VALÈNCIA. El traspaso de poderes entre las fuerzas del Govern del Botànic -PSPV, Compromís y Unides Podem- y el nuevo ejecutivo conformado por PP y Vox se está embarrando en algunos departamentos. El nuevo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ya anunció semanas atrás su intención de contar con altos cargos del Botànic que estuvieran en áreas sensibles especialmente relacionadas con inversiones en la Comunitat Valenciana y en otros departamentos cuyo relevo inmediato pudiera causar un trastorno o un vacío de poder que pudiera perjudicar a la Generalitat.
Hasta ahí, todo normal. De hecho, tal y como ha ido informando este diario, algunas de esas continuidades ya se han hecho públicas, como es el caso del director general de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), el socialista José Manuel García Duarte; la directora general de la Agencia Tributaria Valenciana, Sonia Díaz y, el último en conocerse, la secretaria autonómica de Financiación, Mako Mira, con un papel relevante en el aterrizaje de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto. Estas dos últimas, aunque nombradas por el PSPV, son independientes.
Ahora bien, más extraño es el caso de la Conselleria de Justicia e Interior, en manos de Vox, con Elisa Núñez al frente. El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, y el director general de Interior, Salva Almenar, ambos designados por la formación socialista, han expresado verbalmente y por escrito su petición para ser cesados de sus cargos, sin que hasta el momento se haya dado luz verde a su destitución.
"Después de más de 15 días desde su toma de posesión, creo que ha habido tiempo suficiente para haber podido hacer un traspaso ordenado, del mismo modo que considero que es otra persona la que debe ocupar mi cargo para poder ejecutar las políticas que el nuevo Consell estime oportunas", reza la misiva de Almenar.
En cuanto a Ángel, histórico militante socialista, ya puso sobre la mesa su renuncia en julio y pidió previamente su reingreso en la Diputación de Valencia, donde tiene plaza como alto funcionario, tal y como pudo constatar este diario.
En este sentido, cabe recordar que la Ley 5/1983 de Gobierno Valenciano dispone en su artículo 17 que entre las funciones del Consell se encuentra "nombrar y separar a los altos cargos de la Administración de la Generalitat, a propuesta del conseller correspondiente". En el artículo 28 se concreta que es tarea de los consellers "proponer al Consell el nombramiento y cese de altos cargos de su departamento". Así pues, se produce lo que los afectados consideran la "anomalía" de querer abandonar su puesto en la Administración y no poder hacerlo hasta que no se haga efectivo su cese bajo un acuerdo del Consell.
Conviene resaltar que no son los únicos altos cargos que todavía no han sido cesados. Este proceso de traspaso en ocasiones se prolonga varias semanas pero, en general, los altos cargos se limitan a esperar pacientemente a que llegue su turno mientras siguen percibiendo su retribución correspondiente. No obstante, este caso es algo peculiar, porque los dos cargos mencionados se ocupan de Emergencias tales como la extinción de incendios, un área especialmente sensible en época estival y para la que el nuevo gobierno PP-Vox no parece disponer de sustitutos.
Sobre esto, como ya informó este diario, a la formación liderada por Santiago Abascal le está costando encontrar perfiles para ocupar los puestos en el segundo y tercer escalón del Gobierno valenciano. A ello hay que sumar la supervisión y control bastante férreo que parece existir desde Madrid en estos procesos de selección de personal.
Con este escenario, para el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, el mal menor es que sigan al frente de estas áreas los cargos procedentes del Botànic. Una opción mucho mejor que forzar el descabezamiento de estos departamentos -lo que, si no hay relevo inmediato, dejaría en evidencia a la nueva consellera- con el peligro para los bosques valencianos de una nueva ola de calor en ciernes sin altos cargos al mando.
De hecho, el jefe del Consell agradeció a José María Ángel su "muestra de responsabilidad" al permanecer en su puesto -aunque realmente tampoco tenga otra opción- y justificó esta continuidad de la siguiente manera: "Lo responsable es no ir corriendo a cambiar cabezas políticas cuando se trata de emergencias", dada la importancia de "la estabilidad, la seguridad y que las personas que han preparado esta campaña de verano puedan ayudar al tránsito con cierta responsabilidad".
Este martes, desde Presidencia remitían a las palabras de Mazón y no desvelaban si se produciría el cese de estos altos cargos en el pleno del próximo viernes, lo que podría implicar que el área de Emergencias continuara durante el mes de agosto comandada por dirigentes designados por el PSPV-PSOE. Por su parte, fuentes de la formación socialista consultadas por este diario lamentaban la "nula planificación" del nuevo Consell: "No es que hayan tomado posesión hace poco. El 13 de junio PP y Vox alcanzaron un acuerdo y se repartieron las competencias principales; deberían tener claro ya quién debe ocupar puestos tan sensibles", señalaba un miembro de la Ejecutiva a este periódico.