Teatro y danza

tienen dos años para abandonar un edificio ruinoso

El Conservatorio de Danza y la Escuela de Arte Dramático, en un limbo tras la venta de su sede

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VALÈNCIA. Dos cursos viendo el mundo arder. Eso es lo que le espera al alumnado tanto del Conservatorio de Danza como de la Escuela Superior de Arte Dramático de València (ESAD) hasta que la Generalitat Valenciana les reubique. La Conselleria de Educación y Universidades vendió hace unos meses a la Universitat Politècnica de València el edificio y los terrenos que comparten las dos unidades educativas, pero guarda silencio sobre cuál será su futuro.

Poniendo algo de contexto, el edificio del Conservatorio Superior de Danza Nacho Duato y la ESAD está integrado en el Campus de Vera de la UPV, pero no forma de la universidad, sino que está adscrito al Institut Superior de Ensenyances Artístiques de la Comunitat Valenciana (ISEACV). El deterioro de las instalaciones es una realidad palpable desde hace muchos años, aunque en los últimos la degradación ha llegado a condicionar seriamente la docencia allí. Por una parte, hay barracones donde se imparten clases de danza; por otra, la plantilla ha denunciado desprendimientos y desperfectos del edificio. Ni siquiera cuentan con una cafetería efectiva como el resto de centros educativos del campus.

Las soluciones para el alumnado de Danza y Artes Escénicas no parecía tener una concreción, pero la sorpresa saltó el pasado mes de abril, cuando trascendió que la UPV había comprado una serie de terrenos a la Generalitat, entre los que se incluía estos, según adelantó Levante-EMV. El acuerdo da un plazo de dos años para que la Generalitat traslade los estudios.

Desde la UPV confirman a este diario la mayor, aunque retrasan la concreción de cuál va a ser el nuevo uso y el destino de ese edificio. “De momento, hay un plazo mínimo de dos años que es el tiempo que la Generalitat necesita para mover al alumnado que estudia en el conservatorio. Hay que analizar la edificabilidad y ver alternativas, y en eso es en lo que es está trabajando”, confirman en una respuesta oficial.

El edificio, cabe reiterar, está en estado crítico desde hace años, y solo se actúa desde lo urgente. ¿Qué le espera al alumnado de los dos centros hasta que se reubiquen? Parece que, con el horizonte establecido, la Generalitat intentará seguir poniendo parches y aguantar el tirón.

Sin un nuevo espacio establecido

Desde la Conselleria de Educación y Universidades no dieron detalle ni en abril ni ahora de qué va a pasar o cuáles son sus planes para las unidades educativas. Rechazaron dar una respuesta a las preguntas de este diario, entre las que destaca una en concreto: ¿Dónde se reubicará los estudios que han de abandonar el edificio del Campus de Vera?

El Botànic sí dejó cerrado, al menos, el destino del Conservatorio de Danza: un nuevo edificio que debía construirse entre 2024 y 2027 dentro del Pla Edificant y que ya estaba proyectado. No ha trascendido si, con el cambio de gobierno, seguirá adelanta; y en todo caso, los plazos previstos superan esos dos años de margen que ha dado la UPV.

El alumnado del Conservatorio de Danza y del ESAD vivirán, por tanto, dos cursos en el limbo hasta que la Conselleria, además de establecer un horizonte temporal, determina cuál será el futuro de las unidades artísticas. Mientras, el edificio seguirá en estado ruinoso y el los profesionales de las artes escénicas valencianas seguirán aprendiendo en barracones.

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