VALÈNCIA. El pulso entre el Cor de la Generalitat y el Institut Valencià de Cultura (IVC) sigue tensando los brazos de unos y otros. Si bien los primeros demandan la “consolidación definitiva” de la plantilla de la mencionada unidad artística, la cosa no está tan clara desde el punto de vista de la administración autonómica. Todos los contratos del Cor son temporales por interinidad, con lo que –a falta de conocer el acuerdo entre las partes- se generaría un concurso público tras el acuerdo para reducir la temporalidad en el empleo público, una fórmula aplicada en otros organismos que, según los representantes del Cor, no se ajusta a la realidad del sector artístico. Así, este concurso implicaría la “remoción de un gran número (potencialmente todos) de los actuales cantantes y su sustitución por otras personas distintas”, indican en un comunicado representantes del Cor en el Comité de empresa del IVC.
Los trabajadores han hecho una demostración de fuerza presentando un documento “en defensa” del Cor apoyado por casi un centenar de profesionales del sector. Entre ellos, el cantante Plácido Domingo; la actriz Pilar Bardem; el ex intendente del Palau de les Arts, Davide Livermore; Francesc Sanguino, director del Teatre Principal de Alicante; la diputada Rosana Pastor; Roberto Abbado o Fabio Biondi. Así hasta 95. Este comunicado llega cuando apenas quedan unos días para que se materialice una nueva reunión entre el Cor y el Institut Valencià de Cultura para tratar de llegar a un acuerdo, estando estos últimos trabajando de la mano de Hacienda para tratar de dar con una solución que satisfaga a unos y otros. Fue hace algo más de un mes que el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, afirmó que se estaba trabajando en la "fórmula menos gravosa" de regularizar la situación de los cantantes, una solución que llegaría “antes de verano”.
“Desde el punto de vista artístico esto es un despropósito, ya que un coro no es la suma de un número de personas que cantan juntas, sino un colectivo que trabaja en equipo, cantantes que durante años han aprendido a complementarse y colaborar”, reza el comunicado de los trabajadores, en el que lamentan que “todo esto está en riesgo y un coro "nuevo", compuesto por otras personas, no podría alcanzar estas cotas de calidad sino hasta dentro de muchos años”. En el manifiesto, los cantantes defiende que para acceder al Cor han superado “una o más pruebas en todo equiparables a un concurso público”, un proceso de selección que explican es similar al del resto de instituciones europeas de dichas características. “A estas pruebas selectivas se suma una pertenencia a la agrupación (y por ende, continuidad y antigüedad en el puesto de trabajo) que va desde los doce años, los que menos, hasta casi treinta años para algunos integrantes”.
Según reza el manifiesto, apoyado por decenas de personas y entidades del ámbito artístico, hace años que los trabajadores reclaman el reconocimiento de su condición de trabajadores públicos, “no obstante, no han obtenido este reconocimiento por parte de la administración, sino que mantienen la consideración de ‘interinos’”. De igual forma recalcan que “en los casos que ha habido reclamación judicial, los tribunales sí lo han hecho y han declarado como indefinidos los contratos laborales de los cantantes”. La decisión de la administración de llevar a cabo un concurso para cubrir con carácter definitivo los puestos de Cantantes del Cor de la Generalitat, afirma el manifiesto, "pone en riesgo el patrimonio artístico que significa la calidad alcanzada, a día de hoy, por el Cor y también la continuidad en su puesto de trabajo de las casi sesenta personas que actualmente lo componen: la defensa del patrimonio artístico y de la continuidad en su puesto de trabajo de los actuales integrantes van de la mano".
Será esta misma semana cuando los representantes de los trabajadores del Cor y el IVC celebren una nueva reunión en la que esperan llegar a un acuerdo, después de que el Cor desconvocara las huelgas previstas para los días 20 y 24 de junio, coincidiendo con el final de temporada de Les Arts, cuyas representaciones finalmente se llevaron a cabo sin ningún parón.