BRUSELAS. La Unión Europea (UE) prepara una nueva norma que incluirá a los puertos de países terceros en el control de las emisiones de carbono del transporte marítimo. El objeto es evitar la competencia desleal entre los puertos de Tánger y València, como denunció esta semana el presidente de la Confederación de Empresarios Valenciana (CEV), Salvador Navarro, durante su visita a Bruselas. La propuesta del nuevo Reglamento ha sido debatida en el Consejo de Ministros de Transporte y Energía de la UE, celebrado en Luxemburgo, y en el que ha participado la ministra española Raquel Sánchez.
La CEV está preocupada porque la Comisión Europea quiere incluir el transporte marítimo en el mecanismo ETS de derechos de emisión. Esta medida, afirman desde la patronal valenciana, “va a restar competitividad a los puertos españoles, principalmente a los del Mediterráneo, como Valencia, Algeciras, Barcelona, y en concreto frente a otros puertos del Mediterráneo como Tánger”. Por ello, una delegación de la CEV, con su presidente al frente, se reunió durante dos jornadas en Bruselas con la Comisión y el Parlamento Europeo para trasladarles este problema.
El nuevo Reglamento propone que la disminución de emisiones de carbono y el uso de fuentes de energía distintas en el transporte marítimo, para cumplir los objetivos contra el cambio climático, se apliquen de forma que no supongan una pérdida de competencia de nuestros puertos. En concreto, y durante las reuniones previas al Consejo de la UE, se aceptó el acuerdo de incluir los barcos que atraquen en puertos fuera de la UE y que se encuentran a una distancia menor de 300 millas de otro puerto comunitario.
El mensaje de la UE va dirigido, principalmente, a los puertos de Tánger (Marruecos) y Saíd (Egipto), que están muy cerca de las costas española, griega y chipriota. Precisamente, fueron los países del sur los que apoyaron la postura española, al perjudicar especialmente los puertos de Algeciras y Valencia, éste último el de mayor tráfico de contenedores. La exigencia ecológica europea podría llevar a los barcos con destino Europa a atracar en puertos cercanos extracomunitarios para evitar las multas, en clara competencia desleal.
Los países del norte de Europa no entendían esta posición, ya que no les afecta y los puertos británicos están lejos de poder competir con Amberes, Rotterdam o Hamburgo. Fueron España, Malta, Italia Grecia y Chipre los abanderados de esta reivindicación, con el apoyo de Croacia y Polonia.
El nuevo Reglamento especifica que las escalas en puertos cercanos a la Unión con el fin de limitar los costes de su cumplimiento no solo disminuirían los beneficios medioambientales esperados y socavarían significativamente los objetivos perseguidos, sino que “podrían dar lugar a emisiones adicionales debido a la distancia adicional recorrida para evadir su aplicación”.
Por tanto, añade , procede “excluir del concepto de puerto de escala determinadas paradas en puertos no pertenecientes a la Unión. Esa exclusión debe dirigirse a los puertos cercanos a la Unión donde el riesgo de evasión es mayor”. Y establece una distancia mínima con “un límite de 300 millas náuticas”, que “constituye una respuesta proporcionada a ese riesgo, equilibrando la carga adicional y el riesgo de evasión”.
Este Reglamento incluye otras condiciones como “la exclusión del concepto de puerto de escala”, que "sólo debe tener como objetivo los portacontenedores y los puertos cuya actividad principal sea el transbordo de contenedores”. Y especifica que, “para tales envíos, el riesgo de evasión también consiste en un cambio de centro portuario a puertos fuera de la Unión, lo que agrava los efectos de la evasión".
Por esta razón, "y en ausencia de un esquema obligatorio de la OMI sobre el uso de combustibles renovables y bajos en carbono para viajes internacionales a nivel mundial con un nivel de ambición similar en comparación con los requisitos establecidos en este Reglamento, las paradas de portacontenedores en un puerto de transbordo de contenedores vecino no debe considerarse escala en un puerto de escala en el sentido del presente Reglamento”, concluye la norma en su preámbulo. E indica que. "para garantizar la proporcionalidad y la igualdad de trato, debe tenerse en cuenta las medidas que aplican terceros países y que tengan un efecto equivalente al presente Reglamento”.
