VALÈNCIA. Hasta hace pocos años, cada vez que se hablaba de misiones en el espacio, se relacionaba con Agencias, con una carrera entre naciones y con corporaciones del tamaño de Airbus, Thales o BAE System. A nadie se le pasaba por la cabeza que una empresa emergente, con el capital muy justito y un equipo inferior a una decena de personas, pudiera atreverse a entrar a competir en una industria dominada por gigantes y de capital intensivo.
Pero las cosas han cambiado. “Ni las misiones espaciales son ya tan largas ni los costes tan elevados”, afirma Francho García, cofundador y CEO de Arkadia Space. Tecnologías como la computación en la nube, el descubrimiento de nuevos materiales o la comercialización de servicios específicos relacionados con el lanzamiento de satélites han favorecido la entrada de los emprendedores en el sector. De aquí la ola de startups aeroespaciales con el foco puesto en áreas muy específicas sin necesidad de desarrollar su propio hardware.
Todas ellas forman parte de lo que se conoce ya como la New Space Economy en cuyo desarrollo las startups desempeñan un papel primordial. En torno a este concepto surgen numerosas oportunidades de negocio. Las grandes y las nuevas empresas están utilizando el espacio para hacer negocios en la tierra, ofrecer nuevos servicios o generar datos clave con fines de procesamiento y comercialización.
Para aquellos que ponen en duda la eficacia de las incursiones en el espacio, decir que por cada euro que se invierte en investigación aeroespacial, retornan a la economía terrestre entre 3 y 5 euros. La telefonía móvil y el GPS, los escáneres TAC, los tanques de aire presurizado que utilizan los bomberos para respirar, los portátiles o las cámaras de vídeo que se incorporan en los teléfonos móviles, son solo algunos ejemplos de aplicaciones prácticas de uso en la tierra relacionadas con la investigación y las misiones espaciales.
La contribución española a la industria, siempre ha sido importante. Actualmente, según datos del Ministerio de Ciencia e Innovación, el sector aeroespacial español representa casi el 1,2% del PIB nacional y el 5,4% del PIB Industrial. Para impulsar su desarrollo, el Ministerio ha elaborado un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE), que pone el foco en invertir recursos para la investigación y la innovación de la industria. Según el documento oficial del proyecto, que arroja los datos oficiales más recientes, esta industria generó un impacto económico de 13.093M€ y generó un total de 155.261 empleos en el año 2020.
La intención es no perder el ritmo. En esta línea, el Gobierno de la nación anunció el año pasado la próxima creación de una Agencia Espacial Española y tiene previsto destinar un total de 4.500 millones de euros entre 2021 y 2025 para impulsar la I+D+i en el sector aeronáutico y del espacio.
También la Comunitat Valenciana tiene mucho que decir en el futuro de esta industria con la aparición de startups muy relevantes. Para unir fuerzas, ganar visibilidad y poder ofrecer un servicio integral, siete startups de la comunidad han creado una nueva asociación: Espai Aero, iniciativa de la que forman parte Arkadia Space, Comet Ingeniería, DAS Photonics, fentISS, NAX Solutions, Orbital EOS y PLD Space.
Aarón de Bernardis, director of business development de Nax Solutions, explica la propuesta. “Hemos creado una asociación con una visión diferente. Mientras que algunas de las empresas del conglomerado operan en la parte upstream, es decir, todo lo que está arriba, como PLD con el lanzamiento de satélites o Arkadia con los motores, otras, como nosotros, operamos en el downstream. En este caso nos encargamos de aplicar inteligencia artificial y dar valor a todos esos datos recogidos convirtiéndolos en información de utilidad para la toma de decisiones en las distintas industrias”.
Con dicha agrupación, Espai puede dirigirse ahora a cualquier entidad o Gobierno ofreciendo una solución integral para llevar a cabo una misión. “Ahora somos varios especialistas muy pequeñitos en determinados aspectos pero que, unidos, podemos ofrecer un servicio completo”.
Con un total de 13 satélites puestos en órbita, la startup FOSSA System presume, por su parte, de ser la empresa española que más satélites ha lanzado al espacio. Fundada originalmente por el joven de 16 años Julián Fernández, el objetivo es procurar conectividad IoT global para monitorizar activos.
Para ello lanzan al espacio picosatélites que pesan 650 gramos y los ponen en órbita baja -500 km- dando 15 vueltas al planeta cada día. El lanzamiento lo hacen a través de Space X, la empresa con la que Elon Musk ofrece servicios de transporte espacial al precio de 5.000 euros el kilo.
“Cada vez es más fácil acceder al sector espacial gracias a la reducción de costes”, afirma Fernández. “Básicamente se ha liberalizado el mercado de manera que, lo que antes era una carrera entre continentes con empresas gigantes tipo Airbus o Hispasat, ahora es una carrera de empresas privadas que quieren participar en la industria espacial”. Los planes de FOSSA System pasan por disponer de una constelación propia con la puesta en órbita de 80 satélites en el año 2024 alzándose así con el liderazgo de este segmento.