Nuestros diputados autonómicos retoman la normalidad institucional regresando a sus escaños con una cita importante, el Debate de Política General de la Comunitat Valenciana. Es como si los estudiantes volvieran al colegio con exámenes para ponerse a prueba, lo cual quizá sería una buena forma de empezar con la materia estudiada, revisada y aprendida. Así deben llegar hoy a Les Corts los 99 diputados que discutirán sobre los asuntos que afectan a nuestro territorio, a este histórico Reino de Valencia que sin ningún complejo se ubica en el Levante español, en un enclave privilegiado por muchos motivos, pero especialmente por uno que apenas resaltamos: su pueblo.
Llevamos muchos días, algunas semanas y de manera tamizada pero constante, años, soportando que las noticias de política a nivel nacional se centren en lo que sucede en una Comunidad Autónoma –como ocurre con las noticias deportivas que sólo se refieren a dos equipos de futbol–, y como les digo, en los últimos tiempos el monotema ya es omnipresente y en consecuencia verdaderamente insufrible. Mientras aquí, con una historia tremendamente rica, especialmente en el ámbito cultural y lingüístico – ya dijo Menéndez Pidal que “la lengua valenciana es la primera lengua romance literaria de Europa, de cuyos clásicos no sólo aprendieron catalanes sino incluso castellanos”– y en otros ámbitos como el empresarial o gastronómico, seguimos siendo, gracias a Dios, un pueblo alegre, pacífico, honrado, trabajador y auténticamente solidario. El lamentable ejemplo de los vecinos norteños es perfecto para saber todo lo que no hay que hacer como colectivo, las líneas que no se deben pasar a la hora de defender lo propio y reivindicar lo justo. Por ello, ante este debate que nuestros representantes tendrán estos días, me disgustó ver la publicidad de Les Corts “Tota política que no fem nosaltres serà feta contra nosaltres.” La cita extraída del Diccionari per ociosos de Joan Fuster denota cierta crispación, especialmente ese “contra”, puesto que nadie pone en duda la legitimidad de los parlamentos autonómicos para realizar este debate.
Lo que estos días sucede en Les Corts es importante, pues nuestro gobierno debería enfrentarse a una oposición firme y bien documentada que le sacara los colores con las políticas llevadas a cabo, especialmente en dos ámbitos: sanidad y educación. Un Consell que sigue guiándose por criterios ideológicos aunque éstos contravengan la eficiencia, la utilidad y el ahorro. Las decisiones para aniquilar los conciertos y la colaboración público-privada en estas áreas, claves en una sociedad del bienestar, siguen sin pasar factura electoral a los actuales líderes del gobierno valenciano, como así puso de manifiesto la encuesta que este diario publicó, realizada por SyM Consulting. Encuesta que a diferencia de otras, se realizó y se publicó, no pasó por la tristemente célebre cocina para contentar a unos o fastidiar a otros.
Todo lo que sus señorías se digan desde la tribuna del Palacio de los Borja, será retransmitido por el circuito interno que emite el Canal GVA a través de la web de la Generalitat, pero aún no podremos verlo en la nueva televisión pública, perdón, el ‘nou espai de comunicació valencià’ [sic] que acaba de presentarse en sociedad y que anuncia que antes de acabar este año activará su radio y web. Ojalá nuestros gobernantes recuerden el manido ejemplo de poner como modelo de TV a la BBC y se propongan hacer una televisión con información, documentales, cine y programas de entretenimiento culturales, evitando adoctrinamiento ideológico o manipulación informativa. Olvidemos lo que ocurrió en el pasado, desterremos el “y tú más” y busquemos ejemplos sensatos que nos ubiquen en la España y la Europa de vanguardia. Espero que la próxima semana el análisis del Debate de Política General nos enriquezca como sociedad, es nuestro momento y estamos à punt de avanzar en la buena dirección o quizá elegir senderos peligrosos y de incierto destino.