VALÈNCIA. El pasado viernes, a través de una corrección de errores en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV), se conocía la continuidad en el Consell presidido por el popular Carlos Mazón, de la secretaria autonómica de Financiación, Mako Mira. El motivo, su papel relevante en las negociaciones y proceso de aterrizaje de la gigafactoría de Volkswagen en Sagunto.
Así, según informaron distintas fuentes y la propia protagonista comentó en redes, esta permanencia temporal con el objetivo de apuntalar los primeros pasos de la llegada de la multinacional. "Si con esta decisión puedo aportar mi granito de arena para que la mayor inversión industrial de la historia de España culmine de forma exitosa, como así me lo ha trasladado la empresa responsable de la misma, no tengo dudas", explicaba la propia Mira en su Facebook horas atrás.
La todavía secretaria autonómica de Financiación, dependiente de la Conselleria de Hacienda, fue en 2015 uno de los fichajes estrella del candidato socialista, Ximo Puig, para encabezar la lista autonómica por Valencia cuando era directora general de la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunitat Valenciana (Aerte). Aunque sonó para consellera, la independiente -sin carné socialista- finalmente ocupó en estos años de gobierno del Botànic distintas secretarías autonómicas y también contó con la confianza de Puig para tareas especiales como ser la comisionada en las compras en la lucha contra la pandemia.
Más allá de las diversidad de opiniones -que las hay- en el PSPV sobre la continuidad temporal de Mako Mira, lo cierto es que, de momento, el organigrama que se está quedando en Hacienda tras los distintos nombramientos está resultando curioso. Nadie podrá decirle al nuevo presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, que es sectario.