VALÈNCIA. El Cor de la Generalitat Valenciana y el Insitut Valencià de Cultura fuman la pipa de la paz (provisionalmente). El comité de huelga de la formación y la dirección del IVC han llegado a un acuerdo tras varias semanas de negociación, provocada tras la llamada de huelga del Cor durante seis, que sin embargo han ido desconvocando progresivamente. Los paros, previstos para el 19 de junio, 1, 2, 16, 21 y 29 de julio, no han sido efectivos; aunque el del 18, organizado a nivel nacional para toda la administración pública en contratación temporal, sí obligó a modificar el programa del concierto de las sinfonías de Beethoven a cargo de Manfred Honeck en Les Arts.
La solución llegada bajo el paraguas del Tribunal de Arbitraje Laboral (y por tanto, vinculante y de obligado cumplimiento) no es, sin embargo, ni mucho menos la definitiva. Tan solo les hace ganar tiempo: el IVC se ha comprometido a no convocar las plazas de las OPE aprobadas hasta el máximo legal. Es decir, la primera parte, publicada en 2019, se tendría que convocar -como tarde- en 2022. De esta manera, los sindicatos y la administración ganan tiempo mientras en Madrid, el Gobierno estudia un cambio legislativo para poder dar salida a las reivindicaciones de la plantilla con contratos temporales (muchos en fraude de ley) de la administración pública a nivel estatal.
El documento firmado durante el día de ayer también compromete a encontrar una nueva interlocución con competencias en materia laboral con la que seguir negociando, ya que -como viene repitiendo el IVC- su voluntad puede ser la que sea, pero ha de ser ajustada a un criterio legal y administrativo. El plazo reogido en el acuerdo es de tres meses, es decir, retomar las negociaciones a principios del próximo curso.
La voluntad de no convocar las plazas de la OPE de 2019 ya estaba en el Institut Valencià de Cultura, al menos tal y cómo se relfleja en la respuesta oficial que dio a este diario a finales de este año, cuando se publicó otra parte de la OPE.
Desde el Cor rechazan cualquier proceso de consolidación de plazas que pase por un nuevo concurso-oposición, ya que recuerdan que, en la creación de esta formación ya se llevaron a cabo. Raquel Tamarit, la Secretaria Autonómica de Cultura y Deporte de la Generalitat, ha aplaudido el acuerdo alcanzado, a la vez que se ha mostrado “muy empática” con las reivindicaciones de la plantilla: “no todos los interinos son iguales. Al Cor nunca se les ha dado la posibilidad de presentarse a una oposición”, ha recordado.
Ahora, el reloj para que la cuerda se vuelva a tensar empieza a correr, y depende más de los despachos de Madrid. Si el cambio legislativo no se leva a cabo o no se hace en consonancia con las reinvindicaciones de la plantilla, 2022 podría ser un año de gran conflictividad laboral.
Delegados sindicales han confirmado a Culturplaza que “se trata de una buena noticia” pero que no es, “ni de lejos” el final de esta historia.
