VALÈNCIA. La batalla contra el lodo y los residuos es una de las principales prioridades para restablecer la vida en las localidades más afectadas por la descomunal Dana, que asoló el sur de Valencia el pasado martes 29 de octubre. Por ello, son varios los efectivos y voluntarios desplegados en estas zonas con el fin de retirar escombros y despejar las calles de la gran acumulación que se está generando y que provoca insalubridad en estos municipios.
En este momento, son ya más de 3.500 las toneladas que diariamente se están sacando entre restos vegetales, fangos, todo tipo de envases y otros objetos por efecto del arrastre de las aguas. Un número que equivale al doble de la basura que se genera en un año en el conjunto de los municipios de Alaquàs, Albal, Aldaia, Alfafar, Catarroja, Massanassa, Paiporta y Picanya, explican a este diario fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio. Por ello, la Generalitat Valenciana va a aumentar los puntos de depósito temporales de residuos para agilizar los trabajos y no acumular.
Hasta ahora, la operativa diseñada por el departamento que dirige Vicente Martínez Mus establecía que durante la mañana se recogen los enseres de los diferentes cascos urbanos para depositarlos en las cerca de una veintena de campas o parcelas habilitadas en el exterior de los pueblos afectados y accesibles para vehículos pesados. Ya por la noche esos acopios se trasladan por camiones a los vertederos y, en el caso de que sea necesario, a canteras autorizadas.
La prioridad está siendo liberar los municipios y sacar la acumulación de escombros en determinadas vías, dado que estos residuos entorpecen los accesos y paso de vehículos de servicios de emergencia y dificultan las tareas de restitución de los servicios generales y del tráfico rodado.
El volumen de toneladas ha obligado a la Conselleria a ampliar los depósitos temporales con cinco puntos nuevos para agilizar estas labores. Estas nuevas campas, además, se situarán en puntos más alejados de la ciudad para evitar el almacenamiento en zonas próximas a la población. Así, se ubicarán en una gran parcela a las afueras de Manises, así como otra en Quart de Poblet, próxima a la planta de Los Hornillos, entre otras localizaciones.
Nuevos puntos que se sumarán a los que ya están operativos para repartir y sacar de las ciudades los restos que se van sacando. Cada vez se actúa de forma más potente, por la incorporación de efectivos, por lo que en breve se podría llegar a las 4.000 toneladas diarias, algo que precisa de nuevas zonas para verter estos desperdicios que, posteriormente, son trasladados a vertedores y canteras, en función de las necesidades.
En este momento, según informó hace unos días la Generalitat Valenciana, el despliegue de medios para esta tarea va ya por los 520 operarios con 1.032 vehículos, grúas, bombas, recolectores, generadores, palas y retroexcavadoras. A ellos, se han adherido 172 profesionales de Tragsa con maquinaria pesada, 190 peones, 100 brigadistas de Vaersa y 58 agentes medioambientales en las labores de gestión de residuos, limpieza y desescombro.