Pedro Sánchez consigue la Presidencia del Gobierno cuando nadie daba un duro por él. Ha sido una operación de riesgo pero ha sabido tocar la tecla oportuna. En este caso el PNV. En apenas una semana tras la sentencia de Gürtel I, la nula reacción de los populares ha supuesto acabar con el mito de gestor de los tiempos de Mariano Rajoy. Ahora toca gestionar el día después
La gestión de daños para unos después de la moción de censura y para otros tras la victoria será ardua. Unos han decidido sobre las ventajas del bien superior como es descabalgar a Mariano Rajoy, algunos sobre sus necesidades, -los presupuestos para el PNV, los intereses independentistas para ERC y PDeCAT-, y otros por su finalidad de llegar a la Moncloa como es el caso del PSOE. Y hay quien desde posiciones ventajosas en la demoscopia (C´s) contempla el escenario a la espera de tiempos más fructíferos.
El tablero político se mueve y de qué manera. Puede haber tantos cambios en el futuro de los implicados que el vértigo y vorágine de los últimos días hacen necesario saber cómo se van a administrar y gestionar los daños y triunfos y el día después. Aparentemente quedan dos años de legislatura con unas elecciones ya confirmadas en el ámbito local, autonómico y europeo e incluso posibles adelantos electorales en Andalucía y Cataluña. Con esta previsión e incluso con unas posibles y nuevas elecciones generales la maquinaria de todas las formaciones políticas tiene que engrasarse.
Otra vez la inacción de Don Tancredo. En las facultades universitarias de política se estudiará el caso de Mariano Rajoy por su resiliencia, su aguante, su tancredismo y la miopía por no saber ver venir el futuro. Ha gobernado desde la distancia, en algunos casos con éxito, enfrentándose a retos tan importantes como la crisis económica, el asunto de Cataluña e innumerables trastazos partidarios en el PP. Acabó con todo enemigo al que se le ocurrió dudar de su capacidad y liderazgo. Pero al final la corrupción, esa espada de Damocles ha podido con él. La nula reacción a la sentencia de Gürtel, ¿Costaba tanto pedir perdón, disculpas y reconocer lo ocurrido? ¿Es que no veía que no será la primera sentencia que faltan por saber? En tan solo una semana Pedro Sánchez le ha sacado de la Moncloa.¿Y qué si es un gobierno Frankenstein? Es un Gobierno tan legítimo como otro cualquiera.
De tanto gestionar tiempos se le olvidó gestionar su propia debilidad, la corrupción. Ha sido todo un error de cálculo. A Mariano Rajoy se le acabó el tiempo o no. Nunca se sabe o sabrá. Ha sido un maestro de “saber estar” y no me refiero a las formas florentinas y el verbo parlamentario. Cuando digo estar, pienso e ocupar el espacio y el tiempo. Rajoy ha hecho un arte del estar siempre y de gestionar los tiempos. Claro, hasta que se le ha acabado el sitio, porque el mismo se ha achicado el espacio. La cerrazón en reconocer y atajar los asuntos de corrupción, el inmovilismo en asuntos de calado como es la unidad territorial y la situación en Cataluña le han conducido a su salida de Moncloa.
Pedro Sánchez, el Presidente sin urnas. No se lo cree ni él. Cuando todas las encuestas le daban malos augurios, Sánchez se ha reinventado y va a estar en Moncloa. La jugada ha sido de riesgo y tenía como misión fundamental desalojar a Rajoy y conquistar y convencer a las pragmáticas e interesadas señorías del PNV. Vaya por delante que todos los votos son legítimos y tanto valen los del PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y demás diputados. Una vez en Moncloa el trabajo será mucho y complicado. Sus intenciones son gobernar un período “suficiente” o interesado para conseguir escalar posiciones en el electorado. Tiene un plazo de dos años, que puede ser menos.
El PNV ha optado por el apoyo a Pedro Sánchez. Los pragmáticos Andoni Ortuzar, Iñigo Urkullu y Aitor Esteban le han devuelto a Rajoy hasta el rosario de su madre. Aquello del grano y el tractor ha pasado a mejor vida. La decisión se toma tras el guiño de Sánchez que les ofreció la continuidad de los presupuestos que paradójicamente aprobaron los peneuvistas con Mariano Rajoy. Y detalle no menor además del compromiso presupuestario, también ha tenido su aquel, la no mención a una próxima convocatoria de elecciones generales. Es sabido el temor visceral que tiene el PNV a una posible victoria de Albert Rivera que no comulga con el cupo vasco y demás prebendas admitidas en la Constitución. De tradición pragmática, el PNV siempre ha sido caldo de todas las salsas. De natural pactistas con PP, PSOE, PSC, Bildu, según la circunstancia. A fin de cuentas es política y legítima. Así que ahora han optado por el bien superior, descabalgar a Rajoy de Moncloa aunque antes amarrando los 540 millones pactados en los presupuestos.
Pedro Sánchez, presidente del Gobierno in pectore: “Este no es nuestro presupuesto pero no lo vamos a retirar por responsabilidad de Estado” ¡Será por no incomodar al PNV!
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de salida: “El PP ha tenido corruptos, pero no es un partido corrupto” ¡Por la boca muere el pez!
Alberto Núñez Feijóo, presidente de Galicia: “No tengo ningún protagonismo de poder. Suceda lo que suceda pido al PP que mantenga la compostura y los intereses generales” ¡Uf, ¿a rey muerto, rey puesto?!
Pablo Iglesias, secretario general Podemos: “Es una vergüenza que el escaño del Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy lo ocupe un bolso” ¡Toda una metáfora de lo ocurrido en el Congreso!
Albert Rivera, Presidente de Ciudadanos: “No es legítimo que Sánchez quiera ser Presidente a toda costa con los que quieren romper España” ¡Las matemáticas dicen que eso es así. Otra cosa será como se gobierne y con qué medidas!
José Luis Ábalos, secretario de Organización PSOE: “Gürtel era el PP Y el PP era Gürtel” ¡En el PP siguen sin reaccionar!
Ana Oramas, portavoz de Coalición Canaria que al final se abstiene: “Señor Sánchez su victoria de hoy puede ser su derrota mañana” ¡Aviso a Sánchez!
Josep Piqué, exministro de Gobierno con José María Aznar: “Hay puertas giratorias que son repugnantes” ¡Lo dice por él o piensa en alguien!
John McEnroe, ex tenista número 1 mundial en los 90: “Jugar con Nadal es una pesadilla, intimida como Björn Borg. Es un jugador increíble” ¡Esto para desengrasar!
Zinedine Zidane, el ya exentrenador del Real Madrid: “Es un momento un poco raro para todos. Este equipo necesita un cambio para seguir ganando. Conmigo habría sido complicado ganar el año que viene” ¡Depresión para los madridistas!