios que el PP realizaba en personal en su larga etapa de gobierno. De hecho, y en lo que se refiere a altos cargos, los números en los que se mueve el Consell de Puig y Oltra ya se sitúa en torno al centenar de dirigentes, una cifra similar a la de la legislatura del popular Alberto Fabra.
No obstante, las fuentes del Gobierno valenciano consultadas por este diario recalcan que para afrontar la gestión del día a día se necesita personal. "Sin gente que haga las cosas, esto no funciona. El Consell es transparente y los que hay, son los que hay. No existe personal escondido como ocurría antes", subrayaba este jueves un alto cargo a Valencia Plaza.
En esta línea ya se pronunció semanas atrás la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, en una entrevista a este diario donde recalcó: "En la Generalitat faltan manos, tanto de funcionarios como de altos cargos". Una reflexión sobre la que el Ejecutivo valenciano, si finalmente acomete este aumento de asesores, deberá aplicar pedagogía para explicar la necesidad de incrementar la plantilla para poder mejorar la gestión.