El objetivo es el buen funcionamiento del tráfico marítimo y evitar distorsiones en el mercado interior, la igualdad de condiciones entre los operadores de transporte marítimo y entre los puertos con respecto a todos los viajes que lleguen o salgan de los puertos bajo jurisdicción de los Estados miembros. Además, la estancia de los buques en esos puertos debe estar sujetos a normas coherentes contenidas en el presente Reglamento y sus normas deben aplicarse de forma no discriminatoria a todos los buques, independientemente de su pabellón.
Estas modificaciones han sido propuestas por la ministra Raquel Sánchez ante sus homólogos europeos, para defender la competitividad de los puertos españoles y la singularidad de las regiones insulares y ultraperiféricas, en referencia a la islas Baleares y las islas Canarias. El Consejo adoptó por unanimidad su orientación general sobre una propuesta para promover el uso de combustibles renovables y con bajas emisiones de carbono en el transporte marítimo (FuelEU Maritime).
La propuesta tiene como objetivo aumentar la demanda y el uso coherente de combustibles renovables y con bajas emisiones de carbono en el sector marítimo, garantizando al mismo tiempo el buen funcionamiento del tráfico marítimo y evitando distorsiones en el mercado interior. Una gran mayoría de los ministros estuvieron de acuerdo en que el equilibrio encontrado en el compromiso permite tanto mantener el enfoque de la propuesta de la Comisión, garantizar su plena eficacia ambiental y el logro de los objetivos climáticos, como tener en cuenta las especificidades geográficas de los Estados miembros, en referencia a España y el resto de Estados miembros con frontera mediterránea.
Varios ministros llamaron la atención sobre el fuerte vínculo de la propuesta con otras iniciativas en el paquete Fit x 55” y también destacaron la importancia de la dimensión global del transporte marítimo, tanto para las ambiciones que se persigan, especialmente dentro de la Organización Marítima Internacional (OMI), como para abordar las preocupaciones relacionadas con la fuga de carbono o el desvío que podrían ser causados por las obligaciones de reducir la intensidad de los gases de efecto invernadero de los buques.
El Consejo también adoptó su orientación general sobre un proyecto de Directiva relativo a la mejora de los requisitos de estabilidad de los buques de pasaje de transbordo rodado. Esta propuesta, aunque de naturaleza altamente técnica, es importante para aumentar el nivel de seguridad de estos buques y, por lo tanto, para proteger mejor a nuestros ciudadanos. Los buques de pasaje de transbordo rodado operan numerosas rutas marítimas dentro de los Estados miembros, entre Estados miembros y con terceros países. Por lo tanto, son de gran importancia para la movilidad de pasajeros y mercancías en Europa.
En lo que se refiere al Reglamento FuelEU Maritime, Raquel Sánchez ha agradecido la inclusión en el debate de elementos fundamentales para nuestro país, como la excepción en la aplicación del Reglamento al 50% de forma permanente en regiones ultraperiféricas como Canarias y al 100%, hasta 2030, en regiones insulares de menos de 200.000 habitantes, como Ibiza y Menorca.
En este punto, la ministra ha expuesto la obligación de proteger la competitividad de nuestros puertos y el empleo que generan, por lo que ha valorado muy positivamente las medidas tomadas para evitar la fuga de carbono hacia los denominados “puertos evasivos” y que los barcos que lleguen a la UE tengan que limitar progresivamente sus emisiones de CO2.
Los ministros de los Estados miembros de la UE apoyaron esta propuesta, que garantiza el nivel de seguridad de estos buques al garantizar, en la medida de lo posible, la coherencia con las normas internacionales para la estabilidad de los buques de pasaje dañados, que fueron actualizadas recientemente por la Organización Marítima Internacional (OMI) en virtud del Convenio SOLAS 2020.
Estas nuevas normas internacionales deben complementarse para no reducir el nivel de los requisitos ya vigentes en la Unión para los nuevos buques pequeños. Por esa razón, el texto de la orientación general del Consejo se adhirió a la lógica de la propuesta de la Comisión al establecer un nivel de requisitos de seguridad equivalente a la legislación vigente de la UE.