VALÈNCIA. (EP). La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha resuelto iniciar el 6 de enero un nuevo período excepcional de prohibición de quemas en el que no se podrá autorizar, en los terrenos forestales, en los colindantes o con una proximidad menor de 500 metros de aquellos, la quema de márgenes de cultivo o de restos agrícolas o forestales, así como la quema de cañares, carrizales o matorrales.
Este periodo tendrá una duración indefinida y se mantendrá hasta que cambien las condiciones de riesgo y la conselleria emita una nueva resolución que disponga lo contrario, según ha informado la Generalitat en un comunicado.
De igual manera, se restringen las acciones o actividades recogidas en los planes locales de quemas, de forma que se deja en suspenso, desde el 6 de enero de 2018, inclusive, todas las acciones o actividades recogidas en los planes locales de quemas o en autorizaciones nominativas que contradigan lo establecido en la resolución.
Según la Conselleria, esta decisión se ha tomado a partir del seguimiento del estado de la humedad de la vegetación mediante muestreo que se hace desde la Dirección General de Prevención de Incendios Forestales. En ellos se observa que se mantienen los valores secos e incluso "extremadamente secos" en el estrato de matorral, con variaciones dependiendo de la zona geográfica y de la orientación de las laderas donde se asientan.
En este sentido, la Conselleria explica que en esta época del año, los valores habituales del estrato de matorral, con una precipitación normal, deberían ser normales o incluso húmedos. Sin embargo, el estrato arbóreo, después de las escasas lluvias del último mes, ha entrado ya en valores de la categoría de seco. En lo que se refiere a los combustibles finos, en la mayor parte del territorio el estrato herbáceo sigue agostado y seco, y por tanto muy disponible ante las igniciones, apunta.
De hecho, la Conselleria advierte de que estos valores se ven incluso "empeorados" por los episodios de vientos de poniente de estos últimos días que ha traído como consecuencia los dos últimos incendios sufridos. La combinación de los fuertes vientos pronosticados, acompañados del descenso de la humedad relativa, han hecho que el combustible, tanto el vivo como las partes muertas, siga desecándose.
Así, en los incendios forestales de Culla -que ha afectado a 535 hectáreas de terreno forestal y ya está extinguido- y de Sagunt en la Marjal dels Moros -que este viernes se ha dado por controlado a falta de la perimetración de la superficie definitiva- la característica principal ha sido la rápida propagación, ya que en pocas horas han quemado mucha superficie debido, por un lado, a las extremas condiciones meteorológicas en las que han predominado fuertes vientos de componente oeste, pero también a causa del estado de la vegetación por la ausencia de lluvias.
La precipitación acumulada durante este último mes en el conjunto del territorio de la Comunitat ha sido muy escasa o nula, especialmente en la provincia de Castellón. A esto hay que sumar la escasez general de precipitaciones a lo largo del verano y de todo el otoño. Esta circunstancia necesariamente tiene un reflejo en el grado de humedad de la vegetación y, por tanto, en su elevada disponibilidad frente al fuego en caso de incendio.
Por ello, Agricultura insiste en extremar la precaución frente al riesgo de incendios forestales dado que todos estos últimos incendios están originadas por la actividad humana.