VAlÊNCIA, (EP). El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, se han reunido este sábado para tratar la reforma de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (LOTUP), que se aprobará el próximo viernes 5 de mayo en el pleno del Consell y apuesta por "favorecer la inversión desde la seguridad jurídica, por la rehabilitación y por poner fin a la herencia caótica del Partido Popular", con el objetivo de construir "un entorno más notable para el crecimiento económico".
Así lo ha avanzado Puig durante la rueda de prensa celebrada tras el encuentro con Salvador, en la que ha agradecido a la consellera y a los técnicos su implicación "altruista" y "generosa" en el elaboración de la reforma, que supone "un nuevo paradigma del urbanismo valenciano" y que ha dejado atrás "el urbanismo especulativo" del Partido Popular.
En este sentido, ha explicado que la ley nace desde "la máxima voluntad de diálogo y de consenso", y que "pone las luces largas" ya que intentará "poner fin a la herencia caótica del PP que ha obligado a personas a pagar impuestos que no son realistas". Además, ha añadido que, con el anterior Gobierno autonómico, "por un lado iban las declaraciones políticas de inversiones y por otro la realidad". "Y la realidad es que se ha hecho metástasis", ha matizado.
En la misma línea, la responsable de Vivienda ha explicado que la Comunitat "ha sufrido mucho" por una gestión "inadecuada de las legislaciones, que abrían muchas veces la puerta al caos". El objetivo de la nueva ley es, por tanto, "rescatar personas, ciudades, recuperar la calidad de vida de los ciudadanos y el espacio vital de las personas".
La nueva Lotup ha supuesto la modificación de 100 artículos englobados en cinco puntos fundamentales que marcan el camino de una norma que apuesta por "recuperar su función pública en la seguridad jurídica, el rigor y la transparencia".
En este sentido, la ley refuerza la gestión directa pública para las administraciones y limita las facultades de la gestión indirecta privada, debido a los "105 millones de metros cuadrados que se han quedado fuera del Plan General de Recalificación", ha apuntado Salvador.
En segundo lugar, incorpora, dentro del marco del diseño de la ciudad, una perspectiva más "humana" y de género, al tiempo que apuesta por la rehabilitación y la regeneración de los edificios declarados. La consellera ha expresado su intención de "actuar sobre la ciudad consolidada y facilitar la actuación en los espacios degradados".
Así, ha explicado que han "fijado la mirada" en los pequeños municipios y en el mundo rural, al tiempo que "potencian" la figura del "rehabilitador" para "posibilitar la edificación de solares que se mantienen sin construir y la rehabilitación de zonas degradadas, siempre bajo contrato público y siempre bajo objetivos de actuaciones e interés general".
Paralelamente, la Lotup reactivará la figura de los Proyectos de Inversiones Estratégicos Sostenibles, con el objetivo de "agilizar los trámites y fomentar la transparencia".
También dará soluciones a las denominadas zonas "fantasma" y a los "diseminados", para que cada ayuntamiento pueda decidir porque cómo resolver dichas cuestiones: para espacios que ya están comenzados y viables, se optará por su división en sectores más pequeños para poder realizar ejecuciones "poco a poco"; mientras que para espacios más "antieconómicos" se podrá realizar una recalificacion inversa para que los terrenos vuelvan a legislación jurídica anterior", con el objetivo de que los propietarios paguen menos impuestos.