El alcalde de València, Joan Ribó, y la vicealcaldesa, Sandra Gómez. Foto: ESTRELLA JOVERVALÈNCIA. La peatonalización 'blanda' de la plaza del Ayuntamiento de València ha traído consigo la controversia más allá de las críticas que pudieran existir previamente a la ejecución del proyecto. El diseño y disposición del mobiliario urbano elegido para esta actuación de urbanismo 'táctico' -maceteros, bolardos, señales y barreras- no ha acabado de cuajar en muchos círculos. Sonoras han sido las críticas tanto de la oposición de PP, Ciudadanos y Vox como de otros agentes de la sociedad civil, por ejemplo, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico o el Colegio de Arquitectos.
Si bien las resistencias a la peatonalización del emblemático espacio han existido desde el momento mismo de su anuncio, ahora las críticas se centran en la estética del proyecto. El diseño, que ya había sido presentado meses atrás, ha encontrado su materialización ahora, y es ahora cuando han empezado a hacerse oír algunas reservas. El desagrado, con todo, no sólo ha venido de la calle o de las filas de la oposición: en el gobierno municipal tampoco hay consenso sobre el planteamiento que se ha ultimando en la plaza, impulsado y coordinado desde la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
Pasada una semana desde que se iniciaran los trabajos de reasfaltado y colocación de maceteros y otros elementos, y poco antes a que finalice este proceso, la fotografía no se ha labrado la aceptación entusiasta de parte del ejecutivo municipal. Fuentes del equipo de Gobierno consultadas por este diario opinan, a título individual, que el estilo de esta actuación no está acabado de cuidar para tratarse de una de las plazas más importantes del Cap i Casal. Uno de los aspectos que provoca mayor desagrado es el color escogido para lo maceteros.
El proyecto presentado en público presentaba un color verde pistacho vívido, que a la postre ha quedado deslucido por uno más apagado, que en algunas zonas acaba confundiéndose con el del cemento. Hay quien incluso apunta a la posibilidad de, en un futuro, darle una mano de pintura para potenciar el lustre de estos elementos y el de la plaza, si bien cualquier posible cambio debería enmarcarse en la línea cromática de otros como algunas señales elevadas previstas en el proyecto. Pero tampoco las formas y los materiales reciben buenas críticas, al presentar una sensación de un entorno descuidado y sucio.
También es cierto que todavía no se ha finalizado. La zona que ha quedado para uso exclusivo de los peatones es ahora un vial vacío y muestra un aspecto desamparado. Pero además de la instalación de los delimitadores, el Ayuntamiento ha previsto el reasfaltado de todo este espacio mediante un material que ya se ha utilizado en alguna peatonalización previa y que presenta un aspecto rojizo, lo que, esperan algunos, otorgará una mayor sensación de peatonalización y de recuperación de espacio público.
Todo ello pese a que, como apuntan fuentes cercanas al ejecutivo, se trata de una actuación temporal, que permitirá probar cómo funcionan los cambios en la circulación para, más tarde, consumar el proceso con una actuación urbanística clásica. Y en este sentido, restan importancia al debate sobre la estética porque la idea es empezar las obras cuanto antes. Pero admiten que para ello todavía queda tiempo. Se ha de hacer el concurso de ideas, redactar el proyecto, licitar las obras y ejecutarlas. En su momento, la edil de Urbanismo, Sandra Gómez, ya admitió que esto, "no nos engañemos, será un lapso de varios años". Lo ideal sería acabar el mandato con las obras realizadas, pero hay dudas sobre si los plazos serán tan ágiles en una intervención tan compleja.
La polémica sobre el aspecto que estaba ganando la plaza del Ayuntamiento vino acompañada por el mensaje del equipo de Valencia Capital Mundial del Diseño 2022, quien en su cuenta oficial de Twitter, hizo público la pasada semana su alegría por "escuchar todas las voces que reclamáis, reclamamos, una mayor sensibilidad y diseño en nuestras ciudades". "Ese es el camino -continuaba- para concienciar de que el diseño es la mayor herramienta de transformación social y uno de los vectores de este proyecto".
Así anunciaba su disposición con diferentes concejalías consistoriales para "trabajar juntos desde el diseño" en la transformación definitiva de la plaza y "generar protocolos que permitan al sector del diseño, arquitectura o interiorismo poder forma parte de estas decisiones". Decisiones que, subrayaban desde la cuenta, "afectan tan directamente al bienestar de la ciudadanía que, al igual que hace pocos años se supo profesionalizar la contratación de diseño gráfico y campañas de comunicación, estamos seguros de que llegaremos a generar estructuras similares".
Para acabar con la heterogeneidad en las peatonalizaciones blandas que desea llevar a cabo el ejecutivo local, el área de Urbanismo ya se ha puesto manos a la obra para elaborar una guía de peatonalizaciones mediante elementos de urbanismo 'táctico', en la que se van a tener en cuenta muchos de los aspectos estéticos que se han criticado en esta actuación de la plaza del Ayuntamiento. De esta manera, y con motivo de ser la capital mundial del diseño de 2022, se quiere implementar un estilo propio, cuidado y diferenciado del de otras ciudades para emprender este tipo de actuaciones con unas directrices claras marcadas de antemano. Así existirán unas normas municipales a las que adherirse.
